Leyes del otro mundo

Sueños y lucidez

"¿Qué debemos hacer entonces?" Zhou Qing se encontró entre la espada y la pared.

Justo entonces, la voz de Zhou Yu llegó desde el transceptor de radio. "Iré con Mo Ye. Creo que Mo Ye será capaz de intimidar a la medusa nibelunga, como organismo de mayor rango. Él puede ayudarnos a resistir su influencia".

"¡Hermano! ¡No puedes irte!" Zhou Qing empezó a entrar en pánico. La escena del trabajador poniéndose la pistola en la cabeza y suicidándose estaba todavía fresca en su mente. Zhou Qing era incapaz de mantener la calma.

"La medusa apenas está empezando a moverse. Una vez que se familiarice con la situación de la base y se adapte a ella, todos podríamos convertirnos en alimento para sus crías. Hay que ocuparse de esto lo antes posible". La voz de Zhou Yu era muy tranquila.

El Dr. Ron se acarició la barbilla en contemplación. "Profesor Zhou, tal vez su hermano tenga la idea correcta. El espíritu nocturno es el único que puede resistir a la medusa nibelunga en toda esta base. Déjale ir con tu hermano para llevar a cabo esta tarea, tal vez él pueda darnos nuestra mayor oportunidad de éxito."

Zhou Qing sabía que una vez que Zhou Yu se propusiera algo, entonces sería muy difícil detenerlo. Zhou Qing suspiró, con la cabeza caída.

"Tenemos que volver juntos".

"Por supuesto." Contestó Zhou Yu.

Zhou Yu llevó consigo a Mo Ye para que recogiera la neurotoxina de los trabajadores del laboratorio, que le dijeron que, con tal de que abriera el frasco y lo echara en la solución de formol, todo habría terminado.

Cuando Zhou Yu entró en la sala de especímenes, miró a la medusa gigante. Aunque desconfiaba de ella, en el fondo de su corazón no podía dejar de apreciar los milagros de Dios.

Zhou Yu sintió un mordisco en la pantorrilla y miró hacia abajo para ver los ojos de Mo Ye mostrando insatisfacción.

Zhou Yu sonrió. "Vigila por mí, Mo Ye".

"Hnn". Mo Ye asintió.

Parte de la tensión en él también se alivió.

Mientras Zhou Yu subía a lo alto del recipiente de almacenamiento, el tiempo parecía transcurrir a cámara lenta. Pensó que la medusa gigante no se rendiría sin luchar. ¿Cómo decidiría defenderse y contraatacar?

Zhou Qing estaba nervioso frente al monitor. Inconscientemente, se apretaba el pecho. No era el momento más peligroso de Zhou Yu en Nibelungen, pero podía ser el más mortal.

Zhou Yu sacó una cuerda, se la ató a la cintura y se la tendió fuera del recipiente de almacenamiento para evitar caer en el formol como la doctora Yao. A continuación, Zhou Yu pulsó un botón para abrir lentamente la tapa superior del recipiente de almacenamiento. En el momento en que Zhou Yu estaba a punto de verter la toxina, oyó un chapoteo y una mano delgada salió del líquido y se aferró a su muñeca. La fuerza que había detrás del agarre parecía suficiente para aplastarle los huesos.

"¿Quieres matarme?"

Sonó una voz etérea. Los ojos de Zhou Yu se abrieron de par en par al ver salir del agua al joven de pelo negro que una vez le había salvado.

Su sonrisa estaba impregnada de tentación y provocación, igual que la primera vez que Zhou Yu le había visto. En lugar de parecer vulgar, parecía elegante.

"¿Por qué estás aquí?" Las pupilas de Zhou Yu se dilataron al instante.

"¿Me has echado de menos?" La otra mano del joven estaba apoyada en el borde del recipiente de almacenamiento. Se volvió para mirar a Zhou Yu.