Flébil corazón

002. San Valentin sin ser amado

San Valentin, 14 de febrero.

También conocido como el día del amor y la amistad.

Una fecha llena de amor e ilusión, quizá donde todos expresan su amor por alguien más, su cariño o devoción.

Una fecha donde el amor es celebrado, un amor que puede existir desde la amistad, pareja, a un padre, o a una madre, incluso a un hermano.

Y sin embargo me encuentro sola.

Sentada sobre el sofá viejo que adorna mi sala, con una taza de café en una mano mientras la otra sostiene mi teléfono.

Internet se adorna de muchas parejas felices, de amigos tomando una taza de café con brownies, o quizá caminando por el parque mientras sus regalos han sido entregados y ellos han recibido.

Una publicación aparece en mi pantalla, es de unos amigos que postean su tarde agradable, sentados bajo un árbol frondoso colorido por tonos verdes, sentados bajo el césped mientras una manta se encuentra en medio de ellos.

Frutas, frituras, pan dulce y jugo de naranja se encuentra situado en ella, y sus sonrisas dan a entender que la están pasando agradable.

Siempre quise vivir eso, pero estoy aquí, viéndolo a través de una pantalla.

Lo deslizo y una pareja nueva apunta mi pantalla, ellos están sentados sobre una mesa y sillas de madera, en el parque. Su hijo está a su lado, una familia.

Algo que nunca pude experimentar.

Detrás de ellos hay más personas, están aglomerados como si todos fueran hormigas buscando un pan.

Emoción; palabra que todos en este día deben sentir, y lo más importante, el amor.

El amor que abunda en sus miradas, la calidez que sus iris desprenden calientan mi destrozado corazón, que se aplasta con esta embriagadora sensación.

Quizá esta sensación de tener a alguien con quien pasar.

Pero no es mi caso, no tengo a nadie a quien amar.

Y no hay alguien quien me amé.

Quizá San Valentin no es para todos, y para mí, solo es una fecha más de un mes inicial del día de un calendario.

Un día más del año.

Y es un día más sin ser amado.