Leila
-Como que le clavaste el visto?-preguntó Milagros enojada mientras preparaba una leche para Louis. Le conté lo que Lisandro me había enviado a Instagram.
-Es que...-suspiré.- No sé si estoy lista, Milu.-expliqué.
-Es salir a tomar algo nada más, Lei.-dijo tranquila -No va a pasar nada que no quieras.
-Ya se. Pero vos sabes que ya no me sale ser sociable.-tomé un sorbo de mí té.
-No parecía así hoy. Estabas re sociable con él.-dijo pícara. Sonreí.-Yo cuido al gordo, anda vos y divertite. Dejalo al boludo de Marcus.
Después de pensarlo mejor y que Milagros me re contra insistiera, decidí contestarle a Lisandro. Quedamos en salir a tomar algo esta noche ya que mañana domingo volvia a Holanda, a su club.
Me bañé y preparé para salir con Licha y esperé a que él llegara a buscarme. Todo un caballero.
-Hola, Lei!-dijo a penas me vió. Subí al auto que según él alquiló.
-Hola!-dije un poco tímida.
-Todo bien?-preguntó dándome un beso en la mejilla. Asentí.
-Todo bien, vos?-pregunté a lo que él me respondió que bien.
-Querés que vamos a algún bar?-yo asentí indicándole que habia uno nuevo en una zona bastante alejada.
Durante el viaje hablamos de boludeces y alguna que otra anécdota de nuestras vidas. Me gustaba que yo volvía a ser la Leila adolescente sociable con él.
-Bueno, que me contas de vos?-preguntó una vez teniamos nuestros tragos en la mesa.
-Nada, tengo 27 años, un hijo de 4 y un trabajo super explotador.-reimos ante esto último.-Vos?
-23 años recién cumplidos, sin hijos y un trabajo bastante igual al tuyo.-reimos otra vez.
-No sabía que recién cumpliste años.-dije sorprendida dándole un sorbo a mi trago.
-Si, ayer junto con Mandinha.-abri mis ojos ante lo que él me contaba.
-Ay feliz cumple! -dije haciéndole salud con el vaso. Él rió y chocó su vaso con el mío al son de 'muchas gracias'.
-Y que onda? Es difícil ser abogada?-preguntó curioso.
-Na. Difíciles son los clientes.-reí.-Pero bueno, amo lo que hago.-comenté. Él me miraba a los ojos, lo cual me ponía nerviosa.
-Me imagino.-respondió.
-Si. Y el fútbol es difícil?-pregunté esta vez.
-Si.-respondió él.-O sea, no es difícil en sí. Difícil es lo que conlleva la carrera.-explicó.-Alejarte de la familia, estar solo. Perderte de momentos importantes.-dijo mirando para abajo. Pude notar como su mirada cambio a ser triste.
-Si, me imagino. Tengo amigos futbolistas y se que no la pasan nada bien.-dije y el asintió.
-Igual, se supera. Es cuestión de acostumbrarse y entender que es por un sueño.-agregó. Yo asentí.- Pensé que estabas casada.-dijo de la nada. Lo miré confundida.
-Dios me libre!-dije y el rió.
-Emi me dijo eso.-sw encogió de hombros.
-Na, él conoce a Marcus, el papá de mi hijo.-dije. Él asintió.
-Y está todo mal con ese?-rei ante su ocurrencia.
-Noo. Esta todo bien.-respondí.-Solo a veces le da la loca y se desaparece. Pero es un excelente papá.-lo defendí. Él asintió.