"Una vez que el manto de la noche cubrió el cielo y la luna brindo su humilde y brillante luz Francisca procedió a realizar su plan, nadie estaba despierto, nadie la espiaba, ni siquiera sentía ser observada; fue rápido a los establos haciendo el menos ruido posible para no despertar a las aves y cabras, se dirigió a donde se guardaban los caballos, saco menos al que había regresado con su padre, tomó a los otros 3 y los llevo a una parte a lejana de la casa, para evitar que sus hermanos y su padre la sigan. Así es, Francisca había tomado la decisión de que ella seria quien debería ir al castillo de ese monstruo en lugar de su padre, se sacrificaría por el bienestar de su familia, no quería perder a las personas mas importantes de su vida menos verlos morir frente a ella y todo por una flor que su padre tomo para ella."
Había llorado en silencio dentro de su habitación, pero saco fuerza de donde pudo, secó sus lágrimas se miró al espejo respiro profundo salió de su habitación y fue a los establos para ocultar los caballos en otra parte fuera de la casa, mientras los dejaba amarrado en unos arboles que no estaban lejos de la casa, ella acostumbraba caminar por aquel bosque para que el viento despeje su mente de tanta tensión, alisto el caballo negro, para partir al amanecer, su corazón se acongojaba y a la vez latía con aceleración, es cierto que conocía perfectamente el miedo, al ilustrarlo en los personajes de sus historias por los sustos que ella creaba, amaba demostrar ese miedo en sus personajes, crear esas fantásticas criaturas que la acompañaron de niña hasta ahora, una representación única del miedo, pero ahora ella sentía ese temor, esos nervios, una cosa era sus historias ficción algo irreal, pero ahora cobraron vida existen o algo parecido, esa criatura ahora representaba el miedo de la separación en su familia, la misma muerte, todos morirían si no cumplían el pedido de esa bestia.
-"Una vida, por una rosa"; si ha de ser así no hay otra opción, debo ir por mi familia, son lo mas valioso que tengo y si mi vida puede saciar la ira de esa bestia iré, tú me guiaras solo estaremos los dos hasta el final de mi camino-habló Francisca mientras acomodaba las riendas de su caballo.
Dejo al caballo en la entrada principal, atado a un mástil, eran casi las 3 de la mañana la oscuridad cubría todo, la luna aun la acompañaba, solo sentía el ruido que hacia el viento se sorprendió que durante toda la noche no había visto al cuervo cerca a su ventana, la consideraba su única amiga durante las noches en vela.
-Tal vez no vino esta noche, porque sintió que seria la ultima y no quería despedirse-dijo la joven recordando que su hermano le dijo una vez que las aves como los cuervos son sensibles y perciben cuando alguien se ira pronto, extrañaría a su amiga nocturna.
Regreso a su casa con mucho sigilo subió al segundo piso y decidió ir a las habitaciones de su familia a despedirse, sin hacer el mas mínimo ruido, sería la ultima vez que los vería, para evitar que la detuvieran, aprovecho mientras todos dormían profundamente, entro a la primera habitación donde estaban 5 de sus hermanos, sus rostros demostraban serenidad durante el descanso que brindaba la noche, aunque era consciente que en su interior estarían preocupados, comenzó del mayor al menor.
-Pierre hermano querido, desde pequeño siempre has cargado con el peso familiar y el cargo de la empresa en ese entonces tal como lo quería nuestro padre, siempre buscabas el perfeccionismo y que padre te mirara con orgullo, te exigías muchos que olvidaste ser tu mismo y terminaste con malas amistades que casi ponen en riesgo tu vida, no te exija tanto y no te fíes de tu suerte en el casino, te encantaba siempre mantener el orden y contabilizar las acciones y todos los productos que se vendían, no tienes que ser como nuestro padre, podrías ser un gran contador o economista en la distribución y producción de recursos, pero no olvides que antes que ese montón de hojas verdes con rostros pálidos esta la familia, tú me enseñaste eso hermano, no dejes que un duende se aproveche de tu avaricia-le dijo Francisca en una pequeña broma a su hermano mayor, quien siempre le enseño que debía ser muy cuidadosa con el dinero nunca malgastarlo y saber usarlo, el fue su inspiración para crear a un susto de aspecto duende que se alimenta de la avaricia y miedo a perder sus riquezas.
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LA BELLA Y EL SUSTO
FanfictionUna historia trágica que le enseña que este ser solitario y feroz fue un día un príncipe Majestuoso de aquel reino ahora abandonado que antes solía ser como siempre lo llamo el Reino de los Sustos. Armada de valor, luchando contra todos los peligros...