III

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El ambiente se hizo tenso. Ambos, a punto de derramar lágrimas, permanecían callados frente a frente. Parecía un golpe duro para los dos, una puñalada en el corazón.

Finalmente, para terminar con el silencio, Ezreal decidió hablar.

—Yo... sí quiero casarme contigo, pero no así. No privándome de mi propia libertad, de lo que yo debo decidir.

Intentó acercarse a la chica, pero ella se alejó.

—Solo venía a entregarte esto.

La joven sacó de su bolsillo un pequeño fragmento de la piedra que había causado tanto escándalo. Ezreal se sorprendió, y quiso recibirla, pero Lux la tiró al piso con furia.

—Lux...

—No, no quiero hablar ahora.

Finalmente las lágrimas salieron de sus ojos, mientras rápidamente la chica abandonaba la habitación corriendo.

El rubio suspiró y se echó hacia el suelo arrepentido de la situación. Tomó la piedra y la examinó brevemente, pero ya no tenía interés en ella. Sabía que había hecho mal.

La cabeza no le dio para más, y optó por irse a dormir, pero no pudo. Toda la noche pasó despierto pensando cómo iba a arreglar la situación. Al igual que él, Lux tampoco había podido dormir de la tristeza que sentía. Ni si quiera estaba segura de lo que iba a pasar ahora, y se imaginaba lo peor. Tal vez Ezreal la abandonaría...

Poco a poco fue cerrando sus ojos del cansancio, y finalmente se durmió.

Por su parte, el chico todavía no pegaba ni un ojo, así que decidió levantarse, mas antes de ponerse en pie sintió que tocaron a su puerta. Rápidamente fue, pues pensó que se trataba de Lux, sin embargo era una carta entregada por uno de los sirvientes. Se extrañó, pero igual la recibió sin antes agradecer.

Rompió el sobre y procedió a leer:

"Querido Ezreal...

Primero que nada, mis más sinceras felicitaciones por tu compromiso. Quizá te preguntas cómo es que sé de tu paradero... bueno, tu amiga, la líder Ashe de la tribu Norte me contó todo lo que ocurrió en Demacia. Estoy muy orgulloso de ti, aunque no te importe. Sé que tal vez no tienes ganas de saber de mí, pero sé que esto te interesará. Encontré un misterioso objeto que cayó del cielo. No tengo los conocimientos para determinar de dónde proviene, mas sé que tú sí tienes la capacidad para averiguarlo. Por favor, te necesito. Tengo un mal presentimiento...

Lymere."

Aquella carta proveniente del tío de Ezreal, le hizo pensar que el elemento al que se refería era el mismo que había encontrado en Demacia.

Su actitud cambió radicalmente, y procedió a empacar unas cuantas prendas en su maleta. Mas se detuvo cuando pensó que antes que todo, tenía un asunto que resolver.

Dejó sus cosas y se dispuso ir hasta la habitación de Lux, pero antes de que pudiera si quiera abrir la puerta, la misma joven se anticipó y entró.

—Lux... justo iba a ir...

Fue interrumpido, pues la chica se lanzó a abrazarlo con fuerza.

—No quiero pelear, Ez. No puedo pensar en perderte y entiendo tus razones para no querer casarte conmigo, pero quiero estar contigo... por favor, no me dejes.

—Eso nunca, Lux. No pienso dejarte, es solo que todo está un poco complicado y... no sé. No estoy preparado para esta vida.

I'm a mess... (Ezreal x Lux) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora