Yo siempre fuí una carga para tí...

Capitulo uno

En una pequeña choza algo vieja y malgastada se encontraba un joven rubio de apariencia deplorable, pelo desalineado, un parche en un ojo, desnutrido y ropa harapienta.

Oye Pochita, cuando salde mi deuda con los Yakuzas ¿Que te parece si tú y yo nos vamos de aventura lejos de aquí?

El rubio estaba acostado en el suelo boca arriba y en su pecho había un pequeño demonio de aparecía adorable descansando en él.

¡Woof!

El Pequeño Demonio denominado como Pochita ladra alegre respondiendo de forma positiva la Pregunta de su mejor amigo.

¿Te gusta la idea verdad? Lo sabía ¡Creeme que trabajaré muy duro para que salgamos de esté lugar y comamos pan con mermelada juntos!

El rubio contento sonríe con determinación mientras alza a su amigo el cual no paraba de ladrar y mover la cola de felicidad.

Me preguntó... Si pudieras hablar, que me dirías... Bien, es hora de dormir mañana será otro día.

El rubio baja lentamente a su amigo dejando en el suelo, luego esté se acomodo en posición fetal, el Pequeño Demonio rápidamente camino hacia el rubio para luego acostarse al lado de él, seguido de esto, el muchacho abrazo a su amigo.

El rubio abre su único ojo bueno, escuchaba como las hojas de los árboles se agitaban de forma violenta, eso indicaba que había una leve tormenta afuera, iba a seguir durmiendo pero nota que su pequeño amigo temblaba de frío, eso sin dudas le preocupó, levanta la mirada hacia una esquina notando que tenía un "Pequeño" agujero, eso causaba que el frío entrará dentro de su hogar.

(Soy un idiota, dije que repararía eso está mañana y no lo hice, ahora Pochita esta temblando... Si pudiera hablar, seguramente diría que esta decepcionado de mí..)

Denji con bastante cuidado de no despertar a su amigo, se quita el abrigo que suele usar siempre quedando solamente con una camiseta blanca algo sucia y sin mangas, se puede apreciar la delgada figura del rubio, también se podían ver varias cicatrices que tenía, si no fuera por su camiseta se podría ver incluso que debido a la falta de masa corporal se notaban sus costillas, envuelve a Pochita con el abrigo haciendo que esté poco a poco deje de temblar, luego de esto, vuelve abrazarlo e intenta dormir siendo él el que tiemble está vez.

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¡Woof!

Si ya se, ya se, ahora me levantó...

El sol ya había salido indicando que era un nuevo día, Pochita estaba lamiendo y mordisqueando suavemente la mejilla del rubio para que esté se levanté, algo que no entendía el Pequeño Demonio era el porque él amaneció con el abrigo del rubio y el contrario solo en camisa y temblando.

¡Bien Pochita, espero que hoy estes listo porque algo me dice que hoy tendremos mucho trabajo por hacer!

Dijo el rubio mientras seguía temblando levemente pero con una sonrisa feroz en el rostro.

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El rubio junto a su amigo Pochita tuvieron un día algo tranquilo, salieron a dar un paseo por el bosque, solía hacer esto para entretener a su pequeño amigo, no tenía dinero para comprarle algo como una especie de juguete así que hacía todo lo posible para que esté sea feliz y se entretenga.