Los rechazados Que Brillaron

Intruso

Ushijima no había podido dormir y decidió salir por la ventana y ver las estrellas.

—¿Oh? Ushijima-san—. Kageyama apareció con una taza de café en manos, hizo una reverencia y se acercó.

Ushijima lo veía y le pareció raro que de la nada haya quedado en casa de Kageyama, ni siquiera son estudiantes del mismo instituto o algo parecido, lo único que tienen en común es el amor por el voleibol.

—Creí que todos dormían..

—Lo siento, no quise incomodar —. Comento Tobio.

—No es eso, esta es tu casa... —. Wakatoshi se sintió incómodo — parece que Oikawa no quería que Iwaizumi se quedará aquí esta noche —. Cambio el tema de conversación.

—Debe ser difícil para iwaizumi-san tener que vivir cerca de él, debe de ser tormentoso.

—Es bueno alejarse de quienes te han rechazado es doloroso tener que seguir cerca y fingir que todo sigue igual.

Kageyama se acercó más y suspiro, después bajo su mirada y vio a alguien que estaba rodeando su casa, pensó que tal vez se iría.

—El de lentes...

—¿Tsukishima?—. Preguntó Tobio.

—Si él, es un tipo muy serio no puedo creer que te hayas enamorado de alguien así, aunque yo me enamore de alguien parecido.

—Saltishima es un tonto, aunque también muy responsable —. Dijo y miro otra vez hacia abajo, observando a esa persona.

—¿Qué sucede?—. Preguntó él mayor.

—Esa persona es sospechosa, ¿Quiere robar?

—Dame —. Le pidió la taza, Kageyama se la entrego y él la lanzo.

—¡¡A la gran... Putaa!!—. Se escuchó un fuerte grito que los asustó.

—Ladrón, ladrón —. Dijo Tobio.

Después vieron como entro.

—Intruso, intruso —. Volvió a hablar Tobio para luego salir corriendo.