La reina de New England (Chris Evans)

¡Ey, New England!

Noche de Superbowl y último día en el set de grabación. Nickole se encontraba en la sala de descanso junto a sus compañeros disfrutando de el fútbol y tomando un poco.

-¡Ey, New England! - le dijo un compañero a Nickole

-¿Qué quieres, Tampa? - lo miró molesta

-¿Preparada para perder?

-No. Me vendría bien un nuevo anillo, así tendría uno para cada día de la semana.

-¿Llevas seis meses viviendo en New England y ya eres la mayor fan de el mundo?

-Lo soy desde antes de vivir en New England, Tampoco. Tú ni siquiera eres de Florida. ¿Por qué los sigues?

-Tengo familia ahí y puedo...

-No es lo mismo. Yo vivo allí, Tampa.

El compañero que había sentado al lado de Nickole, Daniel, vio que alguien lo llamaba y le dijo a Nickole:

-Princesa, ahora vengo.

-¿Dónde vas? - le dijo extrañada

-Disfruta de tu partido, tengo que hacer algo.

Daniel salió y se acercó a Chris que era quien le llamaba.

-Se me hace raro no verte plantado delante de la televisión,  Evans. Juegan los Patriots, final de la Superbowl.

-Lo estoy viendo a medias...¿he escuchado que Nickole vive en New England?

-Si, ¿porqué? - sonrió

-Simple curiosidad...por saber.

-Lleva seis meses viviendo en Subdury con su hija.

-¿Subdury, Massachussetts?

-Sí. Es más, diría que vive cerca de tus padres.

-¿Y no me ha dicho nada?

-Es lo que suele pasar cuando no mantienes una conversación con una persona...¿habéis hablado en algún momento?

-No he tenido la oportunidad...

-Entonces, ¿la stalkeas?

Chris sonrió

-¡No! Simplemente voy observándola...

-Pues ahora podrías hablar con ella, sois de el mismo equipo.

-La verdd es que me da un poco de respeto...

-¿Por qué? Es una chica muy tranquila cuando no está viendo deportes. Además, ahora mismo eres aliado, no te va a hacer nada. No muerde, Chris. -sonrió Daniel- Ya en serio, es muy buena chica.

-Voy a ir a hablar con ella entonces.

Chris se metió en la sala y se sentó justo al lado de Nickole

-¿Cómo va el partido?

Nickole se giró y sonrió

-Ganando por veinticinco puntos.

-¡Genial! Esto...me acaban de decir que vives en Subdury.

-Hace unos meses, sí. Había una casa preciosa a la venta y acababa de obtener la ciudadanía. Algo me dijo que tenía que ser allí y seguí mi instinto.

-Es un buen sitio para vivir...yo crecí ahí - sonrió - ¿Tu casa no será aquella que tiene la bandera de los PATS en el patio delantero?

-Mi patio tiene tres banderas: la de Estados Unidos,  la de España y la de los PATS.

-¡Es la casa que hay delante de mi madre!

-Si, vivo enfrente de la señora Evans. A veces le trae frutas o bizcocho a mi hija y yo le doy algo de café italiano.

-Es una maravilla de mujer, ¿verdad?

-La verdad es que sí - sonrió

-¿Quieres una cerveza? - le preguntó cuando vio su botella vacía.

-Claro. Gracias. ¡Touchdown! - celebró mientras Chris iba a por otra cerveza.

Chris la miraba mientras ella celebraba.

Al acabar el partido, Nickole estaba saltando de alegría y el seguidor de Tampa se enfadó con ella.

-¿Puedes callarte ya, New England?

-Déjame ser feliz, Tampa. Siete superbowl...¿Quién ha hecho eso? ¡Solo nosotros!

Chris sonreía mientras la veía celebrar.

-Déjala, Tampa - dijo Chris

-Lo dices porque tu equipo acaba de ganar, Chris - le dijo el seguidor de Tampa

-Lo digo porque este es un país libre y tiene todo el derecho de celebrar la victoria de su equipo.

Cuando aquello acabó, Nickole fue a su caravana y llamó por teléfono a su hija.

-Hola, mi vida.

-Hola, Mami. Estoy a ounto de salir a mi último día de clase.

-Lo sé. Solo llamaba para estar segura de la hora, la puerta, el avión...

-Si. Mi padre te mandará más tarde todo lo que necesites.

-Está bien. Te quiero, pequeña.

-¿Nicky? - habló el padre de su hija - En un rato te mando todo, ¿está bien? Irá acompañada, te dejaré los datos de la persona también.

-Gracias. Tengo que colgar

A la mañana siguiente, Nickole se fue temprano directa a tomar un vuelo directo a Boston.

Nada más llegar, tuvo que correr para llegar a buscar a su hija y después se fueron directas a casa.

-¡Nicky! - la saludó la señora Evans nada más llegar.

-¡Lisa! - sonrió

-¿Qué tal ha ido todo?

-Muy bien, gracias.

-¿Quedamos mañana para tomar café?

-¡Claro!

Dejó su coche y subió las maletas a las habitaciones mientras Irene, su hija, se fue a bañar.

-¡No tardes mucho! ¡No es una piscina!

-¡Sí, mamá! - respondió Irene

La puerta sonó y Nickole bajó a abrir.

-¡Hola vecina! Vengo a traer comida de la señora Evans.