Boulevard: Final alternativo [CANCELADA]

Capítulo 5

LUKE HOWLAND

— ¿Qué? — mi novia volteó a verme totalmente anonadada — ¿Luke? — llamó poniéndome más nervioso de lo que ya estaba, la miré a los ojos, se podían percibir el asombro y la preocupación en su mirar, en la mía se notaba el nerviosismo, no pude seguir sosteniéndole la mirada así que la bajé, luego pasé mis manos por mi rostro, frustrado, di un gran suspiro y hablé.

— 02 de Julio, 2014: Se cumplían 3 años de la muerte de Zach. — fue lo primero que dije, me fijé en cómo la atención de ambas chicas se centró en mí

— Tenía que ir a trabajar, dedicaba sonrisas falsas, respondía amablemente, fingía estar bien, pero por dentro me sentía pésimo. Las yemas de mis dedos estaban frías, tenía más ojeras de lo normal, sentía mis párpados pesados y mis pasos eran perezosos, no tenía ánimos de nada, y mi dolor era peor, ya que ese día se cumplían 3 años desde que él ya no estaba conmigo. Cuando creía que ya mi día no podía ser peor, lo fue. Zev se presentó al cine con Neisan, tenía ganas de morirme, no por Neisan, sino por Zev, él se comportó grosero conmigo cuando yo fui lo más amable posible, decidí que ya no quería más así que una vez terminé con Zev me fui a casa. — corté la historia para dar un suspiro y proseguir

— Me sentía mal, no físicamente, sino que mentalmente. Mi alma y mi corazón dolían. Sólo era un mar de lágrimas y lamentos. No sabía lo que hacía, pero sí sabía que sostenía un frasco que era capaz de acabar con mi vida. Caminé hasta al baño y me encerré ahí, en ese momento me derrumbé, lloré desmesuradamente lamentándome por todo, cuando sin pensarlo empecé a tomar, cinco... seis... muchas — sin darme cuenta había empezado a derramar unas lágrimas.

—» Bella y Jane me encontraron, Bella me repetía que sea fuerte que yo podía hacerlo, pero en ese momento solo estaba dispuesto a rendirme ante la muerte, ya no tenía propósito y no me iba a esmerar en encontrarlo. Al final pudieron abrir la puerta. Bella me sacó del baño, Jane le avisó a André y me llevaron al carro — suspiré —. André me suplicaba que no me duerma, que no lo haga, que tenía que resistir, yo quería disculparme por hacerlo pasar por todas estas mierdas, pero sentí como mis ojos se cerraron y mi respiración se cortó, después desperté en una camilla de hospital. — recogí mis piernas, las abracé, enterré mi cabeza en ellas y empecé a emitir un llanto desmesurado.

— Luke — mi novia arrastró mi nombre provocando que mi piel se erizara por alguna razón —. No, no tenía idea de... en verdad lo siento. — susurró ella para después acercarse a mí y darme leves caricias en la rodilla, transmitiéndome su calor y confianza

Yo entrelacé nuestras manos y sostuve la de ella con fuerza mientras más sollozos raspaban mi garganta — Yo... yo no quería que esto pase, no quería hacerlo, pero las piezas que tenía que cargar conmigo se hacían cada vez más pesadas que solo me hacían desear acabar con el problema. Y yo era el problema. — hablé con la cabeza enterrada entre mis piernas y un hilo de voz

Bajé mis piernas para atraer a Hasley hacia mi, luego sentí como me rodeó con sus pequeños brazos haciendo que entierre mi cabeza entre su cuello y hombro, ahí seguí llorando — Lo siento... — susurré — Lo siento mucho de verdad. — murmuré entre esnifos

— Shhh... Todo está bien Luke, no te disculpes, no tienes la culpa de nada. — murmuró Hasley mientras me daba leves caricias en la espalda.

HASLEY WEIGEL

Al cabo de una hora, Luke se había quedado dormido mientras lloraba, yo solo acariciaba su cabello grabándome su espesor. Me dolía verlo así, tan indefenso, tan pequeño, tan frágil, me destrozaba el alma.

Él yacía recostado en mis piernas, su cabeza mejor dicho. Sus ojos estaban cerrados, y abrazando mi brazo. Tenía que admitirlo, se veía muy tierno, parecía un niño pequeño que tuvo un mal día y estaba descansando de su agotador día.

— Gracias. — una voz femenina susurró detrás mío.

— ¿Por qué? — pregunté lanzándole una mirada de incredulidad.

— Por no dejarlo solo. — respondió — Luke se encontraba muy mal, consumía sustancias tóxicas, fumaba, bebía, comía mal, no dormía bien, hubo casos en los que se autolesionaba, pero a pesar de saber eso tú nunca lo abandonaste y gracias a ello ahora Luke es mejor persona. Sigue fumando, pero ya no bebe, ya no se droga, y todo lo hace porque quiere darte lo mejor. En serio, gracias por hacerle encontrar un poco de luz al final del túnel y hacerlo feliz. — dijo con una sonrisa de oreja a oreja

— No, gracias a ti por cuidar de él, por no dejar que se vaya ese día. En serio, si se hubiera ido no se que sería de mí ahora, y por eso gracias. — murmuré con una sonrisa lánguida.

— Ya entiendo porque Luke se enamoró de ti — confesó Bella, yo supe a lo que se refería así que me sonrojé por ello, me ví obligada a bajar la mirada

La joven castaña se levantó del sillón y empezó a caminar en dirección a la puerta — Me voy, necesito ir a casa, hasta otra ocasión Hasley — se despidió con una sonrisa cerrada

— Hasta otra ocasión Bella, le avisaré a Luke que ya te has ido, cuando despierte claro — me despedí, luego la chica se retiró

Al cabo de un rato, Luke empezó a despertar haciendo que yo devuelva mi mirada a él, vi como sus ojos empezaban a abrirse lentamente, se notaba que había estado llorando, pues sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos rojos e hinchados, y su nariz rosada.
Se sentó cuidadosamente en el sofá y me miró a los ojos — Weigel — habló con la voz bajita y ronca

— Luke — le sonreí — ¿Te sientes bien? ¿Quieres comer? ¿Algo de tomar? ¿Un pañuelo? — empezaba a sonar como mamá, pero me preocupaba por él, necesitaba saber si estaba sintiéndose bien

Él solo se rió mientras negaba divertido con la cabeza — Haces muchas preguntas Weigel — soltó — No, no deseo nada, gracias — respondió a mi interrogante

— ¿Seguro? — insistí

— Bueno, si quiero algo — dijo mirándome con una sonrisa coqueta — Quiero que me beses — confesó para luego con una mano atraerme hacia él y sumergirnos en un cálido beso

Luke se separó y yo también lo hice — Te amo. — susurré — No quiero que te vayas de Australia — confesé mirándolo a sus bellos ojos azules

— Yo tampoco, pero necesito irme para poder darte un mejor futuro, para ser una mejor persona, para casarnos, tener hijos, una familia, y cuando seamos abuelitos decirte "Al final rehabilitación valió la pena, Weigel", y tú me respondas volcando los ojos.

— No empieces con tu futuro prometedor

— ¡Oye, no es un futuro prometedor!

— ¿Ah sí? ¿Entonces que es? — pregunté elevando la comisura de mi labios con superioridad

— Un sueño.