Fuegos artificiales...
Takemichi Hanagaki compartía la visión del vasto y hermoso cielo repleto y brillante de colores centellantes, todo parecía tan perfecto para él, incluso la compañía de su bella novia Hina, a veces olvidaba lo buena que había sido la vida en ponerlo junto a ella.
¿Realmente merecía vivir eso de nuevo?
No quiero volver al futuro, pensó, porque en ese futuro Hina ya no está más a mi lado.
¿Estaría mal tomarle de la mano? Le avergonzaba tratar de hacerlo pero en realidad sería algo natural, no es así, después de todo son novios.
Tomando el coraje se impulso a tomarle la mano girando su cabeza a un lado para ya no verle el rostro, lo quería que lo viese sonrojarse por algo así.
Esta húmeda... Su corazón latía demasiado fuerte, pero debía ser valiente y mirarla a sus ojos para poder contemplar el momento.
Al mirar hacia un lado en vez de encontrar esos ojos color salmón encontró unos color azul grisáceo, más pequeño que el y Hina.
—H-Hola... —saludo con pena, teniendo su mano entrelazada con la de él.
Y lo reconoció al instante.— ... ¿Heh? ... Na-Naoto...
Apretar mi mano es la condición. Recordó las palabras del Naoto del futuro, y esto lo hizo cobrar sentido a lo que pasaba
—¿¡NAOTOOOOOOO!?
—¿Huh? ¿Naoto también estabas aquí?
—Sí...
—¡NO PUEDE SER!
Escuchó un último retumbe antes de ver negro y gritar, cobro la conciencia entonces en una cama donde empezó a hacer una rabieta con muchas ganas lamentándose haber regresado al presente donde Hina no estaba y el era un adulto perdedor.
Pero por lo menos alguien estaba esperándolo ya.
—¡Takemichi haz recuperado la conciencia! —estaba eufórico aunque Hanagaki lo estaba ignorando en su rabieta—¿Eso quiere decir que si haz podido viajar al pasado? ¡El apretón si es la condición, mi hipótesis no estaba del todo incorrecta!
—si, si, si, está bien... —murmuro el chico derrotado
—¡Y tú lograste regresar! Así que todo aquí está listo, ¿y allá como está? ... Si regresaste es por algo
—pues... —sonrió con sudor corriendo por su frente, Naoto fácilmente pudo leer su expresión.
—¡¿Apretaste mi mano por accidente?! —takemichi siguió pensando en voz alta sobre lo bonita que era Hina y los fuegos artificiales — ¿¡En qué estabas pensando Takemichi?!
El rubio aún seguía vacilando con pena en el rostro, Naoto pronto se volvería loco de seguir asi.
Pudieron seguir peleando de esa manera de no ser porque alguien abrió la puerta de la habitación de Naoto adentrandose, Takemichi aunque no la había visto de ese modo antes la pudo reconocer por su apariencia peculiar, su tez morena algo distintivo en Japón ya que no lograba a ser ni siquiera un bronceado sino una piel trigueña nata, su cabello aunque ahora corto seguía siendo del mismo color castaño cobrizo, tenía sus ojos verdes con una vista cansada, por su vestimenta desarreglada y sus ojeras podía denotar que no había estado cuidando su imagen personal durante un tiempo. Además no llevaba consigo los lentes que en su juventud tenía.
Aunque no había crecido en realidad mucho, aún se notaba que había madurado... por acto de reflejo miro sus pechos, confirmo entonces que era una adulta... una madura, sostenía una taza que humeaba algo caliente en su recipiente y lucía un poco cabizbaja, tampoco se sorprendió de verlo en cama ahí junto a Naoto.
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Nerd fighter -·Tokyo Revengers
Hayran KurguLentes de fondo de botella, falda larga hasta los tobillos, suéter holgado tejido, un montón de libros en sus brazos. Durcal Sarah, o también llamada Sana, perfil bajo, pequeña y discreta. ¿cómo se relaciona una chica de intercambio en problemas con...