Agujero Negro: Harry Potter y su Muerte

Parte 3

Para Jasper el uso de una mesa dejo de tener sentido hace mucho tiempo. Así que, la primera vez que se encontró reunido alrededor de una mesa de madera pesada, pensó en lo tonto del asunto, eso fue hasta que vio la utilidad de dicho entorno cuando se habla de aspectos que podrían terminar en peleas entre dos o más vampiros.

Justo ahora, el uso de un comedor para hablar sobre el vampiro más extraño que ha conocido era bastante bueno para él y para los ánimos de los demás.

-Harry no te atacó solo te dio una advertencia- argumentaba Alice a Edward, quien tenia una mezcla de enojo y curiosidad por lo sucedido con aquel vampiro.

-¡Fue capaz de sentir a Edward, sin mencionar que puede detener y dañar a Edward al mismo tiempo!- grito Rosalie dispuesta a salir a cazar al niño aún cuando no sabían donde vivía

-Fue en defensa- dijo Alice con suavidad. Su mente perdida en sus visiones cada vez más angustiosas sobre en el chico.

-¿Qué fue ese último?- pregunto Edward con el ceño fruncido

-No lo sé- Alice parpadeo, Jasper sintió la frustración en ella y trato de consolar la un poco- Puedo verlo en ocasiones, otra es borroso, luego simplemente desaparecer pero... Se siente como si siguiera ahí... Yo no sé que pasa-

-Es un peligro, eso es lo que pasa- gruño Rosalie tensa por la necesidad de acabar con una amenaza

-Harry no es un peligro- replicó Alice con firmeza.

Carlisle hablo por primera vez, toda calma y paz- Él niño no es un peligro, Rosalie. Al menos no por ahora, lo vigilaremos pero no habrá invasiones no bienvenidas-

Jasper supo que Rosalie no estaba contenta, supo que Edward ni siquiera registro las palabras de su padre antes de abandonar toda idea de lucha.

Supo que algo sucedería con este Harry Potter que cambiaría todo.

***

El tiempo de Harry se estaba acabando. Su fuerza para mantener lejos de su mente al chupa vegetariano se veía cada vez más débil, Harry estaba seguro que el chico Cullen tomo alguno que otra pensamiento en las últimas semanas. Sin mencionar que la chica que parecía frágil lo miraba de forma extraña en ocasiones y la chica rubia parecía estar lista para saltar sobre él.

Harry trato de mantenerse unido y se esforzó el doble en su búsqueda por el descendiente del repudiado Asteriuss Black. Fallando para su total frustración.

Las pociones que Hermione enviaba eran lo único que impedía saltar sobre la desprevenida población de Forks.

Pero sabía que tarde o temprano caería el otro zapato y no pudo ser en un mejor momento que el 31 de octubre.

El día comenzó lluvioso y lleno de neblina, algo que no le molestaba tanto como conducir hasta la escuela. Era bueno en eso, pero nunca le gustó mucho estar encerrado en un auto después del Angelina modificado del señor Weasley. Sin mencionar que esa mañana Hermione envío una lechuza avisando sobre su llegada para Navidad.

Harry esperaba no estar entre los vivos para ese momento

Ahora, después del almuerzo, Harry tuvo que correr al baño a vomitar sangre y pizza barata. No le sorprendió, estaba forzando este cuerpo semi muerto sin ninguna recompensa real.

Al salir, no noto a Mike Newton, quien vio su peor momento sobre el lavabo.

****

Edward sentía una horrible opresión que no podía entender. Dicha opresión creía conforme podía sintonizar los pensamientos del "Niño", comenzó con algo insulso sobre el color verde y algo sobre "Slytherin". Paso a pensamientos aleatorios cada vez más oscuros:

"Desearía un poco de tarta de melaza..." Se convertía en las imágenes de un castillo en ruinas, de luces verdes y rojas.

En ocasiones, cuando el Niño lo miraba desde el otro lado de la cafetería o estacionamiento veía el rostro de otro niño vestido con túnicas negras y bufanda de franjas amarillas y plateadas. Eso venía con lapidas, una copa y una risa fría.

Y luego estaban esos pensamientos que lograba tomar esporádicamente antes de clases:

"Solo un poco más, Harry"

"un día más, pronto acabará"

Esos eran los que más hacían crecer la opresión en él.

Hoy las cosas escalaron cuando vio en la mente de Newton como el Niño devolvía sangre en los lavabos, aunque cuando entro a los baños no existía el aroma de tal cosa.

Y entonces, a la hora de salida, el niño se acercó a ellos viéndose cansado y muy enfermizo.

-Necesito hablar con su lider- fueron las palabras que dijo. Alice parpadeo rápidamente con imágenes sin sentido, Jasper parecía a punto de llorar y Emmett asintió hacia él mientras pensaba en lo mal que se veía el chico.

La opresión de Edward podía hacer que se ahogara si fuera humano.

****

Harry quería golpearse contra la pared. Lo haría si no terminara rompiendo el muro y quizás toda la casa de los vegetarianos.

Todo está tiempo, su respuesta estaba en estos vampiros de ojos dorados y él dando tumbos por el pueblo.

-Carlisle Cullen no es tu nombre- Harry podía sentir la poca magia Black en el no muerto. No podía pasar por alto esa frialdad seductora que cantaba dentro de él, después de todo estaba sintonizado con la vieja magia familiar

-No, no lo es- los otros vampiros parecían ansiosos. El invasor de mentes era el único que entendía lo que estaba pasando- Debo decir, que nunca pensé estar frente a un portador de varitas o incluso estar frente a ti, Señor Potter-

Harry reprimió una mueca. Ya no importa, al fin encontré mi salida.

*****

El día era soleado. Una rara ocasiones debido a la estación del año. Mucho más raro fue, ver a los Cullen-Hale en la escuela.

Todo el grupo parecía más apagado de lo normal y varios especulan que se debía a su falta de viaje familiar.

Que equivocados estaban.

Edward Cullen quería gritar sobre el chico británico que llegó y ya no estaba entre ellos. Quería hablar del niño que lo dejo entrar en su mente un momento antes de que se arrancará la primera extremidad. Del armario, de los soldados de juguete y arañas, de los dibujos hechos con crayones rotos y la esperanza. De cartas y búhos, de un tren escarlata...

Edward Cullen quería decir que estaba por primera vez en muchas décadas bajo el sol sin sentir dolor porque un niño que no merecía tantas perdidas les ofreció una solución.

Edward no quería fingir que todo estaba bien, cuando sentía que murió hace unos días juntos a un niño de iris verdes y sonrisas rotas.