Leyes del otro mundo

El Gran Valle del Hielo

Zhou Yu y Mo Ye respiraron profundamente y retiraron sus mentes.

Zhou Qing dio un paso adelante y mostró una expresión de estupor. "Ya no puedo sentirlo..."

"¡Zhou Qing!'

Zhou Yu tampoco podía sentir la presencia de Ymir en ese momento y un escalofrio recorrió su corazón.

Si bien el poder de Di Xin era fuerte y dominante, Ymir era tan débil que estaba al borde de la muerte. Aunque Zhou Yu y Mo Ye se habían unido para expulsar a Di Xin, no fue lo mismo salvar a Ymir.

Era como si ya se hubiera descompuesto... y hubiera sido completamente destruido.

Zhou Qing se encontraba en el centro del lago, que era lo suficientemente poco profundo como para llegarle solo a las rodillas. Su figura parecia particularmente frágil bajo la luz de la luna.

"Esto es mi culpa", dijo Zhou Qing

"No es tu culpa. Quien lo mató fue Di Xin". Zhou Yu abrazó a Zhou Qing en señal de consuelo.

"No... Es mi culpa... Si fuera lo suficientemente fuerte, habría podido estrangular a Di Xin con ustedes dos y no le habría dado tiempo suficiente para lastimar a Ymir..."

Zhou Qing cerró los ojos mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

Se quedó en silencio, incapaz de decir nada más.

Fue como si la partida de Ymir también le hubiera quitado el aliento.

Sin embargo, Mo Ye se acercó friamente a Zhou Qing y le dio una fuerte bofetada.

"¿Qué es eso en tu mochila?"

La mirada penetrante de Mo Ye hizo que Zhou Qing, que estaba a punto de caer en el dolor y la culpa, volviera instantáneamente a sus sentidos.

Dentro de su mochila estaba el muestrario.

¡Y contenía una muestra viva de las células de Ymir!

Zhou Qing inmediatamente dejó su mochila y sacó el muestrario. La pequeña muestra que contenia brillaba con una fina capa de luz dorada.

¡El todavía estaba vivol

¡Mientras una sola célula estuviera viva, Ymir tenia la posibilidad de renacer!

¡Sin mencionar que había más de una celda alli!

"¿Sabes lo que debes hacer ahora?", preguntó Mo Ye.

"Por supuesto."

Zhou Qing se decidió en ese momento.

Zhou Yu y Mo Ye podían sentir su determinación que era como una roca.

Partieron y volaron de regreso a la base.

Zhou Yu y Mo Ye estaban exhaustos y colapsaron directamente en su cama.

Sin embargo, Zhou Qing no tenía la menor intención de descansar y de inmediato comenzó su investigación sobre el virus.

El tiempo era precioso y la pequeña muestra se volvía menos activa a cada segundo.

Poco a poco, la visión de Zhou Qing se volvió borrosa.

Tenía muchísimo sueño, así que se dijo que sólo cerraría los ojos durante cinco segundos, pero no esperaba quedarse dormido.

Medio inconsciente, le pareció sentir una mano que acariciaba suavemente la parte superior de su cabeza.

Zhou Qing presionó sus labios y miró hacia arriba para encontrarse con un par de ojos familiares.