viii

126 18 3
                                    





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




─── Agostina POV

Panderix.



─ Estás toda sudada, qué asco. ─ Se quejó Chloé, mirándome. ─ Y encima también despeinada, ¡Arruinaste completamente el look!

─ No seas así che, era inevitable no saltar con ellos. ─ Me defendí, mientras me paraba frente a una vidriera que reflejaba mi cuerpo e intentaba arreglarme.  ─ ¡Hasta nos convidaron fernet! 

─ Si bueno, muy lindo eso, pero hoy no estas con ropa para meterte en una hinchada para saltar y cantar.

─ No se necesita un tipo de ropa específico para hinchar por mi equipo, solo amor y pasión. ─ Dije poéticamente; aunque Chloé tenía razón (jamás se lo haría saber). 

Recapitulando.... En este precioso día de verano parisino, Juleka nos invitó a su barco para ver el ensayo de su banda. Ni siquiera pensamos la respuesta: fue un sí inmediato. Sumado a eso, hace tanto calor que no pude ponerme la ropa que usualmente uso, así que Chloé fue la encargada de mi look; un croptop verde, una pollera rosa y parecía sacada del Club Winx. No me quejo, me queda genial y mi motorcito se encargó de hacerme una sesión de fotos por las calles de París. Ahora, la cosa es que deberíamos encontrarnos con Alix, Sabrina y Nath para llegar juntos al barco de Juleka, pero algo me distrajo en el camino...

¡Había un grupo de argentinos escabiando, cantando canciones de hinchada y con remeras de fútbol! Por supuesto que paré y me uní a ellos por un rato; nos convidaron algo para tomar pero cuando Chloé quiso arrastrar con ella uno fue más rapido y me regaló una botella cortada con algo de fernet en ella. Un rey, simplemente. 

Lo que nos lleva a la actualidad: Chloé quejándose de que parezco una ciruja por andar con una botella cortada en plena calle de París -encima de eso, despeinada y con la ropa hecha un desastre- y yo tarareando canciones de cancha, siendo completamente feliz. La verdad no entiendo por qué la rubia estaba tan alterada, normalmente se sumaría a mí, pero hoy está con los pelos de punta desde que comenzó a arreglarme. 

─ Prometeme que no vas a hacer nada raro hoy. ─ Me suplicó.

─ No. ¿Por qué me pedís eso, qué te pasa? ─ Le respondí completamente confundida. Ella miró para otro lado mientras mordía el interior de su mejilla. Ah, me esta ocultando algo, la conozco. ─ ¿Qué me estás escondiendo? Decime, dale.

─ ...Nada. 

─ No seas pelotuda, decime. ─ Le respondí, ya harta.

─ No, pará, no te pongas de mal humor. ─ Me pidió. ─ Te juro que más tarde te digo. 

Second chance! ── ℳ𝘪𝘳𝘢𝘤𝘶𝘭𝘰𝘶𝘴 ℒ𝘢𝘥𝘺𝘣𝘶𝘨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora