—Joder, Trembley, ¡Son muchos! —Gritó uno de sus colegas resguardándose tras el auto que está a punto de estallar debido a los constantes disparos.
—¡Dame la maldita granada! —Gritó al verlo tan temeroso y sin moverse ni un centímetro. Si no fuera uno de sus compañeros más antiguos, lo hubiera empujado para que las balas terminaran con un cobarde más. —¡Solo lánzala! —Volvió a gritarle y esta vez el hombre obedeció a su superior y tras quitar el seguro, la lanzó con todas sus fuerzas al interior de la bodega. —¡Es hora, vamos! —Ordenó siendo el primero en salir de detrás del auto a punto de desarmarse por los impactos de bala.
Los agentes corrieron al interior del lugar y otros lo rodearon para evitar que cualquiera escapara, pero como era de esperarse, fueron recibidos entre disparos y golpes.
—¡Se ha escapado! —Informó uno de los que estaban afuera. —El objetivo ha escapado, repito, ha escapado. —Daksh maldijo, cada vez se hace más difícil el maldito trabajo.
—Iré por él, traten de atrapar a la mayoría vivos. —Ordenó disparando para salir del lugar sin una bala metida en el culo. —Cordova, ¿Dónde coño estás? —Subió a una de las camionetas y aceleró, debe alcanzar al objetivo o de lo contrario fallará en la misión. Han estado tras ese hombre por meses y es la primera vez que están tan cerca, no puede dejarlo ir.
—Vía aérea, llegaré con los refuerzos. —Comunicó Morgan llegando al lugar del encuentro. —¿Qué haces? ¡Espera el apoyo! —Ordenó al ver dos camionetas alejarse, no debía preguntar quienes eran. Su compañero siempre ha sido explosivo y se deja llevar con facilidad. —¡Trembley!
—No jodas, Morgan, lo detendré. Está listo para cuando tengas que bajar tu culo de ese helicóptero. —Morgan maldijo por la necedad de su amigo.
—Sigue los autos. —Ordenó al piloto del helicoptero que lo transporta a él. —Los demás, apoyen al equipo en el almacén. —Se aseguró a la cuerda que lo bajará en cuanto sea el momento.
—¿Lo estás grabando? —Río Daksh. —A Berrycloth le dará envidia esto. —Morgan río, él tiene razón, Elske se volvería loca si los ve en acción.
—Nunca comprendí su amor por el riesgo. —Daksh aceleró y sin importarle la velocidad, arremetió contra la camioneta y ambas colisionaron por el fuerte impacto y la rapidez con la que iban. —Mantenlo estable. —Ordenó Morgan al piloto. —Voy a bajar, estén atentos a cualquier orden.
—Entendido. —Sin pensarlo mucho, saltó del helicóptero y una vez estuvo en tierra se tiró al piso por la ráfaga de disparos que lo recibió.
—¡Carajos! —Maldijo mirando el auto que se acerca, no lo vio venir. —¿Qué coño haces? ¡Sal de ahí, estúpido! —Gritó por la insensatez de su compañero.
Daksh se paró en medio del camino e inició a dispararle al auto que no bajaba la marcha ni paraba de disparar contra ellos. Respiró profundamente y acto seguido soltó un disparó que dio directo al motor, así provocando la explosión del auto.
—¡Tomen ya, hijos de puta! —Gritó haciendo reír a Morgan quién se puso en pie, él únicamente habla y se emociona cuando trabaja y atrapa a los malos.
—¿Están muertos? —Preguntó acercándose al auto que se colisionó. —Está en muy mal estado. —Miró la carrocería y negó, nunca entiende como su amigo sobrevive a todo.
—Si están muertos es una plaga menos para este jodido mundo. —Dijo con repulsión apuntando por la ventanilla y al ver al conductor sangrando por la cabeza sonrió. Ama ver a los débiles humanos morir y sufrir.
—Todo está controlado, volvamos al almacén para esperar el transporte. —Ordenó Morgan bajando el arma. —Vamos, ayúdame a sacarlos de ahí. —Daksh también bajó su arma y obedeció a la orden de su amigo.
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Domando A La Bestia
FantasyÉl es un alfa cruel y su odio hacia los humanos lo llevó a su destierro. Obligado a vivir entre los seres que consideraba inferiores solo provocó que aumentara aún más su desprecio. Para encontrar la solución y volver a su manada, deberá dejar apren...