Nota inicial: He editado los capítulos que había subidos con el fin de hacer más coherente y mejorar la historia. El nombre del protagonista masculino ha cambiado porque no puedo dejar de pensar en el ex maltratador de una amiga y soy incapaz de leer ese nombre en una historia mía.
Dicho esto, espero que la disfrutéis.
***
En mi primer año de universidad, no me relacionaba mucho con mis compañeros de clase. Tampoco se me daba bien relacionarme con la gente en la época de instituto y solo de pensar en tener que iniciar una conversación me agobiaba. Podría haber aprovechado que estaba en una nueva ciudad para hacer amigos, pero en lugar de eso me escondía en la biblioteca la mayor parte del tiempo libre.
Me refugiaba en las novelas de ficción para no tener que pensar en mi vida ni en todos los fracasos que había acumulado a lo largo de los años. Los complejos hacían mella en mí y no me estaba dando cuenta.
—¿Vamos a dar una vuelta esta tarde? —Laura me acorraló por el pasillo mientras pasaba su brazo por mi hombro.
—Hoy me toca guardia y tengo examen en dos días.
Bufó mientras hacía la cabeza para atrás.
—Ya pueden darte créditos, si no no tiene ningún sentido.
—Sabes que me gusta y, además, me sube la nota.
Echó un vistazo a su reloj de muñeca. Llevaba un top que mostraba su ombligo y la mochila colgada de un hombro, con su cabello rizado y teñido de rubio completamente alborotado.
—Me voy corriendo para pillar el siguiente bus. Luego hablamos —dijo mientras comenzaba a trotar por el pasillo.
Conocí a Laura durante los exámenes de acceso y meses después nos volvimos a encontrar en la misma clase. Como ella también era nueva en un lugar repleto de desconocidos, no tardó en hablarme. Desde entonces somos amigas.
Dejé mi mochila bajo la mesa de la encargada y comencé a recolocar una pila de libros para ordenar. Tuve que ponerme de puntillas para alcanzar uno de los estantes, con la mala suerte de que cayeron al suelo varios de ellos. Al agacharme para recogerlos, observé como un papel salía de entre las páginas de uno. Creí que era ficha del reporte de libros que se sacaban, pero no fue así.
«A mi querida Clara:
Encontré tu libro favorito estas Navidades. Me dijiste que estaba descatalogado, pero di con él.
Sigo pensando en ti cada día. Aún no me he rendido.
He cambiado de número, pero puedes escribirme siempre que quieras.
623******
Paris.»
La curiosidad me invadió al instante. Resultaba encantador imaginar a un chico recorriendo todas las librerías de la ciudad para encontrar el libro favorito de la joven que le gustaba. Saqué mi teléfono y agendé su número con la intención de verle la cara en la foto de perfil del chat.
Cabello rubio ceniza, ojos avellana... Era complicado no reconocerlo al instante. Paris Berenguer, el chico más popular de mi instituto. Alguien que se había burlado de mí demasiadas veces como para enumerarlas. Uno de los culpables de mi baja autoestima. Un sabor agridulce se alojó en mi paladar.
Me guardé la nota en el bolsillo.
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Una mentira piadosa
RomanceAndrea se refugia en los libros para escapar de la vida real. Un día, encuentra una nota de amor escrita por Paris, uno de los culpables de su baja autoestima. Movida por el rencor y la curiosidad, se hace pasar por la chica a la que iba dirigida...