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¡Regalo adelantado de San Valentin!

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Jihwa se había dormido regreso a casa, por lo que Mumyeong lo acurrucó contra su pecho, sosteniéndolo firmemente con un brazo mientras que con la otra mano manejaba las riendas. Sonrió suavemente al escuchar al omega balbucear y aferrarse con fuerza pero sin despertarse, y no pudo evitar inclinarse para besar su cabello.

Olía bien, su aroma se estaba endulzando cada día más y en pocas semanas sería fácil para los demás detectar que estaba en espera. La idea lo hacía sentirse orgulloso pero también muy protector, no quería que nada pudiera dañarlos.

Al llegar lo tomó en brazos y bajó del caballo, dejando que los sirvientes se ocuparan del animal, dando un asentimiento para saludarlos antes de dirigirse hacia la habitación y pensó brevemente como se había acostumbrado a esa vida.

Siempre había sido respetado entre los suyos, había sido un líder natural entre los grupos a los cuales se había unido pero eso no era nada comparado a tener sirvientes. Era verdad que le tenían más confianza de lo que le tendrían a un señor de cuna noble y a veces le hablaban de manera informal, pero lo respetaban y le hacían caso sin dudar, tratándolo como que si fuera el dueño del lugar.

Se había sentido algo incómodo al principio pero luego había notado lo mucho que ayudaba a Jihwa que él se hiciera cargo y todo empezó a sentirse más natural.

Se quitó los zapatos antes de entrar al interior de la casa y se paró por unos momentos para quitar también los de Jihwa, tarareando ligeramente cuando el omega estuvo a punto de despertarse por el movimiento.

⸺Ya llegamos a casa.⸺ Susurró muy bajo dejando otro beso en su frente antes de empezar a caminar.

Entró a la habitación y cerró la puerta silenciosamente, acomodando mejor a Jihwa en sus brazos antes de dirigirse al nido para acostarlo sobre él. Lo bajó despacio, arrodillándose en el suelo para poder dejarlo suavemente y medio sonrió cuando Jihwa se acurrucó contra sí mismo sobre las mantas murmurando entre sueños haciéndole imposible no estirar su mano para correr los rizos rojizos rebeldes que habían caído sobre el rostro de su amado.

Se veía tan tranquilo y hermoso.

Sin poder contenerse, se inclinó dejando un pequeño beso en la comisura de sus labios, acariciando suavemente su mejilla con su pulgar, disfrutando del pequeño contacto por largos segundos antes de obligarse a separarse.

Se quitó la parte superior de su ropa, dejándola doblada a un lado antes de meterse al nido también, abrazando a su omega y apoyando su nariz en su cabello cuando Jihwa se presionó contra él.

⸺Mumyeong.⸺ Jihwa murmuró medio despertándose, alzando su rostro como para tratar de mirarlo pero Mumyeong se inclinó, apoyando su frente contra la de él suavemente, evitando que abriera los ojos.

⸺Está bien, sigue durmiendo amor. ⸺ Susurró con cariño, rodeando su cintura con un brazo para atraerlo un poco más hacia sí. Jihwa ronroneó haciéndolo dar un suspiro, amaba cuando su omega hacía esos pequeños sonidos debido a él.

⸺Tengo calor.⸺ Jihwa susurró como que si necesitara una excusa antes de quitarse torpemente el hanbok, en un intento de no abrir los ojos y desvestirse. Mumyeong apenas contuvo la sonrisa antes de ayudarlo, dejando la prenda a un costado del nido antes de volver a atraerlo hacia su pecho. Jihwa apoyó su mejilla en sus pectorales, acurrucándose contra su costado y pasando una pierna sobre las de él.

Mumyeong acarició su cintura lentamente mirando su rostro dormido. Si Jihwa no estuviera tan cansado lo besaría pero en ese momento se conformó con mirar las marcas que había dejado sobre su cuerpo debido al encuentro cerca del lago. Deslizó sus dedos sobre una que estaba en su cadera y presionó un pequeño beso en su rostro cuando el cuerpo de su omega se estremeció.

Lo necesario para un embarazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora