La nieve caía suavemente. Los árboles, las rocas, los techos y carros estaban llenos del manto blanco. La imagen podría ser digna de una postal, de un momento de paz.
Pero no había tal cosa, al menos no en la casa Cullen-Hale. Y no era la pesadez que se asentó en Edward Cullen o como esto afecto a Jasper Hale y su don.
La razón eran cuatro jóvenes, cuatro personas que aparecieron en un crujido y con palos levantados hacia el grupo de vampiros.
-¿Dónde esta Harry Potter?- fue la pregunta lanzada por una de las dos chicas del grupo. El cabello rizado se esponjaba más con cada segundo como si la electricidad corriera por las hebras castañas.
Edward los conocía, supo quién eran gracias a los recuerdos que Harry compartió con él. También se dio cuenta que, al igual que con Harry, no podía leer los pensamientos con facilidad. La mente Hermione Granger parecía una biblioteca sin fin (la bruja más brillante, amante de los libros), George Weasley lo hizo retroceder cuando parecía que estaba dentro de un pantano (un pasillo entero convertido en pantano por dos mitades que nunca más estarían juntas), Neville Longbottom le mostraba solo un invernadero amplio (el mejor herbolario de su generación) y la mente de Luna Lovegood que tenía un aire similar al de Alice hizo que tuviera que tratar de apartar su pensamientos caóticos (la bondad en forma de persona)
-¡¿Dónde esta?!- gruño de nuevo Granger apretando su varita. Rosalie y Emmett se burlaran mentalmente, Edward quería decirles que ella simple pieza de madera podría causar bastante daño.
Edward- llamo Carlisle para que se hiciera cargo, él podría saber que decir pero no ahora, no tenía idea de que decir para calmar los ánimos.
-Hermione Granger- comenzó Edward relajando su postura, la chica se tenso más pero esperó- Nosotros podemos decirte dónde esta, pero...
-Esta muerto- interrumpió Alice, quien no apartaba la mirada de Luna Lovegood. El frío se asentó en todos, Hermione Granger se tambaleó, George Weasley se adelantó para atrapar la.
-¡No, no!- sollozo la niña, al mismo tiempo que Neville Longbottom lanzo un hechizo que golpeó a Emmett haciendo que fuera expulsado hacia atrás rompiendo dos paredes.
Rosalie rugió mostrando sus colmillos a Longbottom, quien no retrocedió.
-No, Neville- la voz de Luna Lovegood se escuchó como una brisa suave. - Harry encontró lo que buscaba, ellos solo ayudaron a obtenerlo
Edward estaba listo para detener a Rosalie, observando como Granger y Weasley apuntaban sus varitas hacia ella. Jasper mantenía a Alice detrás de él mientras que Esme fue quien busco a Emmett
La casa crujió. Los cuatro hechiceros movieron de forma fluida sus varitas poco antes de que el techo colapsara. Si no fuera por toda la situación, Edward esta seguro que apreciaría tal despliegue de poder. Carlisle lo estaba haciendo.
-Neville- llamo Granger con un sollozo atorado en y voz, Rosalie seguía agazapada incluso cuando Emmett y Esme regresaron, el primero con una sonrisa de alegría estúpida.
-¡Eso fue... Genial!- exclamó Emmett con energía al mismo tiempo que Longbottom bajaba su varita y ofrecía una disculpa.
-Creo que todos debemos comenzar de nuevo- hablo Carlisle aprovechando la mirada confundida de los hechiceros ante la reacción de Emmett- Me llamo Carlisle Cullen, mi padre era Asteriuss Black-
-Oh- susurro Granger conteniendo las lágrimas.
*****
Existe una historia que las madres les cuentan a sus hijos, una historia tan antigua como la magia. Es sobre la Muerte y tres poderosos magos. Esta historia se cuenta con el propósito de advertirles a los pequeños sobre los peligros de la soberbia, de aferrarse al pasado.
Muchos optaron por tomar la historia como un juego del tesoro, deseando encontrar los dones que la Muerte le otorgó aquellos hermanos y fallando en su búsqueda.
Porque, si tal historia era cierta, la Muerte no permitiría que cualquier tonto mortal tomara sus dones. No, la Muerte, siendo el ser paciente y astuto que era, tendría a su Maestro escogido mucho antes de que dicho Maestro tomara su primer aliento y aun cuando dicho Maestro se opusiera a ser tal cosa.
Pero la Muerte podría decirle a Harry, que después de todo, estaba acostumbrado. Además, había un grupo de vampiros tontos que podrían animar un poco las cosas para la Muerte misma.
-Es hora de despertar, Maestro.-
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Agujero Negro: Harry Potter y su Muerte
FanfictionA Forks llega un chico nuevo. El aquelarre establecido en el pueblo sabe que es uno de ellos, pero aun así, ese chico no es completamente lo que se espera. Harry solo quiere encontrar a quien lo ayude con su problema. La Muerte tiene planes para s...