Me levanto asustada otra pesadilla. El sudor cae por mi cara, llevo mi mano a mi freten y la seco, cierro los ojos y me tumbo otra vez en la cama, pienso en hace cuanto no duermo bien, hago una suma mental y han sido dos meses en los cuales cada día no ha faltado ni una sola pesadilla que por alguna razón me despiertan a la misma hora. Cada día es diferente y cada día son más crueles e horribles lo único que no cambia son sus personajes él y yo.
Me levanto para ir al baño, cuando voy directo al lava manos, abro el grifo mojo mis manos y luego las pongo en mis mejillas cierro los ojos agradeciendo lo bien que se siente el agua fría contra mi piel, cuando me siento mejor cierro el grifo y salgo del baño sin a pagar la luz, me dirijo a mi mesita de noche, miro mi reloj y como suponía eran las 3:00 am, suspiro con rabia por no poder dormir hasta tarde, me dirijo otra vez a el baño y me miro en el espejo.
Después bajo la cabeza mirando hacia el suelo y cierro los ojos recordando el sueño que aquella noche había tenido, me pongo a recordar.
Flashback-
Estaba parada en medio de una habitación, tenía un vestido largo, blanco muy hermoso, recorrí la habitación con la mirada, todo era blanco y no había nada, aquella habitación me transmitía una sensación de seguridad, pero todo empezó a cambiar, todo empezó a ponerse negro, la angustia, el miedo se apoderaron de mí y la oscuridad empezó a avanzar hacia a mí, trate de moverme pero mis piernas no se movían la oscuridad me envolvió y todo se volvió negro.
Mis ojos se abrieron pero tuve que cerrarlos ya que una luz me segó, intente abrir los ojos, había una especie de reflector sobre mí, instintivamente volví a cerrar los ojos, sentí algo debajo de mí y me di cuenta de que estaba tumbada sobre una cama, trate de mover mis manos pero sentí como algo ejercía presión sobre mis muñecas, alce la cabeza abrí un ojo, sentí una punzada de miedo, me encontraba atada no solo de manos sino también de pies y sin evitar decir que mi cuerpo poseía un pequeño conjunto de ropa interior de color negro, trate de gritar pero de mi boca no salía ni una sola silaba, sentí como una lagrima resbalaba por mi mejilla, no tenía como salir de aquí, inevitablemente pensé en que me iban a matar mi fuerza se desvaneció y las lágrimas empezaron a salir.
Trate de calmarme y pensar como desamarrarme pero cada vez que jalaba las cuerdas en mis manos una punzada de dolor se extendía por mi brazo, levante mi cabeza y mire alrededor del cuarto, mi barriga dio un vuelco cuando encontré en la oscuridad un punto rojo, mi olfato percibió el olor del cigarrillo, había una presencia en el cuarto, nunca estuve sola y peor aún esto no iba a mejorar.
Ahora no era solo el miedo si no la angustia de salir de ese lugar, empecé a jalar con menos delicadeza las cuerdas que amarraban mis manos el dolor era horrible, pero no me importaba más si no salir.
Dirigí la mirada a donde se encontraba el, sentí como me miraba y un escalofrió se apodero de mi espina dorsal, oí los pasos del hombre acercándose, mi cuerpo se paralizo por el miedo y mis ojos se perdieron en la luz, sentí un leve toque en el tobillo del pie izquierdo, aguante la respiración cuando llevo sus dedos en una línea recta en la parte interna de la pierna subiendo hacia el muslo, pero se detuvo en la rodilla, sentí como mis mejillas quemaban porque ahora estaba llevando su mira desde mi entrepierna hasta el ombligo, luego hasta mis pechos y su mirada recorre mi cuello hasta detenerse en mis labios, quería taparme pero era más que obvio que no podía, por ultimo mis ojos, su insistente mirada me daba escalofríos, él quería que lo mirara, pero yo me negaba a hacerlo, sentí como su mano se apretaba dolorosamente la rodilla, mi cara se arrugo ante el dolor, pero no lo mire, intensifico su agarre clavando sus uñas en mi piel solté un gemido de dolor y lo mire, aflojo su agarre, pude ver que sus ojos eran dos agujeros negros y sus labios eran tan rojos como la sangre, su rostro no reflejaba ningún gesto.