Apoyo Intrafamiliar ch 1

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Los saludo otra vez señoras y señores, ¿Ya tienen a sus parejas para este San Valentín o al igual que yo aún no les cae del Cielo su Media Naranja para que no pasen por una horrible etapa de gótico emotivo que les ponga las caras súper largas? (El sonido de grillos es lo único que se escucha ante esta broma tan tonta que no causa ni cinco de gracia)

Este... como decía, hace no mucho hice un fic de una pareja super Crack conformada por Liam y Miguel titulada: "Terapia Para un Corazón Roto" (Si, una historia Yaoi en caso de que se lo pregunten :P) debido a que era parte de una apuesta que perdí y que debía hacer con contenido Triple X intenso (Vuelvo a tomar de mi botella de licor)

Pero eso fue solamente la mitad de la apuesta, porque ahora debo hacer un segundo fic con también escenas súper picantes. Dentro de los parámetros del Fandom de TLH esto sería algo... "normal y cotidiano" nada del otro mundo y que he visto ya un montón de veces:

Loudcest (El estruendoso sonido de truenos es acompañado de un millar de rayos)

Aunque en el pasado ya he escrito unas dos o tres historias incestuosas, jamás pensé que debería hacer una con escenas que literalmente es nopor puro, pero hey, una apuesta es una apuesta y debo cumplirla aún si no me gusta.

¿Y a que no adivinan quiénes serán los protagonistas? ¿O tal vez si lo adivinan gracias al Sumary? Ya que diantres, espero que les guste más leerlo de lo que yo al escribirlo (Sigo tomando de mi botella hasta que esta queda vacía) carajo... ¡Ah buena se me acaba mi preciado licor! (La tiro y busco otra desesperadamente)

      CAPÍTULO UNO: UNA FAMILIA DE LOCOS AÚN MÁS LOCA

En una bella plaza de Royal Woods, un joven castaño de entre 20 y 25 años se hallaba cruzado de brazos apoyado en un poste. Vestía elegantemente un conjunto azul, con gabardina, guantes negros sin dedos, una bandana alrededor de su cabeza de diversos colores que mayormente era tapada por su larga cabellera y teniendo en la mano derecha un bello ramo de flores.

Se veía ansioso, e incluso preocupado, igual a como lo estaría alguien que va a hacer algo que no le va a gustar y que podría herir a otra persona, gesto que se complementaba con la manera en como movía de arriba abajo el pie izquierdo no prestándole atención a la gente que caminaba cerca de su posición.

Cualquier pensamiento que surcaba por su cabeza fue interrumpido cuando alguien lo abrazó fuertemente por la espalda alzándolo del suelo y que abriese enormemente los ojos.

-¡LEMYCITO! ¿Llevas mucho tiempo esperándome? ¿Te salieron raíces en los pies?

La responsable de eso era una mujer también castaña, mucho mayor que él, pero algo corta de estatura y en una admirable condición física que también llevaba elegantes prendas, dignas de una cita, para rodearle un cuello y hacer que se inclinase y besarlo sin pena alguna en la boca.

-Descuida, Tía Lynn. Solo llevo esperando unos 10 minutos- dejó que lo besara y recorrió su espalda con la mano izquierda sacándole un leve brinco cuando le masajeó la retaguardia.

-No seas tan liso, pequeño descarado- lo apartó de un leve golpe mientras reía.

-Es que te ves tan bella así cuando te molestas... y porque ya te he dicho muchas veces que no me gusta que me saques el aire con esos abrazos de oso- fue su modo de cobrarle ese brusco saludo -y pues... mira, te traje esto- con cierta pena, le ofreció el ramo de flores que sostenía.

-Ay, Lemy... ¡SON HERMOSAS!- lo tomó con ambas manos y aspiró su aroma -¿Tulipanes rojos?

-Claro. Desde un inicio supe que vendrías vestida con ese color y porque son tus flores favoritas, ¿Y qué mejor ocasión que nuestro séptimo aniversario para dártelas?- agarró su mano derecha.

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