Entre tus brazos

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Advertencias: Universo canon ll Día 2: Cafuné. ll Diez años en el futuro, despues de los eventos actuales del mangall K+ ll Romance-vida diaria.

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Suspiró mientras rebuscaba entre sus bolsas la llaves de la casa, había sido un día difícil en su trabajo en la agencia. De esos días que son interminables y solamente esperas que los minutos pasen rápidamente para salir de ahí.

Ser un héroe profesional, a pesar de que muchos lo ven como un sueño, muchas veces es sumamente complicado. Desde villanos que complicaba las cosas con toma de rehenes, las drogas que iban en aumento para quitar el quirk de los héroes o algunas personas que a pesar de haber pasado más de diez años desde el incidente con Shigaraki, seguían utilizando herramientas de equipamiento para combatir ellos mismos con los villanos. Lo cual terminaba complicado todo en demasía, por haber más heridos o hacer más catastrófico el daño.

Y por supuesto que los héroes tenían que lidiar con eso.

Pero a pesar de la carga laboral absoluta, una de las cosas que más perturbaba a Tamaki era el hecho de la prensa, más específicamente, los reporteros con intenciones de entrevistarlos. Era un héroe profesional hace nueve años y aún no se había acostumbrado al hecho de tener la cámaras encima de él. Haciendo preguntas sobre su habilidad, lo que pensaba de esos villanos y un sin fin de preguntas que no lograba captar por lo abrumante de la situación.

Tantas voces, cámaras y atención ante él era sumamente estresante, se le disparaba su ataque de ansiedad. Y ese día no había sido la excepción donde al sentirse acorralado sin poder respirar lo único que logró decir fue una simple frase.

—Quiero irme a casa con mi esposa.

Sin esperar una respuesta había dado media vuelta y salido de ahí, directamente hacia su casa, con la imagen femenina en su mente. Y añorando tenerla en ese momento a su lado. Cuando ambos combatían a los villanos juntos, en las entrevistas, ella siempre tomaba su mano y la presionaba para darle un poco de valor para responder las preguntas que le hacían. Ante su ausencia él era incapaz.

Quería verla tanto, la echaba de menos.

Por lo que apresuró su marcha hacia su hogar y una vez en frente, con las llaves en las manos accedió a la casa. El aroma familiar de su hogar lo golpeó, provocando que aquella ansiedad que lo acogía disminuyera ligeramente. Se dirigió a la habitación donde dejaban sus atuendos de héroes y se deshizo de la capa y todo lo que conllevaba el suyo. Una vez libre se quedó en pantalones y camisa cómodos.

El sonido de la televisión lo guió por las escaleras hacía el segundo piso y vio una puerta entreabierta. Ahí vio el cuerpo de su esposa en la cama, mirando la televisión con una sonrisa en el rostro. Había sido su día libre en la agencia y de vez en cuando le gustaba descansar, porque la gran mayoría del tiempo estaba suficiente activa y vivaz, como su personalidad era.

Suneater se acercó subiendo a la cama y moviéndose hasta que acomodó en el pecho femenino, siendo rodeado por los brazos de la mujer que lo esperaban ansiosos. Tamaki alzó el rostro besando los labios de su esposa, aquellos que eran tan suaves y dulces como ninguna otra comida que había probado. Hundió la nariz en su cuello y toda la ansiedad, estresas y de más cosas negativas se esfumaron totalmente de su organismo.

Ese era su lugar seguro, entre sus brazos de su esposa, Nejire Hadō.

Grande había sido su sorpresa cuando al terminar la guerra final contra AFO y Shigaraki, ella terminó corriendo a sus brazos en el hospital y lo había besado enfrente de todos. Él desde hace tiempo era consciente de que sentía por ella mucho más que una amistad por lo que el ser correspondido era algo que jamás imaginó que sucediera. No cuando ella, un ser de luz, se había fijado en alguien tan sombrío.

Y unos años después había bastado para que contrajeran matrimonio, el primero de toda su generación y sorprendiendo a todos. Y de esa forma habían vivido juntos desde hace cinco años. Algo extraño al inicio para Tamaki al estar nervioso de que una mujer como ella estuviera a su lado. Prontamente se acostumbró a la calidez de su hogar que emanaba de la Hadō y comenzó a necesitarla cada día de su vida, hasta que el hecho de pensar que no podría vivir una vida sin ella.

Una de las cosas más reconfortarles era ella y hundirse entre sus brazos en días difíciles, como en ese instante donde todo desaparecía y solo existían ellos dos.

Sintió la mano femenina acariciar su cabello con delicadeza, pasando sus dedos entre su cabello y haciendo círculos delicados y suaves. Eran una caricia intima entre los dos que ella solía hacer, para relajarlo cuando fuera necesario.

—Te ves tan varonil en televisión.

Tamaki abrió sus ojos que había cerrado adormilado por aquellas caricias observando la pantalla de la televisión y viéndolo en plena pantalla. Su rostro estaba aturdido y sonrojado mientras decía aquella frase que había escapado de sus labios: "Quiero irme a casa con mi esposa"

Hundió más el rostro, sumamente avergonzado de ser captado en televisión diciendo algo tan torpe.

—Me ha encantado escuchar que me necesitabas. —Ella susurró mientras seguía pasando sus dedos entre sus cabellos con ternura.

—Yo siempre voy a necesitarte. —Él mencionó luego de unos segundos escuchando los latidos fuertes de su esposa y levantando el rostro.

Nejire sonrió encantada al escuchar esa frase, su matrimonio había reforzado un poco la seguridad de Tamaki. Lo suficiente para decir cosas tan intensas y románticas hacía ella. Algo que Hadō amaba escuchar de él. Cuando estaban por dormir y él repetía una y otra vez que la amaba en su oreja en un susurro.

Nadie podría pensar que él fuera tan dulce.

Era un secreto que Nejire guardaba recelosa pero que parte de la prensa había presenciado ese día. Aún así estaba encantada. Él levantó su rostro, buscando sus labios, que se enlazaron al instante en un intimo y dulce beso. Sus labios moldeándose entre ellos y Tamaki ingresando su mano por debajo de su blusa para dormir, sintiendo su piel suave y caliente.

La Hadō se estremeció al sentir los dedos del hombre subir por su estomago y acariciar la zona debajo de sus pechos, mientras la besaba. Sonrió al considerar lo atrevido que eso era y como era otro de los secretos que había descubierto de su matrimonio con Tamaki. Lo afectivo que lograba ser al buscarla para intimidar.

Mucho más activo de lo que cualquier podría imaginar.

Pero que iba tan bien con sus instintos propias y que parecían fusionadas, siempre sabiendo lo que el otro quería en el preciso momento. Por lo que ella le devolvió el beso ansiosa, queriendo sentir esas manos fuertes sobre de ella y dejar salir cualquier rastro de estrés de sus cuerpos. Él besó su cuello una y otra vez en una caricia tan delicada pero al mismo momento intensa que le sacó el aire de los labios.

La noche sería sumamente entretenida y placentera con Suneater como protagonista demostrando cuanto la necesitaba y Nejire a él.

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He muerto de amor al imaginar esta escena que queda perfecta entre la personalidad de ambos <3

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Heartbeats || Tamajire valentine week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora