Capítulo 23

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Despliegue

Su pequeño cuerpo se movía de un lado a otro por el parque, incansable. Esa tarde hizo muchos amigos.

Jugaron a ser héroes, al pilla pilla, al escondite, y a otros tantos. Incluso llegaron unos niños grandes para impresionarlos con sus quirks.

Sus mejillas dolieron por haber sonreído tanto; su suave garganta se había secado por el esfuerzo físico.

Al final de la tarde, los niños se sentaron en un pequeño círculo y esperaron. Unos minutos más tarde, llegó el anciano que cuidaba las plantas.

Después de unas cuantas historias de terror, y con la noche haciendo presencia, los niños salieron del parque con el corazón acelerado.

Izuku, no siendo la excepción, vio a sus padres esperándolo en la salida. La expresión de mamá calmó su corazón agitado por el miedo.

Esa noche, papá no fue tan cortante, atendiendo varias de sus preguntas con un calor antinatural.

Ese simple hecho, y ver a su familia más unida que cualquier día anterior, le hizo lucir una sonrisa aún más dolorosa para sus músculos faciales.

Tras varios minutos de tranquila caminata, llegaron a las puertas de un lujoso restaurante.

Recordó los vívidos y cálidos colores que acariciaron sus ojos esmeralda.

El sentimiento solo fue más intoxicante cuando reconoció el sabroso olor del katsudon saludando su olfato.

En la refinada mesa, tres cuencos del delicioso platillo yacieron, expulsando aquel delicioso vapor.

Bajo la cálida sonrisa de mamá y la no fría mirada de papá, comió el mejor katsudon de su vida.

Al final, con el estómago lleno, miró a sus padres para agradecer profundamente. Sin embargo, no había sido el final.

Empujando cuidadosamente una cajita de regalo, mamá lo llevó hasta sus manos.

Anonadado, acarició la textura antes de comenzar a romper la envoltura.

Bajo la mirada de anticipación de sus padres, lo terminó de desenvolver.

Tras un poco de forcejeo y ruptura, una pequeña figura de All Might descansaba en sus manos.

Moviendo sus flexibles extremidades, el niño observó atontado.

Calientes lágrimas emergieron de sus brillantes ojos esmeralda.

¿Cuantas veces les dio las gracias? Recordó sus rostros avergonzados frente al resto de personas.

Poco tiempo después, se encontraron caminando una vez más, en un tranquilo silencio.

Deteniéndose y levantando al pequeño All Might al cielo, se encargó de grabar en fuego aquella noche. Jamás lo olvidaría.

'El cielo es tan hermoso.'

-¿Izuku?

-Volvamos a casa, cariño.

El niño abandonó la vista del cielo, encontrándose con el cálido recibimiento de sus padres.

Avanzando con un saltito como impulso, asintió.
-¡Si! ¡Regresemos a casa!
.
.
.

-Si, es... Hermoso.

Hacía frío. Las tranquilas ráfagas del gélido viento acariciaron cruelmente su piel. Una tortuosa caricia que no tenía la intención de detenerse.

Traspasando la carne y moliendo el hueso, produjo la suficiente molestia para elevarlo desde la inconsciencia.

Arrancado de uno de los pocos recuerdos felices en su estante, abrió los ojos en una rendija.

Crónicas Del Cristal: Ruptura//BNHA FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora