❝Venganza❞

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Los vidrios estaban empañados y las respiraciones agitadas acompañadas de los gemidos y jadeos de ambos chicos eran lo único que se escuchaba en aquel carro de color negro.

El calor de sus cuerpos desnudos los hacían generar gotas de sudor que mojaban sus cabellos apegándose a sus frentes.

Minho entraba y salía de la entrada de Jisung con poco cuidado. El menor solo se dedicaba a gemir sin control alguno y se aseguraba de no dejar marcas visibles en el cuerpo de Minho.

—Oh~ maldición Minho... hazlo m-más rápido joder—las embestidas que Lee daba ya no eran suficientes necesitaba más y el castaño estaba dispuesto a dárselo. El mayor tomó uno de sus vapes que solía traer consigo en caso de perder el encendedor o los cigarrillos e inhalo de el. El Fuerte sabor a fresa se sintió en su boca y soltó la mayoría dejando un poco dentro de su boca, se inclinó para unir sus labios con los de Jisung pasándole el humo quien lo recibió gustoso, el auto estaba lleno del humo, y el olor a fresa reinaba todo el lugar.

Minho dejo la punta de su pene dentro y se metió de una estocada, sacándole un fuerte gemido al chico encima suyo. Sus caderas se movían hacia arriba llevando su miembro hacia dentro todo lo que podía, el cuerpo de Jisung no paraba de moverse dando saltos. Mientras seguía no con las embestidas el menor lamió la lengua de Minho y succionó de su labio inferior para después unir sus labios en un beso desordenado y sucio, sus lenguas se enredaban y la saliva escurría de sus bocas bajando por la comisura de sus labios.

—Oh~ s-sí... eres increíble Min~..—Jisung se arrepentiría de tantas cosas que decía por el placer cegador que le era brindado, pero ahora no es momento de lamentos.

Las embestidas que daba Minho eran precisas logrando tocar su punto dulce y haciendo delirar el pequeño cuerpo de Han, le agregó más estimulación a Jisung cuando sus labios atacaron uno de sus rosados pezones y el peli azul arqueo su espalda por el fuerte golpe de placer que recibió.

El castaño tomó el pene desatendido de Jisung y comenzó a bombearlo.

—¡Maldición!

—¿Qué pasa Sunggie? Eres jodidamente sensible.

—¡Agh! M-me voy a correr—solto un largo gemido y echo su cabeza hacia atrás dejando su cuello visible, las marcas que Hyunjin había hecho permanencian intactas y Minho gruño molesto; se acercó al cuello de Han en busca de marcar su cuello pero la voz del peli azul lo detuvo.

—Ni siquiera lo pienses Minho. No dejes rastros visibles de esto

Él castaño solo bufó y se alejo de la zona haciendo caso a la petición del chico.
Siguió masturbando el tembloroso cuerpo de Han mientras lo embestía con fuerza. Ambos gimieron y Jisung sintió su orgasmo cerca. Las paredes de Han apresaron el pene de Minho y ambos se corrieron en un gemido largo y placentero.