La decadencia de los ñeros

Capítulo tres: Vasyl, el picozapato

Era una linda tarde en febrero, la música sonaba fuertemente en las calles por la alegre ocasión que era el inicio de los carnavales. Estas eran fechas donde era socialmente aceptable vestirse de manera ridícula, irse de fiesta día y noche y actuar como un mono drogado, por lo que eran de las fechas favoritas de Nikolai. Lo mismo no podía decirse de Fyodor, que llevaba todo el día con cara de que iba a ahorcar al primer niño de sexto que se le atravesara

Un poco más temprano en la mañana el colegio había tenido un acto cívico para celebrar los carnavales, cada curso debía escoger una reina y un rey momo, y Nikolai fue el primero en ofrecerse, llevaba siendo el rey momo de su curso desde que entró en el colegio y no planeaba detenerse hasta que se graduara; la elección de la reina siempre era más difícil, pues su curso era más que nada hombres y habían llegado a proponer vestir a Tanizaki en vestido de cumbia y pretender que era su reina, pero el profesor Fukuchi no los dejó hacerlo y terminaron escogiendo a Kouyou. El acto cívico se tomó toda la mañana y, aunque Nikolai no quería presumir, él fue el rey momo que mejor bailó en todo el colegio. No como Kouyou, que parecía un cartón de lo tiesa que estaba, pero igual le aplaudían por ser linda.

Nikolai y sus amigos estaban en el salón de 10-B, él los había convencido de colarse allí para continuar la partida de uno que había empezado hacía 3 días entre Dazai y Fyodor, pero se aburrió rápidamente de ver un juego que nunca iba a terminar, así que metió la mano en el bolso de sigma, le saco el pegante y la crema dental y empezó a hacer slime

– "Gogol, ¿cuál es tu obsesión con robarme las cosas? Hay al menos 30 personas en este salón y sabes que varios tienen los mismos útiles que yo, encima de eso, ni siquiera lo usas para algo decente" – le dijo Sigma. Él no entendía la importancia del slime en la sociedad moderna, así que tendría que explicarle con mucha calma

– "¡Sigma, mi pobre e ingenuo discípulo! El slime es la fuerza que une a las personas, ¡no seriamos nada sin él! ¡As como la sociedad no funcionaria si no tuviéramos la poción de Among Us, necesitamos hacer ambos para mantener el balance universal ¡Y es tu deber como mi aprendiz dejarme usar tus colbones para cumplir esta tarea!"

– "¿Volviste a inhalar escarcha o por qué estás actuando más raro que de costumbre?"

– "¡Mi única droga es el espíritu del carnaval!" – le contestó, se había negado a quitarse el maquillaje y el traje de rey momo que llevaba puesto desde las 8 de la mañana y tampoco permitió que sus amigos se quitaran sus máscaras. Sigma ni siquiera se dignó a contestarle, solo lo miro raro. ¡Qué grosero!

El sonido del timbre obligó a que la partida de uno entre Osamu y Fyodor fuera pausada. Nikolai empezaba a pensar que debería obligarlos a hacer una apuesta que los haga terminar esa malparida partida de una vez, pero eso lo resolvería mañana. Mientras tanto, su único pensamiento era bajar rápidamente para irse a su casa y que su papá le pague por dejarse sacar las costras de las piernas.

En su prisa, procedió a deslizarse por la baranda de las escaleras, ignorando los gritos de Sigma. Sin embargo, la suerte no estaba de su lado: se le fue la mano y perdió el balance, cayendo rodando por las escaleras como un Sonic blanco y alcoholizado. Para hacer todo peor, al caer se jodió el tobillo así que como todo un valiente empezó a llorar.

– "No sé por qué te quejas si tú te lo buscaste, estúpido" – Lo regañó Fyodor, sus ojos morados mirándolo con una mezcla de rabia y burla a través de su máscara de marimonda

– "¡Me duele mucho, Fyodor! ¡¡alguien llame a mi papá!!" – Nikolai le dijo entre sollozos

– "Dame tu celular, ¿cómo lo tienes guardado?" – Sigma le contestó preocupado