𝓔𝓹𝓲́𝓵𝓸𝓰𝓸.

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Naruto jamás volvió a amar a nadie. Llegó a la vejez sintiéndose solo, a pesar de que con él estaban sus hijos y sus nietos.

Él sentia que llegó a la vejez únicamente con el recuerdo de su único amor, hasta esa noche de enero donde se fue a dormir y ya no despertó.

-Te eh esperado por tanto tiempo Naruto-Kun...-Dijo la voz pacifika de Hinata, con una sonrisa.-Y no me arrepiento de averlo echo-Susurró con los brazos extendidos esperando ser abrazada. Naruto corrió a los brazos de su esposa y la abrazo con necesidad. Sea aferró a ella como nunca lo había hecho.

-Por fin estaremos juntos por siempre―Susurró el rubio en el oído de su Hinata sonriendo. Se separaron y lentamente se besaron.

Ahora sí, nada ni nadie los iba a separar.

Estarán juntos por el resto de la eternidad.

Mi amada.

Han pasado años desde que te escribí una carta.

La verdad es que después de que Boruto y Hima entraron a la escuela me consumieron por completo. Cosa que agradezco pues prácticamente no tenía tiempo para pensarte, y por ende no me sentía triste.

Aparte, después de esa última carta que te escribí, no sentía necesidad de volverlo hacer. Hubiera sido lindo seguirte escribiendo, pero realmente no quería hacerlo. Ya no tenía esa sensación de vacío, esa sensación de escribirte como loco para sentirme bien, y no quería que volviera.

Hoy, a mis 94 años lo hago porque estando aquí en casa me sentí solo, y puede parecer loco, pero siento que esta es una forma en la que puedo hablar contigo.

Te amo. Nunca lo olvides.

Uzumaki Naruto...

11;11

Esa fue la última carta que Naruto, le escribió a Hinata, y fue antes de volverla a ver.

𝐹 𝐼 𝑁

𝐹 𝐼 𝑁

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Cartas a Hinata; 11:11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora