Capítulo 2

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Para cuando salió del baño la orden que había tomado ya había sido entregada, para su suerte.

—Te ves del asco—le dijo Jimin.

—Así nací—le respondió Hoseok. —Mira hacía allá.

Le apuntó a la mesa de los tontos donde se encontraba la ex chica vegetariana y el media neurona.

—¿Que opinas de ella?—preguntó Hoseok.

—Pienso que.. el chico es lindo—Hoseok le codeó. —Porque me preguntas a mi si sabes que soy gay.

—Se me había olvidado que anotabas para el otro lado—aplaudió Hoseok, como si se hubiera tirado la frase del año, Jimin rodo los ojos.

—Al menos no soy virgen.

—Me lastimaste—contestó Hoseok, fingiendo una mueca de tristeza.

—En vez de estar perdiendo el tiempo porque no vas allá, la parejita te está llamando.

Nuevamente fué, algo frustrado, ya les había agarrado mala y él no era prejuicioso.

—Hasta que llegas, ¿podrías limpiar esto por favor?—le ordenó el cliente.

—¿Es ciego o que? No hay nada sucio—le contestó Hoseok.

—¿Disculpa?

—Nada.

—Mira eso—empujó el café de la chica al suelo, provocando que se rompiera la taza y se esparciera todo el líquido en el suelo. —Ups, Dios Youra, debes tener cuidado para la próxima—le reprochó, echándole la culpa a la pobre joven.

—¿Eh?—observó a Hoseok. —¡Oh si! Lo lamento mucho—se disculpó la chica y el otro carcajeo en silencio.

—¿Es una broma?—preguntó Hoseok.

Pero ambos clientes estaban en silencio.

"Esto es un experimento social o que mierda, ¿donde chucha está la cámara? Espero y me paguen bién" Pensó Hoseok, y con eso se devolvió a por los productos de limpieza para volver y limpiar.

—Entonces, ¿rompiste con ese chico como te dije?—preguntó el desconocido a la mujer, Hoseok se había cansado de ellos dos así que simplemente se dedicó a limpiar.

—Si, hice todo lo que me pediste querido—contestó la chica, demasiado feliz para su gusto.

—Bien, entonces, ¿nos casamos?

—¿E-en serio? Pero es nuestra primera cita—le preguntó ilusionada.

—¿Y que? ¿Estas dudando acaso? Odio que las mujeres no se decidan nunca, es un si o no, la vida es corta, decídete—le ordenó.

—U-uh lo siento, claro que quiero ¡Casemonos!—saltó de su asiento emocionada.

Hoseok arrugó todo su rostro de disgusto, terminando de limpiar finalmente.

—Tonta.

"¿Que?"

—¿Que?—preguntó la chica.

—Que eres tonta—le aclaró el chico. —¿De verdad piensas que nos íbamos a casar en la primera cita? Estas haciendo todo lo que yo digo solo para complacerme, ¿no tienes autosuficiencia? Espero y te hayas dado cuenta de que esto es una prueba y tu no la pasaste, eres tan ingenua como una mosca, lamento haberte hecho perder el tiempo pero no vales la pena.

Hoseok se levantó con sus cosas, observando incrédulo la situación.

—Tu... ¡IMBECIL!—la chica tomó el café del joven, y se lo lanzó, solo el liquido para que no haya accidentes. Y con eso se retiró echa una furia.

—Mierda... —susurró el jóven—Traeme una toalla, esta camisa era nueva.

Hoseok quería golperlo, pero eso implicaría perder su trabajo y no se arriesgaría.

El cliente se levantó dirigiéndose a los baños públicos de la cafetería para limpiarse un poco, y es ahí donde Hoseok quería actuar. Fue a por unas toallas húmedas y asegurándose de que nadie fuera al baño, siguió al chico y entró.

—Rápido, damelas, tenía una reunión importante después de esto, no me puedo presentar así—se quejó el joven, quitándole las toallitas de las manos y pasandolas desesperado por su camisa.

Hoseok cerró con seguro la puerta del baño.

—Que haces, ¿porque estas cerrando?—le preguntó el cliente confundido.

—¿Cual es tu nombre?—le preguntó.

—Jeon Jungkook por su puesto—contestó orgulloso con una sonrisa ladina en el rostro, ofreciéndole la mano para saludarlo. —Un placer.

Hoseok la tomó, sonriendo, para apretarla lo más fuerte que pudo.

—¡A-auch! ¡¿Que carajos fue eso?!

—¡TU, PEDAZO DE LARGARTO! —le gritó Hoseok, y sintió alivio cuando recordó que las paredes eran anchas, nadie lo iba a escuchar—QUE TE CREES, te lamio una vaca la cabeza o porque andas con ese peinado, pareces un condón.

Jungkook le observó perplejo.

—¡Como chucha tratas a una mujer así! ¡Si yo tuviera una mujer jamás la trataría de la forma que tu lo acabas de hacer!—ahí iba de nuevo con su soltería, él realmente era un gran partido, ¿por que no le llovian las mujeres? No estaba tan mal tampoco. —¿Acaso no te enseñaron modales? Podría golpearte justo ahora, así que no intentes provocarme—totalmente mentira, no le tocaría ni un pelo porque probablemente terminaría en el hospital, perro que ladra no muerde.

Tragó un poco de saliva para seguir peleando y observó con el ceño fruncido al chico.

—¿Te crees  tan superior como un gato acaso? Los gatos son unos flojos que nunca hacen nada y manipulan a todos, y ni siquiera son tan lindos, no todos son ratones con los que puedes jugar, y que crees, según mi signo zodiacal Chino yo soy un perro, ¿y sabes que le hacen los perros a los gatos? —otra mentira más, no tenía ni la más mínima idea de que signo es. —Uhh estoy seguro que si sabes, así que ahora mismo te disculpas conmigo, ¡y llamas a esa pobre chica para disculparte con ella también!

Jungkook se quedó callado, observandolo fijamente.

—Q-que esperas, ¡disculpate!—le volvió a gritar Hoseok, la mejor respuesta para los insultos era el silencio, lo cual lo dejaba totalmente humillado.

—Realmente lo siento... —se disculpó Jungkook, arrodillandose incluso, sorprendiendo a Hoseok.

—Bien, ahora si me disculpas, yo me voy—y con eso salió del baño.

Jungkook observó atentamente como se retiró, y volvió a levantarse, aun algo perplejo.

Y sonrojado.

—Te llevaré a casa con mamá.

Chicos mentirosos | JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora