𝐒𝐩𝐫𝐨𝐢𝐞𝐫 | Donde Roier decide tomarse un descanso junto a su mejor amigo en las profundidades de un bosque siendo acosado por una extraña criatura la cuál estaba dispuesto a atrapar.
ִֶָ 𓏲࣪ :Advertencias:
- Solo cubitos
- No sé los modis...
Algunas veces la vida da golpes demasiado bajos para lograr soportarlos, deja tu cuerpo agotado cómo sí estuvieras en el suelo siendo estrujado por el dolor y el bullicio en tu audición, un castaño claro se encontraba así, estaba mal física y emocional, no era todo pues sufrirá de una enfermedad la cuál lo dejaba descansando, cuál sueño profundo cayendo en lo profundo de una piscina, no existe más en su conciencia como sí jamás hubiera existido pero después vuelve a despertar sin saber o entender lo que hizo u ocasionó, la gente estaba cansado de el, de su "extraño" comportamiento, Roier estaba cansado de sí mismo.
Cuándo era abrazado por los verdosos campos su mente lograba flotar con tranquilidad, no importaba sí volvía a sus extraños momentos disociativos pues el estaba seguro estaba a salvo bajos esos prados aún sí un animal salvaje apareciese para atacarlo, aún sí saltará sobre el dispuesto a terminar con su última chispa de vida, algunas veces deseaba quedarse ahí para siempre, no volver a esa ciudad rodeado de seres perversos.
— Roier... — Murmuró despacio una leve voz, se escuchaba tan lejana y despacio, alejado de el donde no podría hacerle daño jamás — ¿Puedo hablar con Roier por favor? —. Y ahí estaba, más clara y cercana, parecía que era hora de volver.
Parpadeó unas cuantas veces mirando a un jóven alto frente a el, un joven de lentes con una edad cercana a la de el, ambos se encontraban en un choche saliendo de aquél verde paraíso rumbo al poblado que tanto detestaba, ¿Por qué tenía que despertar ahora? Algunas veces le gustaría que durará más tiempo.
— No quiero ir a casa Mariana —. Susurraba el menor siendo perfectamente escuchando por su amigo. — No quiero volver ahí, quiero vivir en el campo, juntos —. Volteó a verlo mirando como el adolescente trataba de prestar atención al camino.
— Lo sé Roier, pronto estaremos ahí —.
O es que tal vez ambos jovenes estaban escapando de sus hogares, ambos chicos huían de sus progenitores o alguna vez amigos a un lugar donde creían las cosas serían más fáciles, por que ambos trabajaron duró para compar una bella cabaña en el oscuro bosque que Mariana tanto asustaba pero sí su amigo era feliz el también lo sería, una gran decisión tomada solo en minutos.
— Solo iremos por nuestras cosas, ¿Sí? Te acompañaré en cualquier momento —. Apretó su palma regalando una suave sonrisa la cual calmo al más bajo de los dos.
Una nueva vida, un nuevo hogar donde el podría ser feliz, donde la gente no jugaría su pasado, futuro o presente por que si sí mejor amigo estaba con el no necesitaba nada más en el mundo. Ambos no sabían que una criatura paseaba en ese lugar con la suficiente conciencia para hacer atrocidades sabiendo las consecuencias.
Esa cabaña guardaba secretos sobre algo que llamaba la atención del castaño, una criaturas peligrosa que a sus ojos sería la más hermosa.
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