Capítulo 4

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11 DE DICIEMBRE, 2015
LUKE HOWLAND

Me encontraba en la sala de mi casa esperando a la llegada de Weigel, mis padres no estaban en casa por lo que no me tendría que preocupar porque la vieran.

Solo movía mi pierna de arriba a abajo, ansioso, no sabía en qué momento las cosas se habían puesto tensas, un día estaba conversando con Weigel en su sillón y al día siguiente esperaba a que llegué para explicarle sobre mi exnovia.

Ironías de la vida, nótese el sarcasmo, por favor.

Me quedé mirando a la nada hasta que de pronto sentí unos toques en la puerta, me levanté rápidamente para abrir la puerta, y al hacerlo por poco caigo al suelo desmayado.

Ok, tal vez no tan así... Pero si me sorprendí bastante.

En el umbral de la puerta se encontraba una chica que no era mi Weigel. Esta chica era castaña, alta, tez blanca, labios rosados con brillo labial, pecas perfectamente esparcidas por sus pómulos y su ropa desprendía un olor a vainilla con canela. No podía ser cierto... No, no, no, no.

Ella me regala una sonrisa de labios cerrados para después pronunciar las palabras que menos quería oír:

— Cuanto tiempo sin verte, Luke.

Joder, mi pobre corazón iba a explotar en cualquier momento. Mi aliento se sentía frío, en mi estómago sentí una punzada, y mis manos ya habían empezado a sudar. Ella buscó mi mirada, pero yo era incapaz de sostenerla, estaba muy nervioso como para hacerlo.

— ¿Bella? — fue lo único que pude pronunciar.

— Luke. — pronunció ella.

— ¿Qué haces aquí? Es decir, no es por sonar grosero, pero se supone que estabas en otro país, ¿o me equivoco? — dije tan rápido que por un segundo creí que Bella fue incapaz de entenderme.

Ella se acercó a mí y me proporcionó un cálido abrazo, yo la abracé de vuelta y cerré mis ojos aspirando su olor. Me alegra que todavía siga oliendo igual, me hace pensar qué tal vez no la enterré tanto como creía.

— Dios, el corazón se te va a salir. — susurró ella entre risas, yo reí igualmente.

— ¿Luke?

Esa voz... Joder no, no es cierto, ¡maldición!

Me separé por instinto de Bella para encontrar a mi novia quien me veía con sus ojos cristalizados.

Mierda...

La suerte siempre estaba de mi lado... Otra vez, nótese el sarcasmo.

— Weigel, esto no es lo que tú piensas. — trate de que mi voz sonara firme, pero sólo salió en un maldito balbuceo.

— ¿Quién es ella? — cuestionó con un hilo de voz y mirando mal a la castaña.

Le indiqué a mi novia que pasara, cuando lo hizo las dos se sentaron en el sofá, yo al lado de Weigel, obvio. Era momento de hablar de la verdad.

HASLEY WEIGEL

— Ella es Bella, Weigel — explicó Luke —. Bella, ella es Hasley, mi novia.

Boulevard: Final alternativo [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora