Capítulo 3

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Niel estaba sentado en la cafetería, abatido, mirando su comida con los brazos cruzados. Lo que realmente se había convertido en un hábito repugnante, pero no era capaz de cambiarlo. Ni siquiera cuando su amigo Kun había amenazado con comprarle toda la ropa negra y toda una colección de CD de Nickleback si no se animaba.

Tres días. Ese es el tiempo que hacía desde que había dejado la moneda en la mesa de Minsoo, terminando así el juego que había durado casi un año. Tal vez debería motivarse y seguir adelante con su vida, pero en cambio se encontró a sí mismo pensando más y más en el león. Era como si la palabra Minsoo estuviera grabada en su cabeza y se hubiera convertido en un elemento permanente.

Niel miró al otro lado de la habitación, cerrando los ojos cuando vio a Beakhyun. El león le dedicó una sonrisa simpática, que sólo sirvió para hacerlo sentir mucho más como un caso de pena. Si el residente drogadicto se sentía mal por él, sólo le mostraba lo bajo que se había hundido.

—Realmente no te vas a comer eso, ¿verdad? — interrumpió una voz suave.

Mirando hacia arriba, Niel se encontró a Damien, una encantadora sonrisa adornaba la cara del puma. Era una cara hermosa. Con los ojos brillantes y azules, cabello rubio arenoso y hoyuelos, Damien era la combinación perfecta entre el chico de la puerta de al lado y un dios del sexo.

Un poco confuso, ya que el chico no había cruzado dos palabras con él antes, Niel se encogió de hombros. —Era lo que hoy tenía mejor aspecto en la cafetería. Hay algo que se parece al pescado, pero ni siquiera Xiumin lo ha tocado, y eso que se come casi cualquier cosa.

—¿Así que te conformaste con esto en su lugar?

Damien tomó la cuchara y la agitó sobre lo que se suponía que era lasaña, el material viscoso se deslizó por el plato de Niel. Dejando escapar un suspiro, Damien tomó la bandeja y vació el contenido en la basura.

—¡Hey! Me iba a comer eso... o al menos lo iba a intentar

—protestó Niel.

Eso le valió una mirada burlona. —Eso era lo que me preocupaba. Vamos. Iremos a tomar una comida de verdad.

Esa sugerencia estaba tan fuera de contexto, que Niel se estremeció de sorpresa. —¿Cómo dices?

Colocando sus manos sobre la mesa hasta que sus rostros estuvieron a pocos centímetros de distancia, Damien lentamente anunció: —Estoy pidiéndote que... salgas... a cenar conmigo. Como una cita.

—¿Una cita? —repitió Niel estúpidamente.

Nunca le habían pedido una cita formal. Claro, había habido un montón de chicos que le habían sugerido una sola noche. Algunos incluso se habían ofrecido a pagarle por los servicios durante algunas horas, algo a lo que lamentablemente tuvo que recurrir cuando estaba en la calle. Sin embargo, nadie había jamás le había pedido una cita de verdad, de buena fe.

Niel debería haberse sentido honrado e incluso eufórico. Incluso sabía que Damien era considerado como uno de los más

solicitados de la coalición. Había un sinnúmero de hombres y mujeres que luchaban por su atención, sin embargo, lo había elegido a él para pasar la noche.

Sin embargo, no pudo evitar la sensación de culpa porque si aceptaba, de alguna manera sería como traicionar a Minsoo. Lo que era una jodida estupidez, ya que el león le había dejado dolorosamente claro que no quería tener nada que ver con él. Indeciso, se mordió el labio inferior y miró a Beakhyun, que parecía estar viendo el intercambio con gran interés.

Dándole una sonrisa amable, Beakhyun articuló: 'Ve con él'.

Bueno, ahí estaba. Incluso el hermano de Minsoo sabía que Niel era un caso de desamparo.

Serie de los CP 16 - El Despertar de NielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora