FIVE

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Yoongi balbuceo dormido y su mejilla recargada en la mesa tosca de la biblioteca, junto a la pila de libros de idiomas, inglés, Francés, español. Él tenía conocimientos de tales idiomas extranjeros, pero solo faltaba pulir el acento y todo listo, para tener un buen puntaje en esa materia.

Anteriormente estaba muy centrado en el libro de idioma francés pronunciando las palabras que se le dificultaba también ensayaba su escritura con precisión en la hoja blanca llena de letras de otros idiomas que antes estaba practicando. Hasta que el sueño lo venció por los problemas al reconciliarlos en la noche.

La puerta grande se abrió entrando el chico que miro donde estaba desplomado su mayor. Se acercó a él para colocarle la bebida fría en su mejilla provocando que gruñera y apretara sus ojos para después abrirlos mirando al azabache con los ojos irritados.

—¿Qué?— Hoseok se rio abriendo la botella de refresco y le tendió una de sabor mandarina a Yoongi que lo acepto rápidamente.

—Ya es tarde Yoonginie— exclamó al tragar el jugo de mora y frambuesa. Yoongi suspiró cansino mirando el libro de español abierto.

—Me falta poco, además ¿Dónde está Park? Necesito darle tutorías— musitó nervioso por si el menor se volvía a meter en problemas y ya no podía abogar más por él.

—Despreocúpate de eso, me lo encontré por los pasillos buscándote, le dije que se fuera a su casa y él obedeció reprochando— negó con una sonrisa divertida.

—Parece que lo estás muy influenciando para el bien— Yoongi le dio un gran trago en su bebida para ocultar su sonrojo.

—Vamos Yoongi, deja eso— le cerró el libro junto a los otros abiertos observando de reojo— la maestra sabe tu buen desempeño y no necesitas prácticar más— apilo los libros en la mesa y agarrarlo después de la muñeca blanca sin presionarla tan fuerte por lo sensible de la piel de su amigo.

—No es necesario Hoseokie— murmuró tímido saliendo de las puertas de la biblioteca y ver el pasillo vacío solo el de la limpieza trapeando el piso.

—¡Vayan a sus casas ya!— exabrupto el hombre con traje azul, el de la limpieza.

—Lo lamentamos señor Lan— dio una leve inclinación para ser arrastrado por su amigo a la salida.

—Ews, me pone los pelos de punta el de la limpieza— fingió un escalofrío en su cuerpo haciendo reir a Yoongi.

—Solo es un señor, Hoseok— rodó los ojos caminando con su amigo.

—Pues ese señor no es solo un señor— murmuró— has escuchado lo que dicen de él— le mostró una expresión de miedo al pálido.

—No me interesa de todos modos— sonrió negando por las locuras que salen de su boca.

—¡Oh, vamos Yoongi!— refunfuñando apresurando el paso cuando su amigo se le adelantó— ¡Es enserio!

—No caeré esta vez— sonrió burlón.

—¡Aguafiestas!




...

Jimin suspiró tirando su mochila azul en el piso de su habitación hasta tirarse en su cama y colocar su antebrazo en sus ojos cansandos.

Demonios, se estaba descontrolado y ya no lo pida manejar. Pero su comportamiento es justificable. Su infancia fue muy buena hasta que empezó a ir al colegio y las burlas sobre él se habían convertido en abusos físicos, tapaba sus hematomas con la vanidad de su madre a escondidas, no quería que se dieran cuenta, no quería lástima de alguien. Aguanto todos los golpes, humillaciones que le hacían hasta que a los quince años se cansó de ser agredido, entonces empezó a agredir a los más débiles, sus manera de comportarse cambiaron en demasía, se convirtió en una persona tosca sintió que ya no iba a retractarse. Intimidó a todos los de su colegio hasta los que le  humillaron y golpearon. Al empezar la universidad se convirtió en un infierno su primer año, todo lo que vivió en el colegio se repetía como un tocadiscos a la hora de ejecutar un disco, rodando sin algún punto en específico. Entonces empezó a ser más crueles, cambió su vestimenta a una mas ruda y sus expresiones las endureció hasta tener el mínimo miedo de cualquiera que se metiera contra él.

Estuvo en paz por fin hasta que se empezó a descontrolar con las exigencias del director en mejorar, pero es que no entendía que ya no se podía remediar, estaba podrido por dentro, golpeaba a inocentes, le ardía en furia al verlos y mirarse a él como un espejo, le recordaba lo miserable que fue su adolescencia.

Se refugió en un caparazón.

—¡Jimin, hijo, llegué!— se escuchó su madre muy animada en la planta de abajo. Resopló frustrado al ver su paz perturbada— ¡Hay un chico preguntando por ti!— abrió los ojos de golpe sentándose en la cama. Debatiéndose si ir o no— ¡Jimin! ¡¿Estás dormido?!— volvió a gritar su madre por las escaleras. Suspiró resignado saliendo por la puerta y bajar las escaleras viendo al castaño mayor sonreírle a su madre, parpadeó para ver si no era una ilusión.

—¿Yoongi?— cuestionó, el nombrado lo miro con una pequeña sonrisa tímida y una mirada matadora después— H-hyung— colocó con los onoríficos. Yoongi sonrió de nuevo.

—Vaya ni a mí me respeta tanto como a ti— se carcajeo Mina avergonzado al menor que murmuró 'mamá' en reproche.

—Soy su tutor porque el...— Jimin le tapo la boca con una sonrisa nerviosa.

—¿Jimin?

—No es nada mamá, mi hyung esta mal de la cabeza— rio nervioso ante la mirada cuestionable de Mina.

—Lo llevaré a mi habitación para charlar— lo jaló caminando por las escaleras.

—¡Les llevaré galletas!— Jimin cerró la puerta en un portazo mirando al mayor ojear su habitación con curiosidad.

—Eres como un gatito Yoongi.

—Respeta a tus mayores Park— refutó sin parar la ojeada, Jimin bufó al ver que el chico tímido y lindo se había esfumado.

—No se si está fingiendo su comportamiento lindo con los demás o lo está haciendo conmigo— se cruzó de brazos, Yoongi suspiró bajando su mirada.

—No estoy fingiendo con nadie, así es mi comportamiento, soy más como el que te muestro— mordió labio. Jimin sonrió acercándose tentando al mayor que le sonrió de vuelta.

—Que lo trae por aquí hyung— se acercaba como a una fiera buscando a su presa, mientras el mayor ni se inmutó, dejando desconcertado al menor que se detuvo.

—Te estás equivocando Park— se cruzó de brazos levantando una ceja que puso al rubio nervioso— vine a tu casa a petición del director Jeon.

—Oh...— su mirada decayó un poco decepcionada, creía que el mayor había venido por su propio mérito. Que equivocado estaba.

—Quiere que te comportes muy bien antes de llegar al aniversario de la fundación— rodó los ojos— tu sabes que vendrá el antiguo director y el antiguo concejo estudiantil, es algo sumamente importante para él y no quiere que lo arruines— acabó.

—Uhm...— se sentó en la orilla de su cama.
Yoongi sonrió un poco travieso.

—¿Te gustan los azotes?

—¿Q-qué?— Jimin parpadeo anonado. Yoongi se rio muy divertido por la situación.

—Que si te gustan los azotes Park y especialmente en el culo— aclaró viendo la expresión confusa y rosa en su cara acanelada.

—P-pues...nunca lo he experimentado— rasco su nariz roja.

—Entonces te diré que ahora en adelante tus castigos serán así— inclinó su torso acercando su rostro con el contrario— créeme que lo disfrutarás— sonrió malévolo provocando que se le secara la garganta.




















Yoongi tímido que bendición.

AVSG

The Untamed [Ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora