capitulo 62

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Tuvieron una linda cita.

No era nada como antes, nada de andar en montaña rusa, ni nada por el estilo. Sólo un buen restaurante, una buena comida, y luego, sin saber qué pasaría, o sin saber qué estaba pasando, estaban en una habitación de hotel.

"¿Está seguro?"

Peter murmuró, caminando hacia la cama mientras se estiraba un poco.

"Cállate", dijo Jen, lo empujó contra la pared y le levantó la máscara. Entonces, ella se acercó a sus labios. "Ambos sabíamos lo que iba a pasar".

Dijo, roncamente, y lo besó en los labios.

Peter tampoco retrocedió.

Él le devolvió el beso, sintiendo sus suaves y tiernos labios mientras ella lo empujaba con más fuerza.

No era realmente una mujer fácil; era solo que le gustaba jugar mucho. Como la mayoría de los hombres. Y Peter dudaba que ella hubiera hecho esto con cualquier shmo al azar en las calles. Ambos tenían sus ojos en el otro durante mucho tiempo.

Peter le lamió los labios, pidiendo permiso para entrar, y ella se separó, dándole paso. Peter insertó su lengua y el beso se profundizó.

Peter la acercó, tirando de ella hacia arriba con una de sus manos en su cintura y la otra acariciando su trasero carnoso. Jen soltó un gemido cuando su mano bajó hasta su coño. Llevaban ropa, pero aún podía sentir su erección pinchando su vientre.

Las manos de Peter vagaron hasta el trasero hermoso y carnoso de Jen, acariciando suavemente antes de empujar sus manos por sus bragas. Empezó a estimular su clítoris y ella gimió en el beso. Peter se estaba poniendo más duro por segundos mientras miraba a Jen a los ojos. "Jen, eres tan sexy", dijo con voz profunda. "Te voy a joder los sesos".

"¿Ah, de verdad?" Una sonrisa tiró de sus labios, y ella retrocedió, girando sobre sus talones antes de presionar su espalda con fuerza contra su entrepierna. Frotó su polla, que estaba detrás de la ropa, con su culo, asegurándose de presionar más fuerte antes de alejarse.

Peter estaba sin aliento, en realidad no, pero deseaba follársela con tantas ganas. Su pene estaba dolorosamente erecto.

"¿Y cómo planeas hacer eso? Todavía estás vestido, y yo también. Necesito ayuda aquí".

Gimió cuando el culo de Jen hizo contacto con su ingle, otra vez. Él se inclinó hacia adelante, tratando de llamar su atención, pero ella seguía burlándose de él.

"¡Hoho!" Jen rió exageradamente, presionando su dedo índice sobre sus labios mientras hacía un pequeño puchero. Los mismos labios que estaba besando hace un rato.

"¿Qué tal si haces algo de esa magia tuya?" Jen le dio un suave beso en los labios. "¿Hacerlos desaparecer? Y yo soy tuyo".

"¿Está usted seguro de eso?" preguntó Peter, su voz caliente contra ella.

"¿Lo soy?" Jen levantó una ceja, su rodilla jugando con su erección.

Peter sonrió y usó [Inventario] para guardar su ropa y la de ella. Luego, miró fijamente su cuerpo. Sus pechos eran grandes, alegres, suaves y cálidos. Presionó sus labios alrededor de sus pezones y chupó con fuerza, haciéndola gemir profundamente.

"Mmm..." murmuró Jen, sus párpados revoloteando. "Yo..." La espalda de Jen se arqueó mientras sonreía, sus ojos retrocediendo un poco. "Me gusta eso."

Jen empujó sus pechos juntos mientras él los tocaba.

Peter sonrió, chupando su pezón de nuevo.

Peter la abrazó, la levantó y la arrojó sobre la cama. La besó en los labios, intercambiando saliva, su cuerpo estaba caliente contra el de ella. Luego, arrastró sus labios hasta su barbilla y luego hasta su cuello, dándole suaves besos mientras bajaba hasta su clavícula.

Marvel: El sistema de la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora