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Parte dos: Los marcados deben morir.

— ¿Tú qué haces aquí?

Yuta levando su rostro para ver a quien perturbaba su tranquilidad.

Johnny.

— ¿No se supone que esta es la oficina de Ten?

— Por si no lo has notado, no está aquí.

— ¿Ten salio de la fortaleza?

— No tengo porque darte información que no te concierne. No eres más que un oficial, ahora sal de esta oficina. — dijo ordenando unos papeles de encima de la mesa.

Johnny soltó una sonrisa soberbia.

— Soy más que un oficial, Yuta. Verás, soy quien acompaña a nuestro líder en sus noches más solitarias. ¿Puedes creer que aún llora la muerte de ese idiota?

— Cierra la maldita boca...

— Señor, una furgoneta se dirige a la entrada de la fortaleza, su patente no coincide con nuestra base de datos, podrían ser desertores o simples ilegales.

Yuta bajo su arma y la guardo. Luego de dirigirle una mirada amenazante a Johnny, salió del lugar.

Yuta iba a pasos apresurados hasta la entrada de la fortaleza. Le fastidiaba pensar que habría problemas justo cuando Ten estaba fuera.

Al llegar al lugar vio como una furgoneta blindada se aproximaba a gran velocidad, todos los hombres que custodiaban la entrada al igual que los francotiradores de turno, empuñaban sus armas contra los ilegales. Yuta tomó su arma pero la dejó en su mano sin necesidad de levantarla. Cuando la furgoneta paró, hubo un segundo donde uno de los oficiales gritó que salieran de la furgoneta con las manos en alto.

— ¡Identifíquense!

La puerta se abrió y dos hombres salieron apuntando a todos lados.

Baekhyun y Kai.

— Señor, son miembros de la unidad de Lee Taemin, debemos reducirlos. — le informó un hombre a Yuta.

— La misma unidad a la que pertenecía tú ahora líder — le respondió Yuta—. Bajen sus armas — se dirigió a Baekhyun y Kai está vez.

— No bajaremos nada, Nakamoto, hasta que tus hombres nos dejen de apuntar como si fuéramos unos malditos crimínales— gritó Kai.

— Eres uno, idiota — le respondió Baekhyun—. Solo vinimos a ver a Ten, necesitamos hablar con él, es urgente — esta vez le grito a Yuta—. No estaríamos aquí si no fuera importante.

Yuta se quedó en silencio un momento analizando la situación.

— Bajen sus armas— ordenó—, todos.

— Pero señor, fueron desterrados...

— Ya no, las cosas han cambiado.

Todo el mundo por un momento pareció no entender nada.

— Dije que bajen las armas. — repitió—. Ustedes, pueden venir conmigo.

Kai miro de manera sospechosa a Baekhyun sin entender nada mientras esté otro solo bajo su armas, la guardo y camino tras de Yuta quien entraba en la fortaleza.

— Necesitamos hablar con él, ¿donde está? — preguntó Baekhyun impaciente mientras entraban a la oficina de Ten.

— Por el momento el no se encuentra, pero es...

La puerta de repente se abrió dejando ver la figura del líder y un hombre que venía tras de él. Ten quedó algo sorprendido cuando vio a sus amigos luego de casi tres años.

Los Siete (La batalla sigue)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora