Capítulo 3

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✨Editado✨

Pero... ¿Qué paso aquí?

Fui corriendo al laboratorio, No podía llegar tarde. Jonathan me matará si llego tarde. Hoy mi grupo dará una pequeña explicación del proyecto al resto de la clase. Además de nosotros, también le toca al grupo cuatro. “Mejor me apuro, para no llegar tard...”

Sentí el impacto al chocar con alguien. Caí de culo, soltando la libreta y los libros que llevaba en las manos.

—Lo siento –me disculpé, levantándome del suelo. Debía recoger mis cosas.

–Como siempre tú, toda distraída –se quejó Jonathan – ¿no puedes poner cuidado por dónde vas por una vez en tu vida? –me dice en tono arrogante.

–¡Oye! –reclamé a mi vez, haciendo mala cara –no me fijé porque iba corriendo para no llegar tarde al laboratorio.

–Sí, es la tercera vez que chocas conmigo hoy. Eres una distraída Jane.

Lo seguí, mientras caminaba

–Dije “lo siento” –repetí, haciendo énfasis en la palabra –además hoy ando como más distraída de lo normal, se me pasó la hora en la cafetería.

–¿Y ahorita es que te das cuenta? –dijo en tono sarcástico, entornando los ojos.

–¡Ya cállate! –grité, empujándolo.

A pesar de todo Jonathan, está más amable que de costumbre. Estos días haciendo el proyecto juntos nos ha dado tiempo de conocernos un poco más. Me di cuenta que no es tan arrogante o egocéntrico como yo creía. Me fulminó con la mirada. Entorné los ojos.

–Creo que son los nervios.

Puso los ojos en blanco.

–Evan me envió un mensaje: ya está en el laboratorio.

–¿Y Amber? –pregunté.

–No sé nada de ella desde el viernes.

–Es raro que tenga días sin aparecer.

No la veo desde el viernes en la noche: Estaba en la habitación de Evan viendo la película Todopoderoso 2 cuando escuchamos que tocaron la puerta. Él se levantó, puso pausa a la película, abrió la puerta y allí estaba Amber, llorando, quería hablar con Evan, pero cuando me vio solo se fue.

Desde entonces no la veo.

–Tú todavía no la conoces, pero suele desaparecer así –me dijo, encogiéndose de hombros –de seguro está en su habitación borracha o drogada.

No quise ni preguntar cómo meten alcohol o drogas aquí. Prefiero no saberlo…

–¿No les preocupa? —pregunté a Jonathan.

–La verdad, no –respondió –ella siempre desaparece así, por días.

–¿Y si le pasó algo?

–Me encanta tu inocencia Jane, no la conoces –dice con tono de burla –ella es así. No te preocupes ya aparecerá.

–Bueno, creo que sí.

Jane ¿Qué tan lejos puede llegar una obsesión? [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora