Capitulo 32 Zack

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¿Donde estoy ahora?

No veo nada, tampoco puedo moverme ¿que es esto?, aunque, escucho algo. Alguien está llorando. Reconozco el llanto...es Emma. ¿Que tendrá? No chiquilla no llores.

-No te vayas...Por favor... despierta
Te necesito

Es lo que escucho, pero lo horrible de esta situación es que no puedo moverme, no puedo abrir los ojos, no puedo decir que todo estará bien, me siento mal por no ayudarla, porque no puedo despertar. Escucho como el sonido del monitor cardiaco, me asusto cuando escucho que parece que no tengo pulso ¿por qué no despierto? ¿Es un sueño?

-No quiero que te vayas...

Escucho su voz de nuevo, quiero gritar que no lo voy hacer, pero no puedo hablar, lágrimas caen de mis ojos porque sé quien es la que habla, todo este tiempo en que te conocí, fuiste lo mejor de mi vida. Quiero abrazarla, decirle que nada va a pasar, pero no puedo. Escucho a otras personas llorar, no quiero que lloren, estoy bien.

-Me tengo que ir, te extrañaré, gracias por estar en mi vida, pero no dejaremos que sufras mas. Ya el doctor...dijo que no tenías...signos vitales-Siento su mano temblar, Emma está sufriendo.

-Tenemos que desconectarlo- Otra voz suena en el fondo. Es la voz de un hombre.

¿Que? ¿Desconectar? No, no pueden, no he vivido lo suficiente con ella, no puedo morir. Siento algo húmedo en mi frente, sé que es ella por su perfume, aunque no la vea, la distingo.

-Adiós mi amor- Me besa de nuevo la frente.

Es lo que escucho, quiero gritar y no puedo, esto me arde por dentro, no puedo, necesito despertar... necesito abrir los ojos, no me rindo. Esto no puede ser el final de nuestra historia Emma.

De repente no escucho nada, pero puedo ver que todos me miran, mis ojos viajan para solo mirarla ella, su ojos están muy abiertos, su lagrimas bajan por sus mejillas, hacemos contactos con nuestra mirada. Ella no puede hablar, solo logra pronunciar...

-Despertaste...

*****

Todos se quedan congelados, el doctor también. Las enfermeras tienen sus bocas abiertas, mi hermano y mi papá dejaron de llorar y solo miran. Por otro lado, siento un dolor de cabeza inmenso, hago una mueca. Emma se acerca y me toca la mejilla, obligándola a verla.

-Estás...vivo- Vuelve a llorar- Zack....

-Nunca me iré Emma- La interrumpo

Ella salta sobre mi cama y me abraza muy fuerte. Yo hago los mismo, agradeciendo al cielo de que está bien. Nos besamos al instante, no nos importó que otras personas nos vieran. El beso era cálido, pero había un poco de desesperación, creo que nuestro beso hablaba por si solo, nuestro beso decía "te extrañé"

El doctor hace un sonido con su garganta y eso nos hace darnos cuenta de que no estábamos solos. Por un momento lo olvidamos, Emma se separa de mi y se levanta de la cama. El doctor se quita sus lentes y los pone en el bolsillo de su bata blanca. El se acerca y me ve, revisa toda mi cara.

-¿Como...es posible?- Dice el hombre moreno- No tenias signos vitales. Ya no estabas respirando, no me explico. Es un milagro.

-Pues...los milagros existen doc- Digo finalmente.

-Si, eres uno de esos milagros- El doctor sonríe y mira a mis familiares- Bueno...creo que tienen que estar con el paciente, yo vuelvo después para chequearlo. No lo hago ahora, porque necesitan estar con el sr Brown. El es un milagro.

El doctor y las enfermas salen, unas murmuran, están sorprendidas. Otras se van con la boca abierta. Veo a mi papá y a mi hermano. Ellos se acercan de manera rápida y nos abrazamos los tres, los dos lloran.

-Casi nos matas estupido- Dice Marcus- Esto si no lo podía soportar. No otra vez- Al escuchar eso me recuerda a alguien, tengo que hablar con mi hermano a solas.

-Hijo...no sabes lo que sentir al escuchar que tu...

-Estoy bien papa- lo interrumpo, miro sus ojos- estoy vivo.

Me vuelve abrazar y yo le devuelvo el abrazo. Me siento bien de estar aquí. Miro a Emma que está observando toda la escena, ella me da una cálida sonrisa. Mi papá se separa y sigue mi mirada

-Creo que debemos dejarlos solos- Papa dice a la familia, todos asienten. Emma se pone un poco roja.

Todos salen y me quedo con ella

-Te vas a quedar ahí? O terminamos el beso? Nos interrumpieron, no me gusto- Hago un puchero.

Emma se ríe y avanza, me besa, al principio fue un beso torpe, pero después sincronizamos bien. No era ni rápido y lento, nos separamos para respirar un poco. Nos miramos y volvemos a besarnos. Ella me acaricia el cabello, amo cuando hace eso, termina con un pequeño beso corto. Y sonríe, pero su cara cambia a una de tristeza, frunzo el ceño.

-Zack...

-¿Que pasa Emma?

-Dolió...

-Disculpa, no estaba pendiente del otro carro, sino fuera por mi...

-No- Me interrumpe- Dolió el saber de que no ibas a estar conmigo, de que no te iba a ver más, de que no podía escuchar tu voz, eso...me dolió Zack

-Ay mi chiquilla, disculpa por tanto dolor que te cause- Pongo su cabello detrás de su oreja- No quería hacerlo ¿me perdonas?

-Claro mi gruñon, claro que si.

-Emma...aunque me veías aquí en esta cama, no significaba que no estaba contigo- Ella me mira de manera rara, no entendía lo que decía-yo estaba siempre contigo, no lo vas a entender. Pero yo te escuchaba y te abrazaba, aunque tu no lo veías.

-Quieres decir que...

-Yo salí de mi cuerpo, yo los vi Emma, estuve con ustedes. Les hablaba pero no escuchaban, cosa que me molestaba. No sabes cuanto-Miro a otro lado- No sabes cuánto les decía "estoy bien" "no pasará nada"- Miro a Emma de nuevo- Y tu mi pequeña, no toleraba verte rota. No sabes lo mucho que dolía verte así y no poder hacer nada. Lo único que podía hacer era estar ahí, aunque no me vieras. Te cuidaba en las noches cuando te quedabas a dormir aquí para acompañarme.

Veo que los ojos de Emma se cristalizan

-Tambien...vi a alguien- Recuerdo los ojos azules que me acompañaron por unos momentos

-¿Con quien?

-Vi a Tania, estuve con ella.

-¿Que?- Una tercera voz aparece en la habitación, tenia en sus manos dos jugos, uno de fresa otro de naranja. Sus labios se abrieron, su cuerpo se tensó al escuchar lo que dije. Sus ojos verdes estaban perdidos.

Marcus estaba parado al frente de nosotros.

Al fin te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora