Nota 014
Creí saber por qué y para qué mentía, pero creo que hay veces en las que ya no distingo la diferencia, odio mentirles a quienes más amo, odio que la acción sea en automático y.... y no lograr sentirme culpable por eso hasta que recapacito y lo analizo.
Odio no dudar y como mi mente va maquinando rápido palabras que se conectan y tienen sentido al escucharlas, palabras en las que los demás no tienen dudas, en las que confían, ese es el problema, ellos confían en mí y yo les digo mentiras y me aprovecho de esa confianza, ya no puedo evitar mentir, creo que a veces me tranquilizo a mí misma diciéndome que es bueno saber mentir y que me serviría en algunos aspectos de la vida, pero no he aprendido a controlarlo...
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UMBRA
RandomEn este libro la autora dejó cada lagrima y cada rastro de odio que no quería tener en su corazón o que fueran parte de su alma. Plasmó todo entre lágrimas o simplemente sintiendo cómo el corazón se le apretaba. Habla de un proceso, de todo lo que t...
