Come together

88 7 2
                                    

Remus

Volver a Hogwarts cada año se hacía más y más difícil. Lo que venía era grande y no era fácil de ignorar. Así que Remus sabía que tendría que disfrutar cada momento que le quedara con sus amigos y su madre.

Primero de septiembre y ya hacia bastante fresco. Bueno para Remus es muy fácil que haga frío. Cualquier persona normal diría que está loco si supiera cuántos pares de calcetines llevaba puestos. Durante el verano había crecido aún más y su ropa del año pasado le quedaba más más corta en los brazos y pierna y su chaqueta le quedaba unos centímetros por encima de sus caderas.

Camino con su poco equipaje en las viejas maletas por la estación hasta que de frente divisó un destello rojizo.

Lily acababa de llegar y en cuanto ve a Remus se acercó corriendo a darle un fuerte abrazo.

-Te he echado de menos. No me creo que haya pasado todas las vacaciones sin alguien que escuche todas mis paranoias y luego me convenza de que estoy cuerda.- Dijo Lily apartándose de Remus para mirarle a la cara.

Remus no pudo evitar que una gran sonrisa se presentará en su rostro

-Yo también te he echado de menos. ¿Quién sino me contaría tan interesantes teorías sobre cómo el quidditch hace aún más estúpidos a los hombres?- Respondió, también alejándose para ver a su amiga.
Lily también estaba sonriendo y tenía ese brillo en los ojos que decía lo emocionada que estaba por empezar su último curso en la escuela. También tenía el pelo más corto, justo por encima de los hombros
-Te queda bien.
-¿De verdad? No sabía cómo me iba a quedar pero quería dar una imagen más madura, de prefecta, ya sabes.
Remus nunca lo diría pero el corte de pelo la hacía parecer más joven y sabe que a ella le molestaría. Aunque no había mentido le quedaba muy bien.
-Me encantaría quedarme más tiempo contigo, Remus, pero tengo cosas que hacer . ¿Nos vemos en la cena para ponernos al día?
Antes de que pudiera responder un brazo se deslizó por sus hombros.
-Lunatico, te he estado buscando por todas partes- Empezó a decir James- Ya sabes que tenemos que empezar a planear muchas cosas para este curso, he tenido una idea increíble para que los de Slytherin cuando eructen-
-Ejem- interrumpió la prefecta con una ceja levantada- Que sepas que te estoy escuchando Potter.

-Oh, Evans. Ni siquiera te había visto.
Remus se preguntó cómo podía mentir tan descaradamente.

-Bueno, me voy, pero no os quitaré los ojos encima.

A ojos de James, Lily le sonrió y se fue lentamente dejando corazones y mariposas por los aires.

A los ojos de Remus (y de cualquier persona con algo de juicio y sin miopía ) Lily solo había puesto los ojos en blanco y se había ido apresuradamente en dirección del tren.

-Odio a Canuto y a sus consejos de mierda. Llevo todo el verano ignorándola. No la he escrito cartas, no he escrito más poemas sobre los ojos tan bonitos que tendrían nuestros hijos y no me he imaginado cómo sería ver el resto de los atardeceres de mi vida con ella a mi lado...- Término James con aire de ensoñación.

Remus levantó las cejas no lo suficientemente sorprendido y decidió dejar pasar lo qué su amigo acababa de decir.

-¿Dónde está Sirius?

-Eeh, ya sabes por ahí- respondió James concentrado en quitarle la suciedad de sus gafas con el final de su camisa.- Haciéndose el malote, macho molón con unas chicas de Ravenclaw.

-Cómo no. Todos los años igual. Sirius aquí pero desaparecido por ahí, Peter desaparecido del todo y tú desesperado.

-¡Oye! No sabes lo que es enamorarte perdidamente y no ser correspondido.- James pone una mueca de dolor cuando hace como si se clavara una espada en el corazón con las manos.

Sí, Remus en realidad sí lo sabía y por eso le daría tregua a su amigo y dedico sus mejores ojos de compresión y apoyo que podía en ese momento.

-Bueno, sé que el mundo gira a mi alrededor y todo eso, pero Remus, cuéntame ¿Qué has estado haciendo todo el maldito verano?

Oh, claro. Se le había olvidado eso.

Si decía la verdad, el verano de Remus no había estado tan mal.
Su madre y él destaparon el antiguo coche de su padre y se pasaron medio mes arreglándolo. Después de eso, viajaron en el mismo hasta un pequeño pueblo dónde vivía su abuela cerca de la playa.

En las noches más oscuras y en las que menos se veía la luna, Remus salía, y unas noches de paseo nocturno hicieron que conociera a mucha gente e hizo muchos amigos y algún que otro amigo. Hubo fiestas, alcohol y música. Algunas noches la cosa se les iba de las manos y terminaban despertándose en la arena suave y blanca de la playa. Si a Remus le preguntaran que es lo que mejor recuerda, diría que fue el calor, porque ese verano hizo mucho calor.

-Me fui con mi madre a visitar a mi abuela.

-¿Y qué hacías allí?

-Pues leía

- Al ver que a James no le bastaba su respuesta, añadió- Libros.

James se puso las gafas, aunque miraba a Remus como si le costase verle. De repente una sonrisa traviesa cruzó su rostro.

-¿Ya está, Lunático? Nada más... ¿interesante?- James movía las cejas arriba y abajo de forma sugestiva. Se acerco más a Remus agarrándolo del hombro.- ¿Tal vez algún chico?

Por detrás se escuchó la voz de alguien nuevo.

-Alejate de él- Remus se giró inmediatamente, tardando en procesar a quién iba dirigida esa advertencia.- No vaya a ser que te pegue la ceguera, o peor, su habilidad para atraer a las mujeres.

Ahí estaba, llenando con su presencia toda la estación o por lo menos hasta a dónde a Remus le llegaba la mirada, que era poco teniendo en cuenta que no podía despegar la mirada de Sirius.
Ahí estaba la leyenda de Sirius Black con una sonrisa de un niño travieso y la mirada de un hombre travieso.
Como es posible ser tan guapo. No enserio.
Las fantasías de Remus fueron interrumpidas por los quejidos de James.

-Remu, ¿Ves como me trata?

A Remus se le iban a dar la vuelta a los ojos un día.

-Vamos, el tren está a punto de ponerse en marcha.

- ¿Tienes mucha prisa, no?- Sirius preguntó con curiosidad- Tanta que no puedes saludar a tu amigo, ya sabes, ese tan guapo al que llevas tanto tiempo sin ver y sin escribir.-Terminó poniéndole énfasis a las últimas dos palabras.

Remus se quedó unos segundos mirando a Sirius como si intentara comprender lo que estaba diciendo. Después de pestañear un par de veces reaccionó.
-Hola Sirius, mi queridísimo amigo- empezó a hablar con gran sarcasmo- ¿Sabes? llevaba tanto tiempo sin verte que casi se me olvida como suena tu voz, se me estaba pasando la migraña y todo.

James y Sirius se le quedaron mirándole con los ojos muy abiertos. En su cabeza pensaban que Remus respondería con un "hola, Sirius" o tal vez incluso con otros ojos en blanco (sí, otra vez, como veréis es algo muy común en la vida de Remus).
Sirius sonrió con descaro.

-Me hubiera valido solo con el "hola".

Mientras tanto James observaba la escena con curiosidad.

-¿Vamos a coger sitio o no?- Respondió Remus dando por terminada la conversación.


Aquella maravillosa canción de los años 70Donde viven las historias. Descúbrelo ahora