Daksh Abenaki

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Daksh Abenaki

Nacido y criado en una manada localizada entre Estados Unidos y Canadá, soy el alabado futuro alfa de la manda "Diosa Luna"

Mi manada es una de las más importantes e influyentes de todo el mundo, por eso tuvimos el privilegio de llamar a nuestra manada como la diosa que nos creó.

Todo se remonta a los años remotos, cuando la especie de los hombres lobos era poco conocida. Mis ancestros fueron capaces de afianzarse en una zona donde la existencia de los lobos y todo ser sobrenatural solo era cuento de hadas.

La historia de la Manada Diosa Luna, inició cuando una rebelión de seres sobrenaturales, específicamente vampiros, amenazó la existencia humana. Mis ancestros, a pesar de ser solo humanos débiles, lucharon para salvaguardar la raza humana. Indios nativos con un fuerte sentido por la justicia dieron batalla a esos seres que arrasaban con todo a su paso como única pared que dividía al resto del mundo de esos demonios.

Los ancianos dicen que una noche, los seres demoníacos sedientos de sangre y ansiosos por sembrar terror en todo el mundo, aprovecharon la desventaja de la tribu para deshacerse de la única protección de los humanos.

Pero el jefe Abenaki, el hijo mayor del jefe de la tribu, quien tomó el poder cuando su padre murió a manos de un vampiro, no cedió ante el poder del enemigo y entonces sucedió.

La luna llena, blanca y hermosa que iluminaba el fatídico suceso donde le arrebataban la vida a cada hombre, mujer y niño en la aldea, se tiñó de sangre y ocurrió la magia.

Cinco de los jóvenes más fuertes, incluyendo al jefe de la aldea, fueron elegidos por la Diosa Luna y fueron convertidos. La fuerza que se les otorgó era igual a la de los vampiros, sus sentidos se agudizaron así, pudiendo percibir con anticipación lo que los rodeaba, pero entonces, el cambio en sus cuerpos inició. Dolor fue lo primero que sintieron, sus huesos estirándose y acomodándose en su cuerpo, las uñas convertidas en garras, sus dientes en colmillo filosos y largos, su cara alargándose y su cuerpo llenándose de un pelaje abundante fue el resultando final... hombres con forma de lobos.

La Diosa Luna les otorgó un poder recompensándolos por defender a los demás sin importar cuanto sacrificaban ellos mismos y entonces, por vez primera, vencieron, siendo esa una de las tantas victorias.

Después de esa noche, la Diosa Luna se comunicó con el jefe Abenaki, ellos eran los originales, pero sus vidas, aunque serían largas, no llegarían a alcanzar la inmortalidad, por lo que deberían pasar su poder y para que fuera justo y no se aprovecharan del don brindado, los clasificó en rangos. Alfa, Beta y Omega, siendo el último el más débil del rango.

El Alfa sería la figura autoritaria, quién liderará junto a su luna, pareja o mate, llámesele como quieran. Los Betas se nombrarían como mano derecha del alfa, ellos son los responsables de hacer que todas las normas se cumplieran al pie de la letra y por último los Omegas, lobos de rango inferior, pero con la capacidad de brindar apoyo emocional a quien lo necesitara.

Generación tras generación fueron naciendo lobos, pero no todos tenían la magia. Muchos solo nacían como humanos y otros únicamente como lobos.

Los nacidos lobos se daban cuando la madre los daba a luz en su forma licántropa, pero muchos de estos lobos nacidos como cachorros, desarrollaron la habilidad de poder convertirse en humanos.

Yo soy un nacido cachorro, es así como nos llaman en la manada, ser hijo del alfa Abenaki quizás me ayudó para poder tener la habilidad de convertirme en humano. No muchos nacidos cachorros logran volverse humanos, muchos permanecen en su forma licántropa.

Domando A La Bestia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora