Era una noche tranquila, el Saiyajin y su nuevo compañero musubi se encontraban dentro de una casa grande donde fueron recibidos por una hermosa chica de hermoso cabello morado.
Muchas gracias- Goku recibió un té de la chica mientras que musubi recibió lo mismo
No hay problema - dijo la niña muy angelical a ambos
Disculpa si te molestamos- Goku rascándose la cabeza dijo que era demasiado inocente
No nos molestaron en absoluto, pero ¿qué estaban haciendo aquí? - le preguntó la mujer a Goku
Bueno... Goku recordó que no debía decir nada del sekirei más allá de su historia porque pensarían que estaba loco.
Bueno, estamos buscando una casa - dijo musubi inocentemente
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Así es, no tenemos donde quedarnos- Dijo Goku con su sonrisa
Vaya, eso no está bien, ¿y por qué no se quedan aquí? - dijo la mujer con una sonrisa muy cautivadora
¿En serio?- preguntó Goku asombrado
goku-san es un milagro- musubi abrazo a goku quien sonrio igual
Muchas gracias- dijo Goku con una sonrisa
Al ver esa sonrisa y estar con Goku, la mujer sintió una sensación muy cálida en la que hizo que tocara su pecho.
Así que quedémonos aquí hasta que tengamos un lugar para vivir- dijo Goku con una sonrisa y Musubi estaba tan feliz
¿No tienen donde vivir? - preguntó la mujer asombrada
Es que pasaron muchas cosas... es que llegamos a esta ciudad y no tenemos hogar- dijo Goku nervioso
Este es un hogar, un hogar si quieres puedes vivir de ahora en adelante – dijo la mujer sonriendo animándolos a ambos
¿De verdad? Muchas gracias- Goku tomó las manos de la mujer quien al sentir las manos del Saiyajin sintió un inmenso calor proveniente de Goku y se sonrojó
De nada... de nada - tartamudeó la mujer
En ese caso, ¡déjame darte esto! ¡Las cosas gratis no son correctas!
Goku agarró una bolsa de oro y diamantes, sorprendiendo a la mujer y a un joven que recién llegaba.
¿Es oro de verdad? - la mujer miró las monedas y diamantes que brillaban como espejos brillantes
Así es, te lo doy como agradecimiento- dijo Goku sonriendo y musubi sonrió igual
En serio... me dan todo? - la mujer asombrada miró las monedas que eran completamente reales
Vaya que ricas - dijo un joven de canas sonriendo a una puerta
Es dinero que ganamos de unas minas que trabajamos- dijo musubi sonriendo pero un poco nervioso
