cardigan | pedri gonzález

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Eran las seis de la mañana y me desperté con mensajes de un grupo en el cual estábamos:

-Ferran, Sira, Ansu, Balde, Gavi, Luke, Pedri, Eric y yo.

El mensaje el cual me interrumpió mi sueño, era de Ansu:

-Hoy a la tarde nos vamos a acampar a un lugar! traigan a sus chicas, si es que tienen 😂.- dijo Ansu Fati.

Me volví a dormir luego de eso, pero a las diez de la mañana, mi hermano no tardo en despertarme y obligarme a ir, claro que no iba a decir que no.

Me prepare todo para irnos de campamento, eran 2 noches, lleve lo justo y necesario. Íbamos a ir en el auto de Sira, y en el auto de Balde.

Cuando se hizo la tarde, Sira me busco y fuimos por Eric, Ferran y Pedri al Camp nou, mientras por otro lado los chicos hacían lo mismo.

Yo iba en el medio para que los chicos pudiesen subir por ambos lados, Ferran adelante.

-Buenas.- dijo Eric.

-Como va.- pregunto Pedri.

Ambas saludamos y los chicos se sentaron ambos al lado mío. Yo estaba en el medio, tenía que evitar dormirme.

Comenzó el trayecto de tres horas e íbamos escuchando playlist de Pedri, una que había sacado con el Barça y Spotify y quiso presumir.

No recordé más nada, porque me quede dormida! Me quede dormida en el hombro de Pedri. Íbamos los tres dormidos, Eric contra la ventana y yo y Pedri abrazados.

Ahora si Sira y Ferri parecían padres nuestros.

Llegamos y habían unas cabañas que eran de a dos. Ansu formó los grupos a favor de todos y citó:

-Bueno, en el primer cuarto claro que los padres, Sira y Ferran. En el segundo yo y Gavi. El tercero, Luke y Olivia. Cuarto , balde y Eric.- dijo ansu mientras hizo un silencio.

-Yo donde dormire?- pregunté al ver que no me nombro.

-Bueno, Sere, hay cuarto con pedri.- sonrió Ansu de oreja a oreja.

-Genial.- dije sarcástica.

-Oye, si no quieres puedes cambiar, nadie te obliga.- me respondió Pedri y lo mire de re ojo.

Todos pasamos a nuestros cuartos a acomodarnos y cambiarnos. Pedri aún no había entrado en la habitación, así que decidí cambiarme.

Primero me puse un short de pijama y cuando estaba buscando una remera para ponerme, Pedri abrió la puerta.

-Pedri!- grite.

-Lo siento!- dijo el nervioso.

Genial, ahora si la cosa estará incomoda. dije en mi cabeza.

Fuimos a comer y yo no podía ni mirar a Pedri, aún quedaban dos noches. Madre mía.

Comimos mientras contábamos anécdotas o historias, las estrellas acompañaban la ovación por completo, nos hicimos foto con el cielo y el fondo hermoso.

Luego fuimos a acostarnos.