Capítulo 6 Día normal en la familia Bakugou

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Los primeros rayos del sol se asomaban con intensidad en una de las habitaciones más grandes de la mansión, donde se encontraba un rubio cenizo durmiendo plácidamente, ya que ni el sol podía despertar a alguien de sueño pesado como él, pero por alguna razón hoy despertó sin que la alarma sonará, bueno una de muchas alarmas que tenía.

-Ahg que sol tan fastidioso, q asco- decia el menor de los bakugou ya que tuvo la mala suerte de que el sol pegara justo en su rostro.

-¿Que hora es, aun no suena la alarma?- o ya sonó la alarma y yo no la escuche, q tan cansado tengo que estar para no escucharla.

Ring-Ring-Ring y justo en ese la alarma sonó y podemos ver a un cenizo con cara de fastidio.

-De que sirve poner una alarma si me levanto momentos antes de que suene, Dios que fastidio no me quiero levantar para desactivarla, pero si no la apago seguirá sonando y ese ruido es tan irritante- definitivamente ese no era su día.

Se levanta de la cama a paso perezoso para ir al lugar donde se encontraba su teléfono, este se encontraba conectado a su cargador, porque desgraciadamente no tenía una conexión cerca de su cama, de que sirve ser millonario y no tiene un conector cerca de su cama.

Logra llegar a su teléfono y desactiva la alarma y se da cuenta que tiene un recordatorio.

°Cita con el chico de mis sueños°

Y luego recordó todo lo que había sucedido ayer, es cierto tenía una cita con el chico de sus sueños, o bueno el lo apodo así.

Se sonrojó de solo pensar en el chico, sus grandes ojos color esmeralda, su delgado cuerpo, su hermoso cabello rizado y esas constelaciones en sus mejillas regordete.

-Diablos, esa hermosura de chico me tiene mal- ni el sabia que podía decir algo bueno de una persona y ahora esta siendo todo un Romeo.

-Mejor bajo y desayuno ya luego tendré tiempo de pensar en ese pecoso- así seria mejor, si no estaría toda la mañana pensando en el.

Luego de ello Katsuki simplemente se ducho, se vistió y bajo a desayunar.

Bajando por las escaleras se dio cuenta de que en el comedor solo estaba su madre, pero esta ya estaba desayunando; tal cosa le dejo con duda ya que su madre tenía una costumbre de comer siempre con su padre, asi que intrigado le preguntó a su madre.

-Oye bruja, ¿donde está el viejo?- será que sigue dormido, aunque no creo.

-Se dice buenos días mamá, mocoso insolente- dijo su madre con una expresión neutral.

Esto se le hizo raro, ok la parte de que le llamara insolente era cosa de todos los días, pero que su cara estuviera neutra era algo muy inusual en ella, ya que cada ves que la llamaba bruja esta se enojaba, pero parecía que estaba de buen humor.

-Oye ¿te sientes bien?, estas actuando un poco rara, solo justo ayer estabas de mal humor por lo que acordamos sobre lo del matrimonio, y ahora estás de buen humor- o el estaba viendo mal o su madre parecía con mucha paciencia.

-Admito que si estaba un poco temperamental, pero ayer cuando llegamos y todos se fueron a dormir tu padre y yo hablamos sobre esto, y me logro convencer- decía la rubia ceniza mientras tomaba su taza con café puro.

- No se encuentra aquí por motivos de que ayer después de tanto hablar conmigo se cansó mucho y bueno se quedo descansando- la taza que esta sostenía empezó a temblar un poco.

El menor de los Bakugou se dio cuenta de este temblor y se quedó extrañado, pero luego algo llamó su atención, se hubiera comido el cuento que le dijo su madre si no fuera que este notó que su madre estaba sentada sobre una silla de ruedas.

Si como no, charlaron, ahora que lo recuerda anoche cuando estaba en su cama viendo su teléfono escuchó ruidos extraños pero este ni les presto atención por estar metido en instragram.

Ja! Todo cuadraba, los ruidos anoche, su madre en silla de ruedas y su supuesto padre exhausto de tanto "hablar". A estas personas se les olvidaba que el ya no es ningún niño.

-Si lo que tu digas bruja- no iba a opinar sobre esto, si con ello su padre logró convencerla por mí está bien.

Decidió dejarlo todo por la paz así que solo se sentó y desayuno.
Luego de un rato solo se levantó y se dirigió a su habitación porque recordó un detalle, su cita.

-Mierda no puedo ir con esta ropa, tiene que ser casual pero que también demuestre que soy un millonario hijo de padres narcos y el futuro heredero de todos los bienes bakugou- siiiii algo sencillo.

Luego de tanto buscar dentro de su armario, que en realidad era dos cuartos repletos de su ropa, eligió un pantalón de mezclilla negro, camisa de color blanco y sobre el un chaleco de cuero negro, lo que no podía faltar eran sus tenis negro que le hacían juego con toda su ropa.

Se miró en el espejo y se dio cuenta que lucia genial, bueno siempre lo hace pero en esta ocasión más, ya que la chaqueta se ajustaba a su espalda, hombros y brazos, luciendo así su ejercitado cuerpo.

Este ante la vista que tenía solo pudo reír con arrogancia.

-Ese pecoso caerá rendido a mis encantos- claro quien no.

Con ese pensamiento y todo preparado iba a ver ese lindo chico.

Pero antes de que este saliera su madre se percató de que este iba a salir.

-Oye mocoso ¿a donde diablos vas?- dijo mientras una de las sirvientas la empujaba en la silla de ruedas.

-¿Como que a donde voy? Voy a ver a el chico de ayer- Dios no se ni para que le digo.

-Cierto tu vejez no te deja recordar las cosas verdad, Ja!- luego de ello cerré la puerta tras de mi, no iba a dar más explicaciones a nadie, el no era ningún bebé.

-Este mocoso no me tiene ni un poco de respeto, Dios¿ que hice mal?-decía mientras se recargada mas en su silla de ruedas.

Mientras tanto nuestro Katsuki se estaba subiendo a su auto de color negro con varias x de color naranja.

-No te preocupes, lindura voy por ti- decía sonrojado mientras pensaba en su cita.

-Te prometo que te haré feliz- dijo el rubio en voz baja mientras sonreía.

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Holis buenas tardes chicos, espero y disfruten de este capitulo♡

Calebeira💀


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