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La vida de un soldado consistía en estar siempre alerta. Hombres incapaces de hacer algo sólo porque se le ordenan, sino porque creen en ello, capaces de luchar a muerte por sus ideales. Son aquellos peones imprescindibles a la hora de jugar ajedrez porque son los que antes dan la cara y los que más rapido sufren las consecuencias de una guerra. Llenos de odio y solitarios también se les llama, llenos de cariño que anhelan proteger los llamo yo.

Sasuke Uchiha pertenecía a una familia famosa por sus servicios militares, y él no los defraudaría, especialmente ahora que ya no estaban.

Con su típica ya cara sombría, su pelo grasoso y descuidado, los hombros más tensos que una cuerda rígida y unas marcadas ojeras Sasuke paseaba por el pueblo a lomos de su caballo, volvía a casa.

Un murmullo le sacó de cualquiera que fuesen sus pensamientos y se fijó entonces en una gran masa de gente rodeando a un chico cantor. Su corazón dió un vuelco aunque no lo hizo notar, pasó de refilón cerca de aquellos pueblerinos y fijó su mirada en el muchacho que era observado.

Era un hombre, de su edad, poseía una larga cabellera rubia despeinada y mal atada en una trenza que le daba aspecto juguetón e infantil, sus ropajes estaban rotos o descuidados pero eso no menguaba su atractivo, además estaba cubierto de diferentes bolsas de cuero colgadas en cada parte de su cuello o tórax. Tocaba animado un laúd mientras cantaba una armoniosa melodía sobre un amor correspondido.

El joven alzó la vista para ver a Sasuke a los ojos y sonrió, entonces cantó con aún más cariño y emoción. Sasuke finalmente se fue.

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Tras una larga jornada laboral marchó a su casa canturreando unos versos al conocer quién era el que le estaba ahí esperando. Y es que de solo pensar en su presencia sus pelos se erizaban y su corazón saltaba al son de su música interior.

Llamar a la puerta del lugar le parecía innecesario puesto que era su hogar. Un bostezo proveniente de la posada le hizo entonar una sonrisa enamorada.

__Al sueño.
¿Con qué culpa tan grave, sueño blondo y suave, puede en largo destierro merecerte que se aparte de mi tú olvido manso? Pues no te busco yo por ser descanso, sino por la imagen de la muerte. Cuidados veladores hacen inobedientes mis dos ojos a la ley de las horas; no han podido vencer mis dolores.

Entonces vió satisfecho como su amante pelinegro elevaba la comisura de sus labios la cual trató de esconder con su largo flequillo. Naruto había comenzado a recitarle poemas a Sasuke desde que descubrió lo contento que le hacía escucharle.

__No tengo sueño, dobe, simplemente estoy agotado-- Señaló en voz alta marcando la diferencia entre ambos puntos.

Naruto decidido se acercó a el. Estaba reposando en un sillón decorado con tonos amarillos.

El chico poeta se acercó a tal punto que sus respiraciones chocaron entre si, compartiendo oxígeno.

__Tengo sueño, mucho sueño, lágrimas que no salen, cansancio. Te besaría levemente, apenas rozándote mis labios, y te diría cualquier cosa en voz baja, y me quedaría dormido a tu lado-- Susurró seductor, vió cómo Sasuke suspiraba y entrecerraba los ojos levemente, entoces con cuidado unió sus labios, saboreando su dulce suavidad y sabor.

Un gustoso gemido resonó en la garganta del moreno, quién tras separarse del contacto unió sus frentes cariñoso.

__Quiero tenerte para mí-- Exigió el peli-negro.

ONE-SHOTS || narusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora