Capitulo-2

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******Leyla******
Voy de camino a casa pensando como de un momento a otro la vida puede cambiar, hace media hora atrás tenía trabajo y ahora no tengo. Pues resulta que cuando mi jefe se percató de que Sophia estaba conmigo en la cafetería me despidió inmediatamente sin tan siquiera pagarme los días anteriores y quería dejar sin empleo a mi amiga Saly también, pero no lo permití, pues ella no tiene culpa de mis problemas.

Voy caminando con Sophia de la mano cuando ella ve un hermoso cachorro al otro lado de la calle y me suelta de la mano para cruzar a toda velocidad, salgo corriendo detrás de ella sin tan siquiera pensarlo y en consecuencia no miro hacia los lados cuando siento un fuerte golpe a mi costado derecho, logro ver a mi pequeña en la acera, al lado del cachorro e inmediatamente baja del coche que me ha golpeado, un chico que viene a donde estoy con cara de preocupación cuando lo escucho.

— Oh por Dios, dime qué estás bien—expresa él tomando mi rostro en sus manos.

—Mi hermana, por favor—le digo señalado a Sophia que viene hasta donde estoy con sus ojitos empañados en lágrimas.

—Es que han aparecido de pronto, vi a la niña correr y disminuí la velocidad para frenar pero apareciste de la nada también— me dice muy nervioso.

—Tranquilo, yo tengo la culpa, he cruzado sin mirar hacia los lados— le digo tratando de tranquilizarlo.

—Voy hacer una llamada— me dice el chico y veo que se aleja, aún estoy en el suelo porque en realidad estoy muy asustada y me duele el golpe.

—Ya viene una ambulancia, he llamado— me dice el chico con el teléfono en el oído.

—Tranquilo, pero no hace falta estoy bien— le digo intentando pararme del suelo pero él me lo impide agarrándome de las muñecas, veo que Sophy viene a mi lado, está asustada.

—No te puedes parar, tienes que esperar que lleguen los para médicos
— me dice para tratar de que esté tranquila y lo consigue porque en realidad me duele mucho.

— ¿Hermanita te duele?— me dice Sophia con su cara llena de preocupación.

— Sophia no duele, pero quédate aquí, a mi lado por favor— le digo para que no se valla lejos y se tranquilice.

Escucho las sirenas de la ambulancia que se acerca y me percato de que varias personas se han reunido a nuestro alrededor al percatarse de lo ocurrido.

—Sophia debes ir conmigo a mi lado y sin tocar nada—le digo a mi niña.

—Ella es una niña no puede ir de acompañante en la ambulancia— me dice el chico y tiene razón en lo que dice.

—Entonces qué hago— le digo desesperada.

—Hagamos un acuerdo, llevo a la niña en mi auto y tú vas en la ambulancia hacia el hospital—me dice el chico y yo acepto porque creo que no tengo muchas opciones, pero me doy cuenta que no tengo dinero para pagar la cuenta del hospital.

— Espera, no puedo ir para el hospital, no tengo cómo pagar la— pero me interrumpe antes de que termine la frase.

—Shhh no se hable más, todo va por mí y ya llegó la ambulancia así que lo más importante es que te vea un médico lo más pronto posible— me dice justo cuando llegan dos para médicos a mi lado y comienzan a reconocerme para inmovilizar mi cuerpo y subirlo en la camilla― ahora pienso con más tranquilidad e increíblemente he confiado en un completo extraño al dejarle que lleve a Sophia pero no me preocupa porque aunque suene muy loco de mi parte sé que no le pasará nada malo, este chico me inspira confianza....
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Un capítulo corto pero es de los más importantes de la historia...
Muchas gracias por leerme...
                                                    
                     

Una Flor en el DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora