Leila.
Luego de mi última frase, quise que la tierra se abriera y me tragara. No puedo creer que dije eso. Emiliano no emitió comentarios y miró al frente.
Un silencio incómodo fue el que nos acompañó hasta que llegamos a su casa. Los niños fueron directamente a la sala de juegos de Santi mientras que yo me quedé parada en medio del comedor.
-Querés unos mates?-preguntó el dueño de casa tocándose la nuca con su mano derecha. Me hablaba con miedo. Asentí sin decir nada. No sé qué decir para ser sincera. -Sentate donde quieras, Lei. Sentite como en tu casa.-dijo Emiliano antes de irse rápidamente hacia la cocina dejándome sola.
Pensé en mil opciones de cosas que puedo decir para pasar este incómodo momento, pero ninguna me parecía conveniente siendo que no somos amigos. Es como si no lo conociera para nada. Miré mis redes sociales y noté que Marcus estaba como loco pidiéndome perdón por lo sucedido. Me llamó varias veces y me mando mas de 20 mensajes rogando que le respondiera.
No respondí nada ya que Emiliano llego con un budin de chocolate en las manos, mi favorito. Junto a eso traía el juego de mate.
-Ya se que es tu favorito. Me acuerdo.-dijo mirando como yo miraba el budín con ganas, no comí nada desde la mañana. Típico en mí, no seguir el orden de las comidas.
-Te acordas esas boludeces.-dije sonriendo un poco y mirando al costado. Se me hace imposible seguirle el contacto visual.
-No son boludeces para mi, Leila.-dijo un poco ofendido.-Parece que no me conoces.
-Y la verdad que no.-respondí, esta vez mirándolo directamente.-Han pasado mas de 10 años.
-Ya sé.-contestó.-Pero sigo siendo el mismo. No cambié.
-Bien por vos.-dije enojada.
-La que noto que si cambió, fuiste vos.-retrucó con una ceja alzada.
-No entiendo a qué viene esta especie de reclamo.-contesté recibiendo el mate que me pasó.
-No es reclamo pero negas que me conoces, no me seguís las charlas, me tratas como si no me conocieras.-respondió rápido.
-Basicamente es un reclamo, querido.-dije haciéndome la superada. Me parece que es momento de soltar todo.- Tal vez será porque te fuiste de la nada y no supe mas de vos. Será porque me dejaste cuando mas te necesitaba y me usaste.-dije de pronto. Sentí como las lágrimas se acumulaban en mis ojos.-Y vos te das el lujo de decir que YO no te trato igual?
-Lei, perdoname.-dijo con su mirada triste. Sin embargo, me paré de mi lugar y tomé mis cosas.
-No, Emiliano. No te perdono.-respondí dejando caer mis lágrimas por mis mejillas. -Juré no llorar por vos nunca más y mira lo que causas. -me señalé. Él agachó su mirada.
-No quise lastimarte. Fue justamente lo menos que quería. -se acercó a mi. Yo me alejé.
-Deja las cosas asi. No quiero nada de vos.-escupí con todo el resentimiento que cargaba.- Louis! Nos vamos!-grité para que mi hijo escuchara.
-No te vayas. Quedate porfa.-suplicó.
-Qué curioso. Yo también decía eso cuando ya te habías ido.-respondí abrigando a Louis y saliendo por la puerta principal.
-Lei!-escuché que gritó desde la entrada. Yo no paré y seguí mi camino hacia algún lugar para buscar un taxi.
Mis lágrimas parecían no querer dejar de salir y Louis me miraba raro por lo que intente calmar mi llanto.
Después de unos minutos ya nos encontrábamos en camino a nuestro hogar donde Milu nos esperaba. Al llegar, Louis fue a hacer su tarea mientras yo preparaba el baño para bañarlo.
-Me vas a contar por qué estás así?-preguntó Milu desde la puerta del baño. Yo sequé algunas lágrimas con el dorso de mi mano.
-Nada. Hablé con Emiliano.-comenté.
Ella suspiró esperando que siguiera mi relato y eso hice. Le conté con total detalle todo lo que pasó desde que lleve a Lou al colegio esta mañana. Ella escuchó atenta.
-Hay algo que no me estas contando.-respondió mi amiga cuando ya termine de contar todo lo sucedido. -No entiendo por qué decís que te usó. -la miré sin saber qué decir. -Lei, decime la verdad. Paso algo más entre ustedes?-cuestionó. Me quedé callada y los sollozos incrementaron a medida que los flashbacks de los momentos con Dibu pasaban por mi mente.
-Estuvimos juntos.-confesé. Ella paso su mano por mi espalda demostrandome apoyo.-Yo lo amaba, Milu.
-Ya sé amiga. Ya se.-dijo y me abrazó.-Ahora tenes que seguir adelante, como siempre lo hiciste. Sos fuerte.
-Es que ese es el problema.-respondí. Ella me miró confundida.-Yo lo sigo amando. -mi llanto incrementó y me apoyé en su hombro.
-Pero ahora no estas sola. Me tenés a mi, tenes a Louis que te necesita.-dijo Milu, yo asentí.-Y deja al pelotudo de Marcus, sabes que te hace mal.-Asentí otra vez.
Louis interrumpió nuestra charla para decirme que tenia hambre. Yo lo bañé mientras Milagros hacía la cena. Luego de cenar, los 3 nos acostamos en mi cama a ver una peli. Necesitaba estar con ellos, mi gente.
En medio de la peli, mis dos acompañantes estabas dormidos como bebés y yo boludeaba con el celu. Justo me llegaron unos mensajes de Lisandro. Sonreí al ver la notificación pero dude si responder.
Recordé que prometí hablarle luego de dejar a Louis en la casa de Emiliano. Había olvidado por completo eso. Pensé bien mi respuesta y la envié.
Pensé muy bien mi respuesta a esa pregunta. ¿Quería volver a verlo? ¿Estaba lista?Esas y 2 millones de preguntas más rondaban en mi cabeza haciendo que me quede dormida del cansacio mental que cargaba.
Mañana será otro día. Espero que mejor que éste.
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N/AHOLISSSS
Buenas buenas noches mis reinas. Las extrañé una banda. Aqui les traigo nuevo cap con mas drama que antes porque sé que les gusta.
Espero les guste y que comenten y voten muiuucho.
Besito ✨
Ro