THREE

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—¡No! ¡Papá! ¡Detente! ¡Duele! ¡Detente! ¡Papá!— gritaba desgarradoramente con lágrimas en sus ojos.

—¡No!— el quinto golpe se le fue dado y a Yoongi le dolía la garganta de tanto gritar y sus ojos estaban empeñados de lágrimas.

Sus ojos perdieron el brillo juguetón y rebelde que lo caracterizaba, combirtiéndolo en algo que no era.

—¡No te aguanto con tu estúpida altanería que te cargas!— le golpeaba muy duro mirando la sangre que ya manchaba su camisa. La fusta de cuero se llenó de sangre—¡Respeta a tu padre!

—¡C-cómo lo voy a hacer si te emborrachas y golpeas a mamá!

—¡Cállate!

—¡Deja a mi hijo Jongsuk!— su madre grito y Yoongi sonrió débil antes de caer desmayado.

















...

Yoongi abrió sus ojos rápidamente respirando erráticamente para salirse de su cama e ir al baño que vacío todo su estómago en el retrete, su mirada fue a partir en el suelo cuando había devuelto la cena. Se hizo bolita en el suelo sollozando.

Su madre se había divorciado cuando su padre se había propasado con él, los castigos que su padre le daba no eran tan graves como lo que le hizo ese día. Se mudaron de Daegu para borrar los malos recuerdos del pasado y se instalaron en la capital formando una nueva vida, pero no del todo porque las pesadillas lo atormentaban a pesar de haber pasado cinco años desde lo ocurrido y las cicatrices en su espalda jamás se esfumarían recordando la cruel adolescencia que vivió.

Suspiro desganado levantándose del piso para lavar su rostro.

No quería ser así, temeroso por todo, y con personalidad frágil. Jimin le recordaba su personalidad de antes, todo decidido, fuerte y con buen carácter excepto de lo agresivo en él.

Salió del baño con el rostro húmedo viendo la hora en la cómoda. Se acostó en la cama cuando miro que faltaba mucho para alistarse e ir a la universidad y cerró sus ojos dispuesto a dormir un poco más.





...

Jimin yacía en el comedor desayunando junto a su madre, le daba mordiscos a su tostada de mantequilla viendo su teléfono. La madre dejó de remover su té de jengibre y eucalipto para verlo con mala cara.

—Jimin, he dicho que no me gusta el teléfono en la mesa— recalcó, el menor resopló y lo tiró en la madera para después comer en grandes mordiscos, la mujer negó dándole un sorbo a su té— ¿Cómo te ha ido en las materias hijo?— lo observó con la taza cerca de su rostro. Jimin hizo una mueca.

—Pues...¿Bien? Eso creo— se encogió de hombros— solo sé que el tema que están dando me gusta y de seguro saldré bien en esa materia—  bebió su vaso a la mitad de jugo de uva.

—Que bueno...— miro a su hijo levantarse y colocar su mochila en el hombro.

—Me tengo que ir, nos vemos luego— exclamó para dejar a su madre en el comedor sola. Mina dejó la taza en la mesa cuando escuchó el portazo de su hijo y sonrió triste viendo una foto en la pared.

—Todavía me duele que hayas cambiado mi Jiminie— suspiró desganada para levantarse de la silla y buscar su bolso de trabajo.








...

El castaño apretaba la cinta de su bolso gris mordiendo su labio, sin querer encontrarse con Park, ayer lo había sujetado muy fuerte que después se arrepintió cuando sintió que su yo interno volvía, volvía momentáneamente a su ser, después se arrepintió cuando recordó las cosas que le hacía su padre por ser como es. Un escalofrío recorrió por su cuerpo al ver a Park Jimin en su casillero guardando sus cosas. Suspiró cerrando sus ojos caminando con la mirada abajo.

—¡Oye!— fue llamado por la voz que no quería toparse, levantó la mirada a duras penas viendo la sonrisa burlona del menor y sus manos en las caderas— se supone señor 'demandante' que me darías las tutorías de inmediato para terminar con esto ya.

—D-después de las clases— Jimin invadió su espacio personal de nuevo poniéndolo nervioso.

—Me pregunto ¿Qué es lo que te pasó ayer cuando estaba conmigo?— Yoongi mordió labio vehemente.

—N-no fue nada, disculpa— lo rodeo directo a la sección correspondiente del primer muro de clase. Escuchó como Jimin había bufado, pero no lo había seguido y sonrió internamente porque no quería darles explicaciones especialmente a él.

Al entrar al salón de cocina, observó a su amigo fulminandolo con la mirada en su sitio.

—Llegas tarde, pero estás de suerte porque la profesora no ha llegado— musitó cuando había llegado.

—Tuve insomnio— contestó simple, Hoseok lo miro preocupado.

—Otra vez las pesadillas— Yoongi asintió. Se pronto los alumnos dejaron de hablar cuando la maestra se presentaba en la sección. Hoseok no comentó nada más agradeciendo por esto.

Todavía no quería urgir en el pasado a pesar de que sus pesadillas lo recuerdan.

...

Después de varios minutos salieron por la puerta y se encontraba riendo al ver las galletas quemadas de su amigo en el recipiente con tapa y un puchero en su rostro.

—Siempre olvidas la cantidad de horas que deberías ponerle— remarcó sujetando sus galletas en el recipiente, esas si habían salido a la perfección recibiendo un halago como siempre de su maestra.

—¡Ahg! Lo olvido— refunfuñó, Yoongi se rió de nuevo— hoy empezarás las tutorías con Park  ¿No?— su sonrisa se desvaneció para asentir suspirando— ¡Te deseo suerte!— se alejó al ver a Park llegar con su aura de superioridad hacia él junto con las miradas de las chicas que sacaban corazones de sus ojos y sólo ante eso Yoongi rodo los ojos.

—Vamos a un lugar más privado Yoongi— junto sus cejas al ver la falta de respeto por ser mayor que él.

—Empezaremos justo aquí— Jimin bufó paga jalarlo del brazo, pero esta vez logró escabullirse de sus manos, todavía estaba el morado en su brazo— primeramente que seas mas educado a la hora de referirte a alguien mayor— levantó su dedo índice. El rubio chasqueó la lengua guardando sus manos en los bolsillos.

—No quiero— Yoongi parpadeo al escuchar un sonido de reproche aniñado y el puchero solo visible para él, eso lo destabilizó un poco.

Jalo del brazo a Jimin sacándolo de las miradas y habían llegado al mismo lugar que se seguro ese era el indicado para empezar las tutorías.

—No es que no las quieras o no, lo tienes que hacer—  el castaño se le acercó con sus ojos fijamente en ellos. El menor sonrió nerviosamente mirando para otro lado y menos a esos ojos oscuros que parecían que lo iban a devorar haciéndolo débil.

—Si no lo hago que— retó y deseó que jamás lo hiciera al ver su mirada endurecerse.

—Te castigaré.

—¿C-cómo?

—Que te castigaré Park.

Jimin trago duro al tener pensamientos pecaminosos llegar en un santiamén en su mente.




























Ficción amikos.

Esto tendrá+18

Bye

AVSG

The Untamed [Ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora