3. Sabores en el desayuno

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// Al igual que el capítulo anterior, si el texto está en cursiva, es por qué están hablando en inglés

El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas entreabiertas de la habitación de México, pintando patrones dorados en las paredes. Con un bostezo suave, México se estiró y finalmente abrió los ojos, recibiendo el nuevo día con una expresión serena. Se sentó en la cama, dejando que la sensación de relajación se asentara antes de ponerse de pie y dirigirse al armario.

Hoy, México había decidido vestirse con un toque de elegancia casual. Optó por unos pantalones negros algo ajustados y una blusa de seda en tonos azules, con algunos detalles florales que reflejaban la rica cultura de su país. Se puso unos zapatos cómodos y se aseguró de que su cabello se viera pulcro pero sin demasiada complicación. Un toque de maquillaje suave realzaba sus rasgos, completando el aspecto fresco y sofisticado que había elegido.

Con su atuendo listo, México se dirigió hacia el comedor del hotel, donde, entre los servicios que ofrecía el lugar, se había programado un bufet para el desayuno. El aroma tentador de alimentos recién preparados llenaba el aire mientras se acercaba a la zona de comida. El rango de opciones era impresionante, desde frutas frescas hasta postres había algo para satisfacer todos los gustos. Canadá se acercó a la chica por detrás, con una sonrisa, haciendo que tomada desapercibida a la chica.

Canadá: Good morning Mexico! How are you today? ((Buenos días, México! ¿Cómo estás hoy?)

La mexicana le dio un abrazo y un beso en la mejilla en señal de saludo, y el canadiense le ofreció un plato para que se sirviera lo que gustase.

México: Hello Canada! I'm very well, thank you (¡Hola, Canadá! Estoy muy bien, gracias.)

La mexicana llenó su plato con una selección variada de alimentos, disfrutando del estallido de colores y sabores. Tomó asiento en una mesa cercana a la ventana, permitiendo que la luz matinal iluminara su lugar. Mientras esperaba a su amigo para comenzar a degustaba su comida, no pudo evitar recordar la salida del día anterior con Ucrania y Japón, al terminar de cenar creyó haber visto a Rusia.

El canadiense se acercó a la mesa, sentándose frente a la mexicana con una sonrisa y ella al levantar la mirada y devolvió la sonrisa. La chica no espero ni un segundo más para empezar a probar bocado.

México: La comida aquí es realmente deliciosa. También me gusta poder probar más de una sola cosa para el desayuno.

El canadiense también empezó a comer.

Canadá: Sí, es genial tener un buen bufé para empezar el día, me gusta tu playera, te vez linda cuando usas cosas distintivas de tu país.

Un ligero sonrojo apareció ante sus mejillas, por lo que trato de ocultar bebiendo un jugo. La mexicana agradeció el cumplido mientras seguía comiendo, así que el chico siguió la conversación.

Canadá: Por cierto, ¿cómo la pasaste ayer con Ucrania y Japón.

La morena no pudo evitar que su sonrisa se ensanchara.

México: Fue increíble, pasamos riendo y platicando mucho, por ejemplo no sabía que a Japón le gustaba esa situación del doblaje, poniendo atención, no le doy mucha importancia, pero si se aprecia de diferentes formas, realmente estar con ellas me ayudó a relajarme después de la reunión de ayer.

Canadá: Me alegra escucharlo, se notaba que estabas cansada.

México: ¿Se me notó mucho?

Pregunto preocupada, por qué en ocasiones ONU le llamaba la atención.

Canadá: Tal vez de lejos no, pero yo me senté a tu lado, así que lo noté.

¿REENCARNACIÓN? (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora