Marvel: El sistema de la bestia

capitulo 75

Felicia Hardy tendría que admitir que estaba pasando el mejor momento de su vida con Peter Parker; no era un imbécil, no era un cabrón, no era un violador. De hecho, después de pasar el día con él, podría decir con confianza que es el chico más amable que jamás haya conocido.

Y a ella realmente le gustaba estar con él.

Era casi hasta el punto de que estaba pensando que podría estar enamorada de él, lo cual era una locura, para ser honesta. Nunca había considerado a ningún niño u hombre como su posible pareja, especialmente después del intento de violación que sufrió.

Había estado, literalmente, disgustada con los hombres. Su mente, su trauma no le permitieron estar con un hombre después, y se había inclinado más hacia las mujeres desde que Felicia era bisexual en primer lugar.

Pero Parker cambió de opinión y, en el proceso, podría haber despertado algún lado de la cleptomanía dentro de ella. Un lado que quería robárselo a Gwen, quien era su encantadora novia.

Era terrible incluso pensar en esto, pero Felicia no podía evitar pensar una y otra vez. ¿Cómo se sentiría tenerlo como novio e incluso como posible esposo en el futuro?

Él también parecía tener algún tipo de poderes, por lo que también podía protegerla. Realmente podía pasar su tiempo con él, pero eso no era posible.

Mientras se sentaba en el banco mirando a Peter hablando con alguien por teléfono, Felicia no pudo evitar fruncir el ceño, sintiéndose extremadamente celosa y envidiosa.

Fue Gwen, ¿no?

Felicia apretó los dientes.

¿Esa perra se atrevió a molestarlos en su cita? Felicia se enfureció.

No era como si ella fuera a robárselo, ¿verdad? Entonces, ¿por qué Gwen no podía dejarlos tener algo de tiempo?

Felicia respiró hondo. Sí, ella no debería estar pensando así.

Por lo que sabía, podría haber una emergencia. Sí, así es, Gwen, ni siquiera habría permitido que Peter viniera a conocerla si ella no quisiera que lo hiciera.

Felicia no tenía derecho a decir nada ni a sentirse celosa ni a llamar perra a Gwen. Ni siquiera algo parecido. Era Felicia quien estaba cruzando la línea aquí; ni siquiera debería estar pensando así sobre Peter.

Era el hombre de otra persona, Felicia no podía tomarlo, no debería robarlo.

Pero ella realmente quería un pedazo de ese hombre.

Los dedos de los pies de Felicia se curvaron, su estómago dio un vuelco como si le estuvieran haciendo cosquillas y su cara se sonrojó. Su mente estaba confusa y sus ojos tenían un brillo muy extraño en su interior.

Realmente, realmente, realmente quería ir y secuestrar a Peter, atarlo en su casa y no dejar que conociera a nadie más que a ella misma.

Guárdalo para ella, y solo para ella.

Felicia se abofeteó las mejillas y las pellizcó con fuerza, haciendo una mueca. Mierda. ¿Se está volviendo loca?

Felicia estaba perpleja.

Pero no tuvo tiempo de pensar en el asunto mientras Peter caminaba hacia ella, con una mirada extraña en su rostro.

"Oye", dijo en tono de disculpa. "Tal vez tenga que irme".

"¿Qué? Por qué?" Felicia espetó sin pensar, su voz mezclada con molestia. ¿Por qué tuvo que irse de nuevo?

Ella se sonrojó, pensando, cálmate niña, ¡cayendo demasiado profundo y demasiado rápido!