Agujero Negro: Harry Potter y su Muerte

Parte 2

Debió haber sabido que no duraría. Él paso por tantas pruebas durante toda su infancia (¿Tuvo alguna vez tal cosa?), y cuando al fin algo de paz lo alcanzo, cuando la vida comenzó a ser relativamente tranquila... Bajo la guardia, y entonces...

Fue un 31 de Octubre como siempre sucede con estas cosas; poca más de un año después de que la Guerra acabara. Harry Potter, El Niño que Vivió, El Elegido, El Salvador del Mundo Mágico, El hombre que Vivió, se encontraba fuera en una misión para el escuadrón de aurores.

Escalo rápido por las filas de otros con más tiempo, ganando reputación y envidia... pero que podrías esperar de un niño que fue entrenado como soldado desde que sus padre murieron. Toda su vida fue planeada para que él fuera esto ¿no?

Era una misión para atrapar a lo que parecía ser un grupo perdido de partidarios de Voldemort, Harry estaba listo para atacar junto a su unidad. Todo iba como debería hasta que una sombra ataco por un costado, Harry se movió rápido para salvar a su compañero, siempre el sacrificio, y en su lugar el sintió colmillos perforando su carne, el fuego quemo por sus venas.

Harry despertó en San Mungo con un Sanador de mirada angustiada y fascinada al mismo tiempo.

Era un Vampiro, al menos lo que se podría decir. No tenía apetito por la sangre como lo haría un vampiro recién nacido, no tenía problemas con el sol como lo haría un Hijo de la Noche o un Caminante diurno... y aun así el ya no era humano, ya no era mortal

Su noviazgo ya agrietado con Ginny se desplomo una semana después, el Mundo Magico se lamentaba por su héroe condenado por una criatura oscura. Hermione, George y Billy trataron de ayudarlo con lo que podrían pero Harry solo quería una cosa... terminar con todo.

¿Por qué, siendo que nunca lo busco, él era quien no moriría? ¿Por qué tenía que poner en peligro a sus seres queridos de nuevo?

Entonces se encerró en Grimmauld Place, busco la manera de terminar con su vida pero resulto que matarse de hambre solo haría que el entrara en frenesí y matara a inocentes, tirarse de riscos, quemarse y envenenarse con las sustancias más mortíferas solo fueron inconvenientes asquerosos. Hasta que lo encontró, sepultado en la biblioteca Black.... Un viejo diario de una esposa de la Casa Black, si no fuera por la magia estaba seguro que el libro ya se hubiera caído en pedazos Harry se encontró leyéndolo a pesar de que sentía que sería una pérdida de tiempo, pero justo en esas paginas polvorientas lo encontró.

Asteriuss Black, un hijo Squip repudiado cuya madre lo amaba lo suficiente para colocarlo en una familia muggle decente, una familia Muggle muy devota a su Dios y llevo a convertir a su hijo en un cazador de brujas y seres de la noche.

Mi dulce niño ahora se convirtió en hombre lleno de rencor hacia todo lo que este ligado a la Magia... y solo debo culpar a una persona, a mí misma...

Harry obtuvo su solución.

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Forks era un pueblo tranquilo con días lluviosos. Un lugar donde los vecinos se conocían de toda la vida, así que, cuando un nuevo integrante se unía a la comunidad era de esperar que esto causara un leve revuelo, eso fue hasta que dicho vecino se instalo en una casa vieja no completamente alejada del pueblo pero si lo suficiente para no tener vecinos en diez minutos de caminata. Por una extraña razón, cuando Harry Potter se instalo en el pueblo la curiosidad murió como el fuego de una vela al soplar.

Las buenas personas de Forks parecían olvidar incluso la dirección exacta de dicho chico, ¿Y eso no era extraño? Un niño que parecía apenas de 17 años viviendo solo en una casa vieja que anteriormente parecía caerse no llamaba la atención de nadie. Un chico de 17 años cuyo acento ingles podría ocasionar más revuelo que el que tuvo por una semana en la escuela local.

Esto llamo la atención de los Cullen-Hale, el aquelarre de vampiros se pregunto si este novato tenia alguna clase de poder similar a la de Jasper, capaz de lograr bajar la excitación y curiosidad de los mortales por la nueva presencia entre ellos. Pero si eso era posible ¿Significa que ellos eran inmunes? ¿O solo afectaba a los no vampiros?

Eso era un misterio en el que Edward se pasaba las horas de vigilia mientras intentaba encontrar la casa del joven vampiro y perdiendo el rastro en algún punto, como si su sentido de orientación fuera afectado...

Entonces una mañana especialmente lluviosa, Alice, Edward y Jasper se acercaron a un Harry Potter en el estacionamiento de la escuela con la misión de invitarlo a cazar este fin de semana con ellos. Algo que su padre esperaba que aceptara.

-Veo una posibilidad... pero parece como si ... como si le causara dolor aceptarlo.- susurro Alice esa mañana mientras esperaban cerca del volvo de Edward. El chico llego como todos los días caminando. Para ellos realmente no podría extrañarles que el joven vampiro no se incomodara por la acción de caminar toda esa distancia hacia la escuela. A Edward Cullen esto le crispaba los nervios, buscando en la mente de las personas alrededor para asegurarse que no levantaba sospechas.

...No podría pedir prestado esta semana...

No, el rojo mejor...

Ah, llego Harry... es tan guapo...

Ese ultimo pensamiento fue de Jessica Stanlye pero la chica no pensó en ningún momento en la forma de transporte del joven vampiro. Edward hizo una mueca ante la obsesión nueva de la chica.

-Aquí vamos...- susurro Jasper.

-Llámalo ahora...-

-Harry Potter.- la voz de Edward no sería escuchada por oídos humanos, pero si por él joven vampiro, quien se detuvo en su paso hacia la dirección del grupo de adolescentes.

Por un momento, Edward piensa que el joven vampiro los ignorará, pero entonces frunce los labios y susurra un bajo "Hazlo más humano, torpe chupasangre"

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El humor de Harry Potter no estaba en su mejor momento, aunque tampoco en el peor.

Harry puso su esperanza en el viaje a La Push pero resultó que no obtuvo nada de eso, más allá de la agradable conversación con Jacob Black.

Y, sinceramente, ¿Por qué las antiguas y nobles Casas no podían tener apellido más complicados de encontrar? Porque Black y Potter eran una jodida paja en el pajar.

Así que, su humor era en todo caso, osco. Al menos si le ponían enfrente a un grupo de lo que parecían ser vampiros vegetariano que jugaban a las casitas con los muggles.

-Nuestro padre solo desea llevar se bien con nuestro nuevo vecino- dijo el que tenía un gran parecido con Cedric Diggory y quien al parecer era un legeremante natural.

-Paso- trato de no escupir Harry poniendo la sonrisa más amable que tenía. Porque a pesar del hechizo antiescucha los muggles aún así podrán captar las expresiones faciales y Harry no quería a Jessica preguntando más de lo necesario sobre su conversación después de clase con los Cullen-Hale.

-Tenemos una variedad de... Comida para compartir- se adelantó el grandote cuyo nombre Harry recordaba era Emmett.

-Agradezco la oferta - y no puedo aceptar la tentación de encontrar una forma de seguir viviendo- pero tendré que rechazar. Me las arreglo bien por mi cuenta....- una presión en la mente de Harry lo llevo a arremeter ocasionando que el chico, no Cedric, seseara de dolor- y te agradecería que dejaras de intentar entrar en mi mente.

Antes de cualquier otra palabra se dijera, Harry dio media vuelta y se alejo del grupo de vampiros vegetarianos.