Nunc Mea Sunt

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Me era imposible conciliar el sueño, cuando cerraba mis ojos veía pasar por mis ojos las escenas de la pesadilla y volvía a despertarme. Nada mas que eso para quedarme mirando el techo divagando que haría hoy sábado, ya que era definitivo no podría dormir, el reloj de la mesita de noche marcaban las 7:30, después mire hacia la ventana y vi que el cielo estaba un poco opaco, el día estaba frió y posiblemente llovería, pero no aguante mas y me levante de un brinco de la cama, me encamine a el armario de mi cuarto, saque lo primero que encontré, unos pantalones de sudadera y un saco grande con un gorrito de lana, salí de mi cuarto agarrando las llaves del departamento y las de mi carro, mi celular y algo de dinero.


Ya a fuera del departamento, camine hasta el auto sintiéndome vigilada, mire para todos lados pero no vi a nadie, estaba paranoica por la pesadilla de mierda o tal vez por no dormir bien, no lo sabía exactamente pero temía volverme loca.

Viendo ahora mi auto no tenía ganas de manejar, así que caminaría sin rumbo hasta pensar a donde ir, me dispuse a caminar, metí mis manos en los bolsillos del saco ya que sentía como el frio penetraba mi piel.

Pase a la otra acera caminando al frente de otros apartamentos, voltee en la esquina, me encontré con el starbucks que visitaba cada mañana antes de ir al trabajo, entraría a comprar un café.

Al entrar al establecimiento me recibió una ola de calidez que me hizo estremecer, me encontré con que hoy no estaba tan lleno como los demás días, tan solo había un señor de aproximadamente 38 años sentado en uno de los sofás leyendo el periódico. Me acerque a la caja, donde había una joven con el cabello recogido en una coleta alta, me dirigió una sonrisa:

-Muy buenos días señorita que desea- me miro dio una sonrisa ancha y me recordó a Darcy mi mejor amiga, hace mucho no la veía tendría que ir a verla, caminaría hasta su casa, ahora tendría a donde ir--

-Buen día- tosí para aclarar la voz- quiero un capuchino, un expreso y unas donas, para llevar por favor- le di una sonrisa de lado-

-Muy bien desea el expreso con azúcar - negué con la cabeza - bueno entonces serian $15.00 dólares -- le tendí el dinero para luego irme a sentar a esperar. Después de 5 minutos me llamo y me estrego el pedido, le di las gracias y salí del establecimiento.

Saque el expreso de la bolsa y le di un sorbo, el sabor amargo me relajo, recordé que hacía ya 1 año que no fumaba porque Darcy siempre me decía que me volvería anciana, a lo que yo siempre le respondía que sería una anciana muy sexy, hasta que se enfadaba por que no la tomaba enserio, ahora lo único que hacía era calmar las ansias de fumar con un café.

En mi camino me adentre a un parque en el cual hacia picnics con mis cuatro amigas, recordé que el ultimo día que las vi fue cuando nos metimos con la tabla uija desde hay solo tuve contacto con Darcy, desde ese día me jodí la vida.

Flash back--

Habían llegado mis tres amigas Darcy, Tatiana y Jade, nos encontrábamos en la sala de estar de mi departamento, ya era de noche así que había hecho un poco de café para calentar el ambiente. Nos habíamos reunido ya que Tatiana quería que le ayudáramos con algo y estábamos a la expectativa de lo que nos quería decir.

-Tatiana ya dinos - hablo Darcy con voz baja, Tatiana le dio una mirada un poco nerviosa para luego empezar a hablar-

-Bueno pues ya que estamos todas necesito mostrarles algo- hablo Tatiana poniéndose de pie para ir a buscar algo, cuando volvió traía una bolsa negra, de la cual no me di cuenta que llevaba cuando cruzo el lumbral de mi puerta, metió la mano en esta y saco un cuadro de madera con unas letras encima de ella.

HIJO DEL DIABLO (Zayn Malik) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora