The Untamed [Ym]

FOUR- +18

Jadeó cuando esas manos largas y blancas impactaban en sus glúteos desnudos. Cerró sus ojos sintiendo una oleada de placer por su cuerpo. Escuchó ruidos atrás de él y sólo escuchó el cierre del pantalón bajar, lamió sus labios al saber que iba a pasar a continuación.

—Yoongi...— gimió cuando una palmada fue de nuevo a su febril trasero color rojo por los azotes.

—Como te eduqué— su voz cargada de excitación hizo temblar sus piernas recargadas en la cama. Sintió en su entrada el miembro enterrarse profundamente en una sola estocada haciéndolo gritar de dolor y un poco de placer. Al ser exquisitamente sometido.

—Dilo— siseó arremetiendo contra él con rapidez escuchado los gemidos sin tapujos del menor.

—¡Yoongi!— gimió su nombre haciendo que el contrario saliera de él rápidamente y dejarlo a medias.

—Así no es pequeño— sonrió triunfante mirando al menor removerse en las sábanas salteando quejidos por querer eyacular.

—¡Hyung!— se enterró en él de nuevo comenzando con una vaivén rápido que le hizo jadear— S-si...— murmuraba en el barullo de la neblina de su mente— ¡Más rápido!— gimió.

—¿Cómo?— aminoró las estocadas haciendo sufrir al rubio.

—¡Más rápido hyung, por favor!— gemía descontroladamente sintiendo su orgasmo avecinarse.

—H-hyung...m-me...

—pídelo— bombeo su pene haciéndolo chillar por la sobreestimulación dada.

—¿M-me puedo...c-corr-ah...h-hyug...por favor?— hablaba dificultosamente.

—Esta bien.

—¡Ah!

...

Jimin abrió sus ojos junto a su frente perlada en sudor miro abajo de sus caderas el bulto que se formó en sus pantalón de pijama.

—Joder— se quitó la sábana viéndolo perfectamente, resopló frustrado al haber tenido un sueño húmedo con su mayor— no se va a dar cuenta— bajo su pantalón junto a su bóxer para empezar a bombear su miembro chorreante con pre-semen en la uretra.

—Ah...Ah..

...

Tenía la mirada abajo con sus mejillas sonrojadas viendo los rostros confundidos y algo sorprendidos por el comportamiento del chico agresivo y candente de la universidad.

—Maldición— siseó al ver al castaño platicando con el azabache de a lado, no quería verlo, estaba sumamente avergonzado por el sueño y haberse masturbado en su nombre. Corrió hasta el otro extremo chocando con los que se cruzaban en su camino escuchando quejidos y protestas de cada uno. Más no le importo solo no quería estar cerca del mayor que juraría que se sonrojaría en demasía por los sucesos de la madrugada al tenerlo muy cerca de él, algo muy estúpido; ya que, es su tutor y lo tendría que ver muy pronto.

Bufó percatándose que había chocado de frente a una persona y ver que la bebida se había derramado en él, Jimin sonrió burlón.

—Que pena— fingió modestia enojando al contrario que parecía que no lo conocía del todo, su expresión de pura rabia lo confirmaba, nadie se le ponía enfrente por estar tan acongojados de lo que les puede pasar, puros cobardes. Alzó sus hombros con las manos en sus bolsillos caminando por la vereda en que se disponía a ir, pero fue detenido por las palabras del contrario que le hizo apretar sus dientes:

—Me debes mi smoothie y mi camisa estúpido— no le había importado lo demas sino que le había insultado, nadie lo insultaba y mucho menos en su presencia, se giró con su rostro contraído en rabia. El chico se arrepintió después.

—¿Cómo me llamaste?— cuestionó con una nula paciencia, el contrario se achicó por la aura de dominancia en el ambiente— ¡¿Cómo me llamaste maldito imbécil!?— su rostro rojo inyectado de la furia se mostró propinándole un puñetazo en la mejilla partiendo su labio no se detuvo cuando el chico empezaba a llorar que parara y que lo sentía, pues lo habría dejado en paz; sin embargo, lo había insultado y odiaba mucho eso. Los gritos de los presentes de que lo iba a matar se escuchaban y que se lo merecía.

Yoongi se abrió paso entre la gente mirando a Jimin brutalmente a un chico de primer año que trataba de cubrirse lo más que podía.

—¡Jimin!

Entre tanto bullicio conocía a la perfección esa voz, se detuvo con los nudillos rojos y sangrantes mirando a la dirección donde provino.

Ahí estaba entre el tumulto de personas con su rostro lleno de preocupación y sus ojos cristalinos al ver la escena. Jimin colocó las manos en sus hebras rubias mirando al chico inconsciente en el piso, ahí pudo reaccionar, pero fue demasiado tarde cuando el director lo divisó entre la gente que se empezaba a dispersar y otros llevando al chico a la enfermería.

Sorbió su nariz al ver la expresión sentenciada del director junto a una clara decepción, apretó sus puños sintiendo el escozor de la heridas en sus nudillos lo traían siempre a tierra.

—Me ha decepcionado joven Park, creí que con la ayuda de las tutorías iba a funcionar, pero me equivoqué— pauso para suspirar sin querer pronunciar las palabras que dañarían en el futuro al menor; sin embargo, se lo había buscado—...me temo decirle que está expulsado de su carrera de diseñador gráfico no quiero un chico agresivo que atente a todos los estudiantes de mi universidad— Jimin bajó su mirada. No quería llorar, obvio que no iba a llorar; sin embargo, sentía sus mejillas húmedas.

—¡No! ¡Director Jeon!— el castaño intervino exaltado— dele una segunda oportunidad por favor y si va a culpar a alguien culpeme a mi que no le di las tutorías a como se debe — Jimin levantó su mirada viendo al mayor tratar de ¿Defenderlo?

El director negó.

—Ya di la orden joven Min, no se preocupe porque su promedio no se verá afectado— Yoongi negó mirando de reojo a Jimin.

—Por favor director Jeon, si Jimin no mejora esta vez ya no me opondría a su mandato— suplico— solo por esta vez...

—Esta bien, lo hago solo porque eres un buen estudiante Joven Min— dijo esto y se retiró, el castaño sonrió triunfante mirando a Jimin que parecía estar en otro lugar.

—¿Por qué lo hiciste?— Yoongi mordió su labio, no le diría que tenía una leve atracción hacia él y no quería verlo sufrir.

—Porque soy tu mayor y tiene que velar por la estabilidad de su menor— carraspeó. Jimin se rascó la nariz.

—Uhmm... gracias—murmuró cohibido,  Yoongi sonrió y le dio palmadas en su espalda que le hizo jadear de dolor.

—Me la debes porque te acabo de salvar tu gran culo— exclamó sin tapujos, ruborizando al contrario.

¡Diablos!

AVSG