OO : Prologue.

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Francia, 1432.

Gilles de Rais, ilustre aristócrata francés quien ocupaba el cargo de Baron De Retz comienza una oleada de secuestros y asesinatos que perdurará 8 años.

Francia, 1433.

Comienza la primer alianza Tsukishima contra el militar francés, bajo las sospechas de que Gillea sería una figura vampírica.

Francia, 1440.

Exitosamente se logra la captura de Gilles de Rais, mismo quien es condenado a pena de muerte por los crímenes de asesinato, tortura y brujería.
Fue ejecutado y enterrado en Nantes, Francia.

Francia, 1777.

"Tras la gran persecución y captura, la condecorada familia que pretendía de atrapar a cada místico suma una nueva cifra."

Era el título que el periódico Le Journal habría puesto a la más reciente cacería de los Tsukishima, siendo la primera del nieto menor de la familia, un joven habilidoso y capaz, presumiendo aquello que poseía.

Anhelaba que su nombre, acaparando todas las páginas del reciente periódico, fuera visto por cientos de personas, sabiendo que lo mismo pondría en riesgo a su familia.
Su vanidad y egoísmo no superaban la responsabilidad y gratitud que sentía por su familia, por lo que evadió delatar la identidad que durante aproximadamente 300 años se habrían encargado de resguardar.

Francia, 1800.

El primer Kuroo se ve vinculado con los vampiros, llevando una relación directa con aquel burgués del siglo XV.
Los Tsukishima comienzan a perseguirlos.

Francia, 1804.

Nace Tsukishima Kei, célebre en la familia por poseer cualidades como ningún otro, sería el mejor cazador que tendría la familia en 100 años.

El padre de Kuroo Tetsuro es capturado y asesinado.

Francia, 1816.

Tsukishima Kei tiene con éxito la primer cacería de su carrera, comenzando una gran racha para su familia.

Francia actual, 1819.

Tsukishima Kei ingresa a la Escuela Normal Superior  del año III (ENS) y conoce a Kuroo Tetsurō.

Comienza el conflicto mayor entre ambas familias, se imitaba el juicio de Gillea de Rais frente a George Batailles.

Todos los días Tsukishima Kei se veía atacado por los compañeros que rodeaban la Escuela Superior, sin excepción siempre buscaban molestar al rubio con respecto a su apariencia.

—¡Tsukishima, cuidado!— Abucheaba alguno.— ¡Procura esconderte, la familia Suguru te matará! ¡Ja, ja, ja!—

Y ese tipo de comentarios eran los que recibía con continuidad. Aquel nombre que habría sido mencionado sería el de unos simples charlatanes, procuraban robar los créditos de su familia, sus capturas, no deberían ser tomados en serio y mucho menos como rivales, sin embargo no podría desmentirlos en algun futuro cercano, o lejano.

Conforme los alumnos paseaban sus insultos por sus oídos su atención se fijaba en un pelinegro quien atravesaba los fríos tablones bajo sus pies.
Lo rodeaba la multitud, buscado por todo tipo de personas.

—¡Kuroo, Kuroo! ¡Qué guapo eres!— Una joven heredera de un duque francés mencionaba.— ¿Seguro no perteneces a la familia de cazadores?

—¡Ja, ja! ¡Pero Madame! Es usted la más amable— Con cortesía le respondió.— Y sin embargo desmiento sus teorías, no pertenezco a tan honorable línea sanguínea, para suerte de algunos.— Y guiñó yendo a su lugar.

Porque muy probablemente esta sería la dinámica a la que Tsukishima se veía atado diariamente. Él sabría la realidad de tan pomposa personalidad, pues él era su siguiente objetivo.
Era la razón por la que habría ingresado.

Y Kuroo lo tenía en mente, no dejaría su guardia baja.

——

- Délicat.

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