Solo una noche (XiYao) [✓]

Capítulo Final

Horas más tarde cuando todo el evento terminó la pareja despidió a todos y agradeció por su asistencia, ellos se irían de luna de miel por lo que JingYi volvió a quedar al cuidado del joven matrimonio. La pareja tomó sus maletas y fueron en coche hasta una pista de aterrizaje para tomar un jet privado y así poder llegar a su destino.

Meng Yao subió y admiro todo por dentro, eso sí creyó imposible de vivir, estar en un jet privado junto a su alfa parecía irreal, sin embargo estaba pasando, le estaba sucediendo a él y era feliz por todo, no solo por lo material. Al fin todos sus años de sufrimiento estaban siendo recompensados.
Cuando todo estuvo listo la pareja tomó asiento quedando uno frente al otro, Meng Yao veía por la ventana todo el paisaje cuando el jet ya estaba en el aire, la noche era tan oscura, las luces de los edificios resaltan más y fue ahí cuando se dió cuenta de que en solo una noche su vida cambió por completo, tanto para bien como para mal.

— Te amo — dijo Meng Yao sin voltear a ver al alfa.

— ¿Qué?— respondió algo confundido pues al verlo tan concentrado viendo por la ventana él aprovechó para delegar algunos pendientes mientras estaba fuera.

— Que te amo demasiado. Realmente no creí hacerlo pero… no me arrepiento de nada ni de haberte conocido esa noche— quitó su cinturón de seguridad y se acercó a su esposo.— eres lo mejor que me ha pasado — dijo para entonces unir sus labios en un cálido beso.

— También te amo y por supuesto que tampoco me arrepiento de haberte conocido esa noche, quizá si hubiera hecho las cosas de otra manera pero eso es lo de menos ahorita— volvieron a besarse.

Meng Yao se sentó sobre su regazo, Xichen inclinó el asiento hacia atrás y recostó al Omega en su pecho durante algún tiempo. Había sido un largo día y lo único que querían era descansar por lo que poco a poco se quedaron dormidos, fue inevitable pero saben que aún tenían mucho tiempo para disfrutarse.

Después de tres horas y media de vuelo la pareja recién casada al fin había llegado a su destino. Ambos despertaron un poco aturdidos y adoloridos por la forma en la que durmieron pero eso era lo de menos en ese momento.

— ¿En dónde estamos?— preguntó Meng Yao ya que la luna de miel era el secreto de Xichen.

— En las Bahamas, ahora ven vamos que el carro nos está esperando— tomó al Omega de la mano y lo llevó hasta el auto negro que había rentado.— Espero te guste.

— Si estoy contigo seguro me va a encantar— decir algo así sin duda lo avergonzó por lo que fue inevitable no sonrojarse.

— Te amo — le dió un beso rápido y le dió instrucciones al conductor cuando todas las maletas estaban en la cajuela.

Eran las tres y veinticinco de la madrugada cuando llegaron al hotel, quizá mañana tendrían su primera noche como esposos porque hoy ya no, estaban agotados por lo que apenas llegaron y dejaron las cosas, se dieron un baño y se durmieron. Mañana sería un mejor día.